Según un informe realizado por AEA, el Ayuntamiento de Madrid ha convertido las multas de tráfico en un impuesto más que les permite nivelar los presupuestos municipales, ya que se imponen millones de denuncias para presupuestar unos ingresos que ni siquiera luego se consiguen cobrar. El consistorio madrileño formuló durante el pasado año 2.099.475 denuncias por un valor económico de 206.714.400 euros, un ritmo sancionador de 4 multas por minuto para un censo de 1.642.530 conductores, aunque la mayoría de las infracciones no afectan a la seguridad vial.
En contra de lo reflejado en un reciente estudio de una conocida aseguradora, el informe de AEA señala que la mayoría de las infracciones cometidas en la ciudad de Madrid nada tienen que ver con la seguridad vial (velocidad, semáforos, alcohol y drogas, uso del teléfono, casco o cinturón), y sí con la movilidad, ya que el 65,4% de las denuncias formuladas (1.374.036 denuncias) se refieren a estacionamientos prohibidos.
Respecto a la gravedad de las infracciones, el 72,5% de las denuncias están calificadas como leves; el 27,5%, graves, y tan sólo el 0,4% están consideradas como muy graves, siendo el alcohol y las drogas la infracción prevalente en este grado máximo). Relacionado con el tipo de infracción cometida en la capital (mayoritariamente leves), el informe de AEA revela que los conductores madrileños apenas pierden puntos: Tan sólo el 3,8 % de las denuncias formuladas tenían pérdida de puntos.
Sin embargo, a pesar de ser un porcentaje muy bajo llama la atención que más del 60% de este tipo de denuncias (30.921) conllevan la detracción de cuatro puntos, siendo las que se corresponden con las multas por sobrepasar en rojo el semáforo las que hacen perder puntos a los madrileños. AEA explica este fenómeno en la utilización por parte de las autoridades madrileñas del llamado sistema “foto-rojo” para captar las infracciones de semáforo (21.749 denuncias) que son sancionadas con multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos. Sanciones que, cada vez con mayor frecuencia, están siendo anuladas por los tribunales de justicia porque ofrecen serias dudas jurídicas.
El informe señala que los controladores del SER formulan la mayoría de las denuncias en Madrid, un 56,5%, frente al 25,5% que firma la Policía Municipal, o el 17,5% que corresponden a denuncias de los Agentes de Movilidad, con un importe medio de las multas impuestas de 98 euros. En cinco años, se han reducido las denuncias un 40%. Por último, destaca que en los últimos cinco años se ha producido en Madrid un notable descenso en el número de denuncias, de aproximadamente un 40%, pasando de 3.641.580 en 2011 a 2.099.475 el pasado año.
A pesar de ello, AEA sigue considerando desproporcionado ese volumen de denuncias en relación al parque de vehículos que circula por Madrid y con el censo de conductores, lo que induce a sospechar que las multas de tráfico en Madrid no están cumpliendo con una finalidad correctora de las conductas infractoras. En opinión del presidente de AEA, Mario Arnaldo, “el Ayuntamiento de Madrid ha convertido las multas de tráfico en un impuesto más y ha creado, bajo la bandera de la movilidad y la seguridad vial, una maquinaria sancionadora para nivelar los presupuestos municipales, ya que se imponen millones de denuncias para presupuestar unos ingresos que ni siquiera luego se consiguen cobrar”.
La afirmación del presidente de AEA, viene avalada por los datos contenidos en las sucesivas liquidaciones de los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid: Así en 2011 se presupuestaron por multas por infracciones a la ordenanza de circulación 220.000.000 € y tan sólo se recaudaron 63.887.276 €, es decir, el 33%. El año siguiente 2012, lo presupuestado fue 175.950.000 € y se recaudó 71.734.147 € (también el 33%). El 2013, se presupuesto 118.583.800 € y se recaudó 67.018.779 (34%). Y en 2014, último año liquidado, se presupuestaron 118.583.800 € y se recaudaron 67.018.779 (35,9%).