La ofensiva de Mercedes-Benz con el coche eléctrico va más allá de lanzar modelos de cara a la galería, sino que puede considerarse como una marca en sí misma, englobada en unas siglas, 'EQ', que recogen todo el potencial que atesora ya en el campo de la movilidad eléctrica. Por si fuera poco, contempla millonarias inversiones para seguir impulsando esta tecnología, más de diez mil millones de euros en los próximos años para seguir desarrollando y produciendo hasta diez nuevos modelos completamente eléctricos en este periodo.
Pero además de turismos eléctricos, la electrificación también llegará de la mano de hasta 20 nuevas versiones híbridas enchufables con capacidades de moverse en modo eléctrico cero emisiones por encima de los 100 kilómetros. Y junto al desarrollo de sus futuros modelos, contempla también inversiones de unos mil millones de euros para fabricas propias de baterías, tanto en China como en EEUU.
Para su primer modelo dentro de esta familia, la marca alemana ha escogido el segmento que más crece y que mayor demanda tiene ya, el de los SUV. El EQC 400, con sus 4,76 metros de longitud, es uno de los eléctricos de mayores dimensiones del momento, cuyo precio de venta en España arranca en 77.000 euros. Tiene dos motores, uno por eje que le proporcionan la condición de 4x4, que desarrollan 408 CV de potencia y 760 Nm. Su respuesta resulta inmediata y es capaz de alcanzar los 100 km/h en apenas cinco segundos y de vernos circulando por encima de los 150 km/h en un suspiro... y en silencio.
Con casi dos toneladas y media de peso, sorprende la agilidad con que se mueve en casi cualquier tipo de trazado, gracias a la instantánea respuesta al pisar el acelerador. Una conducción muy gratificante aunque la falta de costumbre lleva a estar constantemente pendiente de la autonomía. Afortunadamente, con el sistema de infoentretenimiento MBUX, interactuar hablando facilita mucho las cosas.
Así, basta con decir «Hey Mercedes» para acceder al sistema y efectuar casi cualquier pregunta acerca del sistema eléctrico. «Muéstrame el flujo energético», «¿Qué ajustes de carga están activos?» o «¿Dónde está la estación de carga más cercana?» son preguntas que el sistema responderá de inmediato. Para la recarga, dispone de serie de un cargador de a bordo (OBL) refrigerado por agua con una potencia de 7,4 kW preparado para el proceso de carga con corriente alterna (CA), tanto en el propio domicilio como en estaciones de carga públicas. El tiempo necesario para una recarga completa depende de la infraestructura disponible y del equipamiento del vehículo en el país correspondiente.
Si se desea acortar este tiempo puede recurrirse a la carga con corriente continua (CC) prevista de serie que harán posible los sistemas CCS (Combined Charging Systems) en Europa y EE.UU., así como el sistema CHAdeMO en Japón o GB/T en China. La carga rápida, disponible generalmente en los postes de carga públicos, puede en unos 40 minutos pasar del 10 al 80%. Y a través de 'Mercedes me Charge', la marca pone a disposición del cliente un acceso preferente a la red de carga más amplia del mundo, con unos 300.000 puntos de carga y —por limitarnos a Europa— más de 300 operadores diferentes de estaciones de carga públicas en ciudades, parkings, autopistas o centros comerciales.
Mercedes me Charge permite también el acceso a las estaciones de carga rápida de la red europea de IONITY. Los tiempos de carga breves son la clave de un viaje agradable, especialmente en largos recorridos. Hasta el año 2020, IONITY abrirá y operará unas 400 estaciones de carga rápida a lo largo de las vías principales de tráfico en Europa, lo que permitirá largos recorridos con el EQC 400 sin problemas de "repostaje".