Trece años después de su fundación, Tesla, el fabricante de automóviles eléctricos de lujo, está empezando a tener un profundo impacto en el mundo del automóvil de Estados Unidos a pesar de su pequeño tamaño en relación con los grandes fabricantes tradicionales.
En 2016, Tesla produjo un total de 83.922 vehículos. En comparación, General Motors (GM), el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos y el tercero a nivel global, produjo en todo el mundo alrededor de 10 millones de vehículos. Y mientras que GM tuvo unos beneficios de 9.700 millones de dólares en 2015 y 9.430 millones en 2016, Tesla perdió 675 millones de dólares tras tener unos ingresos de algo más de 7.000 millones.
Pero a pesar de su pequeña cuota de mercado en Estados Unidos y sus pérdidas, la semana pasada, como recoge Efe, la capitalización bursátil de Tesla llego a 60.380 millones de dólares, por encima de la de GM, que está valorada en 51.480 millones. Mientras que una acción de Tesla se cotiza a más de 357 dólares, la de GM está valorada 10 veces menos, apenas 34 dólares. Las de Ford, el segundo fabricante del país, se valoran en 11,1 euros. Y eso que Ford tuvo unas ganancias récord de 7.400 millones dólares en 2015 y 4.600 millones de dólares en 2016.
En realidad, Tesla se sitúa ahora como el cuarto fabricante de automóviles del mundo en capitalización bursátil, sólo por detrás de Toyota y los grupos alemanes Daimler y Volkswagen. Para muchos analistas, el que Ford, GM y FCA estén invirtiendo y produciendo vehículos eléctricos es consecuencia del creciente éxito de ventas de Tesla.
Como el fundador de Tesla, Elon Musk, recordó el viernes, GM fue el primer gran fabricante que apostó por la tecnología eléctrica cuando, entre 1996 y 1999, comercializó el EV1. Pero en una sorprendente decisión que todavía provoca ira en muchos en Estados Unidos, en 2003 GM decidió cancelar el programa del EV1 y destruir todos los vehículos existentes, pese a las protestas de sus usuarios.
"Pocas personas saben que empezamos Tesla cuando GM retiró forzosamente todos los coches eléctricos en 2003 y los destruyó en un depósito de chatarra", explicó Musk el pasado viernes. "Esto fue hecho contra el deseo de sus propietarios, que mantuvieron una vigilia durante la noche para protestar la muerte de sus coches", continuó. "Ya que las grandes compañías estaban acabando sus programas de Vehículos Eléctricos (VE), la única opción fue crear una compañía VE, incluso si era casi inevitable que fuese un fracaso", terminó diciendo Musk.
Ahora, no sólo Tesla está forzando a los grandes fabricantes a atender el mercado de vehículos eléctricos gracias a su éxito, sino que el estilo empresarial de la firma está impactando a sus directivos.