Se empezó a vender en su país de origen, Japón, hace ya algunos meses, pero su llegada a Europa se ha retrasado por la necesidad de adaptarlo a las exigencias de las normativas europeas y a los propios gustos de esta clientela, muy diferente a la oriental. Para cumplir con la normativa europea, se ha modificado ligeramente la puesta a punto de elementos como los frenos o neumáticos, anunciando para estas unidades que se comercializarán en nuestro mercado un consumo medio combinado de apenas 1,9 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 44 g/km, fruto de la posibilidad de circular en modo completamente eléctrico con una autonomía de 52 kilómetros. Sin duda, una cifra interesante si de verdad se cumple en condiciones de utilización normal y que permitiría en muchos casos moverse a diario con consumos de combustible prácticamente cero, y con un nivel de prestaciones sin duda interesante, toda vez que alcanza los 100 km/h en conducción con cero emisiones.

El sistema de propulsión cuenta con un motor de gasolina que mueve el eje delantero y dos eléctricos, uno actúa también sobre eje delantero junto al de gasolina y el otro sobre el trasero, lo que le convierte en un SUV de tracción total. El motor de gasolina tiene una cilindrada de 2 litros y desarrolla 121 CV, mientras que los motores eléctricos tienen una potencia de 82 CV cada uno que, trabajando conjuntamente, llega a ofrecer una potencia máxima de 203 CV.

La batería que alimenta a estos últimos es de iones de litio y está situada debajo del habitáculo, manteniendo un maletero con una capacidad de 463 litros, lo que supone una pérdida de algo más de 50 litros respecto al Outlander de tracción total con motor de combustión. Se puede cargar con el propio motor de combustión, con la energía cinética recuperada durante las frenadas o conectándola a la red eléctrica convencional de 230 voltios, necesitando 4,5 horas para cargarse completamente.

Cuenta con un modo de funcionamiento denominado similar al del Opel Ampera, en el que los motores eléctricos mueven las ruedas y el motor de gasolina actúa como generador para suministrar energía a los motores eléctricos. También puede hacerlo de forma contraria, siendo el motor de gasolina el responsable del movimiento de las ruedas ayudado por los motores eléctricos cuando es  necesario. El peso total del Outlander PHEV es de 1.810 kilos, unos 120 más que el Outlander Diesel 4x4.