Es, de momento, la versión más potente y deportiva de la gama Focus, algo que se aprecia a simple vista en el diseño del parachoques, los faldones laterales, el alerón posterior, las llantas de aleación o las salidas del sistema de escape. Por dentro, al ponernos a sus mandos los envolventes asientos deportivos firmados por Recaro denotan ya que estamos ante un Focus muy especial, más aun cuando damos vida al motor y sentimos como ruge el motor con un sonido grave que sale de su escape y que inunda el habitáculo.
No hay que iniciar la marcha para sentir que este Focus es el más deportivo de la gama, algo que se incrementa ya en marcha comprobando enseguida que también las suspensiones son diferentes. Muy firmes en sus tarados, sobre todo en el más deportivo de sus diferentes modos de funcionamiento disponibles , denominado Track, en el que se pasa de tener una suspensión firme pero cómoda a unos tarados muy rígidos e incómodos si el asfalto no está en perfectas condiciones.
Una doble cara que permite disfrutar en el día a día de un razonable confort o de un deportivo casi radical en carretera abierta. El motor de gasolina tiene cuatro cilindros, 2,3 litros de cilindrada y un turbocompresor que le lleva hasta los 280 CV de potencia, todos ellos sobre el eje delantero. Para poder exprimirlos con eficacia incorpora un diferencial autoblocante que permite pisar a fondo a la salida de las curvas manteniendo la trazada con bastante precisión.
Hay que sujetar firme el volante en plena aceleración en curva, pero no desborda ni intimida como para dejar de hacerlo. Además, los neumáticos Michelin Pilot Sport 4S proporcionan un elevado agarre y las ayudas electrónicas entran en funcionamiento pero sin interferir en la conducción. El cambio manual de seis relaciones y recorridos cortos junto al sonido que emite en plena aceleración sin duda transmite sensaciones muy excitantes al volante. No en vano, acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. En opción, estará disponible un cambio automático de siete relaciones con levas en el volante.
También diésel
A finales de año llegará una segunda variante del Focus ST pero con motor diésel. Mantiene los mismos ajustes en cuanto a chasis para disfrutar de las mismas sensaciones al volante y de similar grado de eficacia sobre el asfalto, aunque con 190 CV sus prestaciones no estarán a la altura de su hermano de gasolina. A diferencia de este, no podrá tener opción de cambio automático ni montará el eficiente diferencial autoblocante trasero.
Pero en cualquier caso, con este motor el Focus ST acelera de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y alcanza los 220 km/h de velocidad punta. Cifras propias de un deportivo que se acompañan además de un valor de par máximo que llega hasta los 400 Nm y que se traduce en una capacidad de recuperación en marchas largas que hace muy fácil la conducción.