Elogios al sector del automóvil por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la apertura del Salón del Automóvil de Barcelona: "El automóvil es un sector estratégico para nuestro país y nos anuncia una oleada de inversiones de más de 1.000 millones de euros", ha dicho el presidente del Gobierno, quien se ha reunido con directivos de las empresas automovilísticas y con el presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Para Rajoy, el automóvil es imprescindible para la balanza de pagos española y su novedoso superávit. Ha prometido "reformas de competitividad que les serán de gran utilidad" a las empresas automovilísticas, como una ley de unidad de mercado. Les ha dicho que "celebrarán el momento en que sus empresas decidieron invertir en España". El presidente apuesta por una España "germanizada" con alto potencial industrial y exportador, que se base en "una economía flexible".
Y un mensaje para Mas: "Una empresa con sede aquí en Barcelona no debe encontrar barreras para expandirse por el resto del territorio nacional", ha dicho el líder popular, en lo que ha asegurado es un ejemplo "al azar".
España, un gran equipo
A este respecto, durante el almuerzo posterior, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha definido a España como "un gran equipo, plural y distinto en muchas cosas", y que cuanto más grande sea, más podrá aspirar a ser el mejor. Del mismo modo ha señalado que este salón está asociado con valores como la innovación y el desarrollo, y que todos ellos están ensamblados en un futuro del que nadie va a quedar fuera. "Nos pertenece a todos", ha apostillado.
Rajoy ha señalado igualmente que Barcelona es el mejor ejemplo de que el automóvil es "un vehículo incomparable para la convivencia y para la integración social". "A Barcelona, cuna del motor en España, vinieron miles de personas de otros lugares de nuestra geografía a buscarse su porvenir. Lo encontraron, pero también -ha precisado- recibieron la cálida acogida de una sociedad abierta e inclusiva".
Para el presidente del Gobierno, todos esos ciudadanos se integraron en Cataluña y enriquecieron su tejido social hasta hacerla "lo que es hoy un punto de encuentro, un lugar de convivencia y un espejo de la pluralidad de nuestro país".