Aunque se trata de una opción ya disponible por parte del fabricante y de la que disfrutan más de 700.000 turismos de la marca, Toyota quiere introducirlo de serie en todos sus nuevos modelos a partir del próximo año, un sistema que permitirá estar conectados a Internet para seguir el mantenimiento, analizar el rendimiento y poder prevenir posibles averías.
Según el diario económico Nikkei Toyota quiere así que los cerca de 4 millones de vehículos que comercializa anualmente en el mercado interno japonés y en Estados Unidos estén conectados a la red para mejorar el seguimiento y facilitar la comunicación con sus clientes para alertarles de cualquier posible defecto o anomalía que pudiera surgir, una conexión que luego implantaría al resto de mercados mundiales.
Toyota Motor negocia con diversas empresas y proveedores de comunicación inalámbrica en Estados Unidos el suministro de dispositivos que conecten los componentes de los coches a la red. Este tipo de interconexión, que hasta ahora se utilizaba para actualizar mapas y localizaciones en sistemas GPS, enviará la información captada por sensores en motores y otros componentes a los talleres de Toyota para que los técnicos puedan analizar su rendimiento. Esto permitirá predecir posibles averías y recomendar a los conductores que lleven su vehículos a revisión.
