El sector del automóvil se encuentra en plena transformación en todos los sentidos, lógicamente también en producción. El cambio de escenarios en lo que al propio concepto de movilidad se refiere y la llegada de nuevas tecnologías alternativas a los combustibles tradicionales está generando todo tipo de dudas en los últimos años, dudas a las que se han visto acompañadas también las numerosas y contradictorias declaraciones desde instituciones públicas poniendo en entredicho los actuales combustibles fósiles, y sin un plan todavía preciso de cómo afrontar el futuro.
Y en España, país en el que el sector de automoción supone nada menos que el 10% del PIB nacional, cualquier mal paso repercute en miles de empleos. No en vano, la caída de la producción de turismos en las fábricas españolas acumula ya siete meses de descensos, y son muchos los que temen por más reajustes en las fábricas a corto y medio plazo. Miles de empleos que afectan a las propias fábricas pero también, y en casi mayor medida, a los cientos de empresas de componentes que abastecen a las grandes fábricas.
Por ello, los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO han destacado la necesidad de atraer inversiones en el sector de componentes de automoción, especialmente baterías, para que la transición del sector se resuelva sin pérdidas en el empleo. Según señalan a Efe, preocupa especialmente saber si las plantas de componentes disponen de alternativas proporcionadas por las propias empresas para continuar o adecuar su producción. En este contexto, las baterías han sido propuestas como una solución de futuro tanto por los sindicatos como por empresas como Gestamp.
Las fábricas de componentes tienen cinco veces más empleados que las de los vehículos según afirma el responsable de automoción de CCOO, Joaquín Ferreira, que además ha recordado que un coche eléctrico tiene un 30% menos de piezas que uno de combustión. Si las fábricas de automóviles pierden producción, las de componentes van detrás. El responsable de CCOO cree que se han juntado varios factores que han perjudicado al sector automovilístico español como las elecciones, la desaceleración económica y la depreciación de la libra y de la lira turca, dos de los mercados donde más se exportaba.
Impuestos al robot
Para buscar soluciones de futuro, el sindicato UGT-Fica ha elaborado un listado de 16 propuestas remitidas al Gobierno y entre las que se encuentra la jornada laboral de 32 horas -cuatro días a la semana-, la ampliación del contrato de relevo o la jubilación a los 60 años con coeficientes reductores como se hizo en la minería, por ejemplo. Asimismo, desde este sindicato también se plantea la conveniencia de implementar un "impuesto al robot" y reclama un plan energético que homogenice los costes con Europa.
UGT-Fica también reclama la elaboración de planes estatales de mejora de contratación de jóvenes y planes de igualdad para todos los centros de trabajo, así como acuerdos para obligar a aplicar el mínimo de las condiciones de convenios sectoriales y para minimizar contratación temporal. Ambos sindicatos coinciden en la necesidad de un "plan renove" de vehículos y otro de achatarramiento que impulse las ventas del vehículo eléctrico y retire de la circulación a los vehículos más contaminantes.
La ampliación, e incluso universalización, de contratos de relevo para más trabajadores es otra de las reivindicaciones de los sindicatos, aunque consideran que es complicado que sea aceptada por el Gobierno, sea del lado que sea. Hay que recordar que el Gobierno aprobó a finales de 2018 la regulación de la jubilación parcial simultánea con un contrato de relevo para la industria manufacturera, de especial incidencia en el sector de la automoción, con lo que esperaba poder asegurar, al menos, 70.000 puestos de trabajo en los próximos cinco años.
Desde CCOO se está haciendo un mapeo del sector para conocer en profundidad cómo afectará la transición ecológica a todos los centros de trabajo de la industria, desde fábricas de automóviles hasta talleres de reparación y gasolineras. Asimismo, Ferreira ha destacado la importancia de que haya Gobierno cuanto antes para retomar el contacto entre los distintos agentes, así como aportar certidumbre a los inversores interesados en el país.
El dirigente del sindicato cree que no se debe ser alarmista y que aún es pronto para hablar de más medidas concretas, pero también afirma que quizá sea tiempo de plantearse pedir planes industriales y de negocio a la hora de negociar los convenios colectivos, "como pedimos aumentos salariales, ya que sin centro de trabajo, no hay aumento salarial".