Será la versión más deportiva, y también la más cara, de la gama Q3. Costará algo más de 60.000 euros justificados en una puesta a punto exquisita de un bastidor preparado para digerir los 310 CV de potencia que desarrolla el motor TFSI de cinco cilindros, una mecánica basada en el propulsor que anima a modelos como el RS 3 Sportback, aunque con especificaciones ajustadas a las particularidades del Q3.
Provisto de tracción total quattro y de cambio automático S tronic de 7 velocidades, el RS Q3 acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos, homologando un consumo mixto de 8,8 l/100 km. El funcionamiento del cambio ofrece tres modos diferentes, dos automáticas –estándar o deportiva- y una manual que permite seleccionar la marcha desde las levas del volante o a través de la propia palanca del cambio.
Junto al cambio, el RS Q3 permite también variar la respuesta del acelerador y el sonido del escape a través del sistema «Audi drive select», que ofrece tres programas distintos, «Auto», «Comfort» y «Dynamic».
La suspensión no varía en la configuración respecto a cualquier otro Q3, pero sí en los ajustes de la amortiguación. Tiene muelles y amortiguadores más firmes y una altura de carrocería 25 milímetros más baja, así como un equipo de frenos específicos, con discos delanteros perforados y pinzas de ocho pistones y pintadas en color negro.
Estéticamente, el RS Q3 se diferencia en su frontal por las rejillas de entradas de aire, mientras que detrás lo hace por el difusor del paragolpes o la salida de escape ovalada. Por dentro, cuenta con asientos tapizados en cuero y Alcantara o por el cuadro de instrumentos en fondo gris, que adopta además elementos propios como el indicador de temperatura del aceite, el de presión del turbo y un cronómetro.
Varía también el volumen del maletero, con 356 litros de capacidad, unos 100 litros menos que cualquier otro Q3, en parte por que la batería está situada detrás en lugar de bajo el capó delantero, junto al motor.