Es una marca sin duda diferente, que lleva un camino propio, alejado de tendencias como la electrificación y la conducción autónoma pero sin dejar de trabajar en ellas de cara a un futuro que ven algo más lejano que otros fabricantes. Sin híbridos ni eléctricos en su actual gama, aunque en pleno desarrollo de estas tecnologías para lanzarlas cuando estimen que las necesidades del mercado sean reales, Mazda ha crecido en lo que llevamos de año casi un 37% en un mercado global que lo hace ligeramente por encima del 10%.
Y parte de ese crecimiento está ligado a su modelo estrella, un CX-5 al que en los primeros meses de su lanzamiento no alcanzaban a cumplir con toda la demanda, algo que desde hace unos meses sí están logrando, con una subida de ventas que le ha llevado a ese notable incremento. Junto al CX-3, soportan entre ambos más de la mitad de las ventas de la marca en España, una apuesta al SUV que está dando sus frutos.
Y si en España el momento que vive la marca es óptimo, a nivel mundial no lo es menos, y acaba de alcanzar nada menos que 50 millones de unidades producidas en Japón desde que produjo su primer camión de tres ruedas en octubre de 1931. El objetivo de la marca es vender 1.660.000 vehículos en este año fiscal (desde abril de 2018 a marzo de 2019), al tiempo que planea establecer un marco de producción global capaz de fabricar dos millones de unidades al año en 2024, según ha explicado el fabricante en un comunicado recogido por Efe.
El presidente y consejero delegado de Mazda, Masamichi Kogai, ha destacado que en el futuro, el fabricante "continuará construyendo una marca sólida a través de una variedad de iniciativas". "Las plantas en Hofu e Hiroshima continuarán evolucionando y actuarán como fábricas matrices, desplegando rápidamente sus tecnologías y habilidades en las factorías en el extranjero", ha comentado Kogai.
La fabricación masiva de vehículos con tecnología y diseño de próxima generación comenzará en 2019 y la marca continuará con la expansión de su marco de producción en un "esfuerzo por llevar los vehículos a los clientes lo más rápido posible", ha detallado Mazda. En 1960 Mazda inició la producción del minivehículo R360 Coupe, lo que supuso una "entrada audaz" en el mercado de turismos, ha añadido la marca japonesa.
En 1982 comenzó la fabricación en la planta de Hofu (Japón) y desde entonces las tareas de producción doméstica han sido compartidas entre las plantas de Hofu e Hiroshima. Asimismo, las técnicas y los sistemas de producción flexibles desarrollados en estas plantas han ayudado a Mazda a "hacer crecer su negocio", ha apuntado.
En 2016 y 2017 la compañía tomó medidas para aumentar su flexibilidad de producción para los modelos crossovers, así como para crear un marco capaz de responder rápidamente a los cambios de la demanda.