En juego nada más y nada menos que la adjudicación de un nuevo modelo, el tercero, a las líneas de montaje de la planta navarra de Volkswagen. Unas duras negociaciones a tres bandas en las que el acuerdo firmado ahora entre la dirección de la planta de Landaben (Pamplona) y los sindicatos de la misma sobre productividad allana mucho el camino para optar a la adjudicación por parte de la multinacional de la fabricación de ese esperado tercer modelo.
El acuerdo, que se complementa con otro sobre modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo, se remitirá a la central de Volkswagen en Wolfsburg (Alemania), con el objetivo de conseguir la adjudicación del nuevo vehículo que acompañaría en la fábrica al Polo y al recién estrenado T-Cross. En concreto, informa la dirección de la planta en un comunicado que recoge Efe, el acuerdo contiene, entre otras, seis medidas, tres sobre el cumplimiento del programa de producción de 2019 y otras tres sobre competitividad del tercer modelo.
Las medidas de competitividad persiguen la consecución de los objetivos anuales previstos y, sobre todo, el aumento de la capacidad productiva a 1.438 coches diarios con la llegada del tercer modelo en dos fases, la primera en el momento de la adjudicación y la segunda a partir del 4 de noviembre, en ambos casos con cinco coches más por turno. Además, el acuerdo recoge el compromiso de acordar las medidas organizativas necesarias para la preparación de los lanzamientos y la ejecución de los mismos, y las medidas estructurales y de flexibilidad en los turnos de trabajo que se requieran cuando los volúmenes productivos lo exijan.
El acuerdo contempla como puntos de mayor relevancia la generación de empleo fijo por encima del ya pactado en el convenio y la realización de mejoras técnicas en las instalaciones para acompañar la subida de producción. Entre las consideraciones finales de la propuesta se recoge el objetivo de aumentar el número de proveedores en Navarra y, en consecuencia, posibilitar el incremento del empleo asociado en la industria del automóvil.
Estabilidad y futuro eléctrico
El presidente de Volkswagen Navarra, Emilio Sáenz, ha subrayado “el buen entendimiento” existente durante la negociación y “el excelente trabajo en equipo” desarrollado para alcanzar un acuerdo que “nos puede ayudar a afianzar la estabilidad de la planta, en términos de producción y empleo, y a situarnos como una alternativa de futuro dentro del desarrollo que plantea el Grupo Volkswagen en materia de electromovilidad”.
El sindicato UGT ha señalado por su parte en un comunicado que este acuerdo genera "expectativas reales de futuro, en un momento de mucha incertidumbre en el sector" y en ese sentido ha subrayado "la necesidad vital que para VW Navarra tiene que se comience a hablar ya de un modelo que pudiera ser eléctrico o híbrido ante el contexto en el que nos encontramos".
"Por mucho que otros no lo quieran ver o se tapen los ojos para no querer verlo, la realidad productiva de nuestra fábrica es que por nuestras líneas pasan ya más T-Cross que Polos y este nuevo modelo debería ayudarnos a consolidar las producciones actuales pese a que alguno de nuestros modelos disminuya", asevera el sindicato. En cambio, la sección sindical de LAB ha explicado que no ha firmado el documento al estar en contra de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo.
Para LAB el empleo que se genere, que no han cuantificado, debe ser indefinido, no es negociable, pues son nuevos puestos de trabajo, no rotaciones de pausas ni contratos de interinidad. Tras destacar que quiere conocer los criterios de contratación, que deben ser públicos y verificables, LAB considera que la reducción de la jornada de referencia en dos días "es positiva pero insuficiente" y el resto del documento "está vacío de contenido, son declaraciones de interés". Por ello, opina que el acuerdo de tercer modelo "es otro apriete de tuerca en las condiciones de trabajo de la plantilla", que "no ve reconocida su profesionalidad, dedicación y esfuerzo".