El Salón del Automóvil de Barcelona se celebró por primera vez en 1919 en el Palacio de las Bellas Artes del Parc de la Ciutadella, donde se exhibieron vehículos de marcas como Hispano Suiza, Elizalde, América o Abadal-Buick, y en 1927 pasó a organizarse en Montjuïc, que lo ha acogido desde entonces con la excepción del período de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial.
Cumplirá en su próxima edición, por tanto, su centenario, ahora reconvertido en el Automobile Barcelona, y prevé exponer más marcas, convertirse en un evento de masas y confirmarse como "un oasis institucional" al que asista tanto la Corona como los máximos representantes del Gobierno español y del Govern.
El pasado martes el rey recibió en el Palacio de la Zarzuela a una delegación del sector de la automoción, encabezada por Lacalle y el presidente de Fira Barcelona, José Luis Bonet, con los que repasó los preparativos del próximo Salón Internacional del Automóvil.
El presidente del Automobile Barcelona, Enrique Lacalle, se ha mostrado optimista respecto al impacto que tendrá la nueva edición del salón, que se celebrará del 11 al 19 de mayo de 2019, y ha pedido para ello la ayuda, en concreto, como recoge Efe, de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
"Necesitamos que Barcelona se implique y se vista de salón", ha subrayado Lacalle, que ha avanzado durante la conferencia de presentación del certamen que planteará esta petición a Colau en los próximos meses.
Entre los elementos que harán del nuevo Automobile un salón de récord, Lacalle ha destacado la presencia de más marcas (en la última edición fueron unas 30 las que aterrizaron en Barcelona), en un momento en que han dado un giro a sus estrategias comerciales y han empezado a ausentarse de las tradicionales ferias.
El presidente del Automobile se ha mostrado confiado en que las marcas valorarán el potencial comercial del salón de Barcelona y optarán por estar presentes en la ciudad. "Las marcas que trabajan bien el salón sacan un rendimiento comercial. Además, Barcelona ofrece una ciudad preciosa y hoteles más baratos que los de Ginebra o Fráncfort", ha dicho.
El recinto de Montjuïc, que ofrecerá 100.000 metros cuadrados, acogerá este evento, que se estructurará en tres áreas: uno dedicado a las novedades de las marcas y a la transformación tecnológica que está dando forma al sector, un segundo en el que se podrán experimentar las nuevas tecnologías y un tercero que propondrá un recorrido por los cien años de historia.
Por primera vez, los visitantes y profesionales que acudan al salón podrán viajar en vehículos sin conductor, entre otras novedades. Para conmemorar el centenario, el salón contará también con un novedoso espectáculo audiovisual de realidad envolvente en el que los visitantes podrán vivir la historia y el futuro del automóvil, además de contar con exposiciones innovadoras.
"Somos la historia de un milagro. Un salón que ha sobrevivido a dos guerras y a la mayor crisis económica y que sigue ahí, vivo, fuerte, actual. Ha sabido innovar y está convirtiendo Barcelona en un referente mundial de las últimas tecnologías del vehículo conectado", ha señalado Lacalle.
En la última edición, el Automobile Barcelona cerró sus puertas con más de 750.000 visitantes y cerca de 80.000 preventas, un 15% más que en el certamen anterior, aún no renovado, según las cifras que dio en aquel momento la organización del evento.