En plena guerra comercial entre EEUU y China con los anuncios de Trump de incrementar los aranceles a la importación de multitud de productos, coches incluidos, el gobierno de Pedro Sánchez, a través de la ministra Reyes Maroto, se encuentra en el país asiático buscando atraer a empresas chinas para avanzar en el desarrollo del coche eléctrico a través fundamentalmente de plantas de baterías en suelo español.
Porque el coste de la batería de un vehículo eléctrico es el principal problema para su desarrollo a gran escala, y su abaratamiento permitiría reducir significativamente el precio de estos coches e impulsar sus ventas. De hecho, según recoge un estudio de la Universidad de Sevilla publicado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en su revista 'Economía Industrial', cada 10% de rebaja en el coste de la batería impulsaría en un 15% la compra de un coche eléctrico.
Y es que España va con mucho retraso en el desarrollo del coche eléctrico, una tecnología que todavía no disponemos en lo que a producción se refiere, con una tímida propuesta por parte de Renault cuando en 2012 comenzó con la producción del pequeño Twizy 100% eléctrico en una planta desarrollada específicamente para este modelo en Valladolid y que supuso ser el primer eléctrico producido en España. Un revolucionario proyecto que no terminó de cuajar en los volúmenes deseados y que terminó a finales del pasado año con el traslado de la producción a Corea.
A cambio, eso sí, la planta vallisoletana será reconvertida en una fábrica de baterías pero para los nuevos modelos híbridos enchufables de la marca que verán la luz en los próximos meses, entre ellos el Captur y el Mégane que serán ensamblados en Valladolid y Palencia respectivamente. Será un primer paso de lo que el gobierno de Pedro Sánchez busca, implantar a gran escala en España plantas de baterías para poder impulsar de verdad la producción de coches eléctricos.
Y para ello, la Ministra Reyes Maroto ha viajado a China, el principal fabricante mundial de vehículos eléctricos, en busca de su experiencia y de posibles alianzas empresariales con empresas chinas que puedan servirle a España para un despegue definitivo de un sector, el de la movilidad eléctrica, en el que estamos a la cola de Europa y a años luz de China.
"El objetivo del Gobierno es que España sea un líder en movilidad eléctrica. Hemos puesto la primera piedra para que esa colaboración entre China y España nos permita generar oportunidades de futuro", ha apuntado a Efe la ministra en una entrevista. Un viaje en el que Maroto busca conocer más de cerca los avances de este sector en China y estudiar las oportunidades que puede tener la industria española del automóvil, así como presentar a España como un lugar en el que invertir.
"Para que realmente se pueda producir una mayor penetración del vehículo eléctrico y que nuestras plantas produzcan vehículos eléctricos necesitamos traer una planta de baterías a España. Ese es un objetivo de este viaje, la atracción de inversiones de empresas chinas a España", ha explicado la ministra.
España, reconoció, va retrasada en el cambio hacia una movilidad sostenible, un retraso que tiene que ver con que "el mercado automovilístico europeo hizo una apuesta por el motor de combustión" que "fue exitosa", aunque ahora "se ha cambiado la percepción, también los fabricantes europeos, de que hay que apostar por la movilidad sostenible", por lo que hay que hacer "una transición ordenada".
China, dos millones de eléctricos en 2020
Aunque año tras año, durante los últimos cinco, la venta de vehículos eléctricos se ha duplicado, en España las cifras todavía son muy pequeñas. Según datos oficiales, en 2018 se vendieron 13.882 vehículos eléctricos y del total de automóviles comercializados en 2018 el 93,3% corresponden a modelos con motor térmico (gasolina o diésel) mientras que el 6,6% se deben a los automóviles alternativos, lo que incluye tanto eléctricos como híbridos.
China, sin embargo, es hoy el principal mercado de vehículos eléctricos del mundo y, según datos oficiales, el año pasado se vendieron más de un millón de unidades, con una subida interanual del 85%. Para 2020 se estima que el dato alcanzará los dos millones de unidades, unas ventas que han tenido mucho que ver con las ayudas a la compra de estos vehículos por parte del Gobierno chino.
Maroto es consciente de que así, apoyando a los consumidores con incentivos fiscales o ayudas es como se conseguirá principalmente el cambio con programas como el Moves que, dotado con 45 millones de euros, está destinado a financiar la adquisición de vehículos alternativos o la implantación de infraestructuras de recarga. "Tenemos que estimular la demanda. El Moves es un buen plan para estimularla pero hay que dar más información a los consumidores", ha apuntado Maroto.
En su viaje a China, Maroto ha visitado varias fábricas de compañías automovilísticas como parte de ese objetivo de estrechar lazos con este sector, un deseo que hoy también se materializó con la firma de un acuerdo entre el ICEX español y la organización china EV100, que engloba a más de 200 empresas del sector del vehículo eléctrico, para establecer un mecanismo de cooperación conjunta.
En palabras de Maroto, "el sector del automóvil y de componentes brinda una gran oportunidad para trabajar de forma conjunta porque ya existen alianzas estratégicas entre empresas españolas y chinas que están siendo muy exitosas". El acuerdo firmado supone para la ministra un paso muy importante para profundizar en el mutuo conocimiento técnico y empresarial de cara a avanzar hacia un modelo de movilidad sostenible. El coche eléctrico, será uno de los protagonistas.