La Fiscalía de Múnich (sur de Alemania) ordenó este miécoles registros en la central de Audi y otras instalaciones vinculadas al fabricante automovilístico en el marco de una investigación por fraude en las emisiones contaminantes en vehículos diésel en Estados Unidos.
En un comunicado, la Fiscalía confirmó que ha abierto una investigación contra "desconocidos" ante la sospecha de fraude y de publicidad ilegal en la venta en Estados Unidos entre 2009 y 2015 de alrededor de 80.000 vehículos que estaban equipados con el motor diésel V6 de tres litros desarrollado por Audi, filial de Volkswagen.
"Existe la sospecha de que en esos vehículos se instalaron dispositivos técnicos para la manipulación de los valores de emisiones con el fin de cumplir los límites fijados en Estados Unidos, y de que los compradores no fueron informados de los mismos", resumió la Fiscalía.
Existe la sospecha de que en esos vehículos se instalaron dispositivos técnicos para la manipulación de los valores de emisiones", según la Fiscalía
En los registros, realizados en diferentes plantas de Audi y otras siete instalaciones, participan efectivos de diversas fiscalías y de las policías de los Estados federados de Baviera, Baden-Württemberg y Baja Sajonia.
El objetivo es "aclarar qué personas están implicadas en el uso de esos dispositivos" irregulares, cuya instalación no fue comunicada a los compradores, añadió la Fiscalía. Según informaciones del diario "Süddeutsche Zeitung" y la cadena de televisión pública ARD, la Fiscalía de Múnich inició hace varias semanas la investigación.
Otro caso Volskwagen
Se trata, apuntan, de un proceso similar al Volkswagen, que se encuentra en manos de la Fiscalía de Braunschweig y que también comenzó con una investigación sin implicar a ninguna persona en concreto y que ahora se centra en varios responsables y exdirectivos del mayor fabricante automovilístico de Europa.
Volkswagen se declaró culpable ante la justicia estadounidense en el marco de un acuerdo alcanzado con las autoridades del país para resolver el trucaje de casi 600.000 vehículos diésel con un software que ocultaba las emisiones reales de sus motores.
En el proceso en Estados Unidos, según los medios alemanes, Volkswagen reconocía también manipulaciones en vehículos de Audi, información que está estudiando la Fiscalía de Múnich, que ha solicitado la colaboración de las autoridades estadounidenses.
En la acusación de las autoridades estadounidenses se relataba que Audi había desarrollado especialmente para el mercado de Estados Unidos un motor diésel que había sido utilizado en modelos de la marca, de Volkswagen y de Porsche y que tenía un software que podía trucar las emisiones contaminantes al ser sometido a determinadas pruebas.