Cuando Peugeot lanzó al mercado el RCZ en 2010, dio todo un golpe de mano para demostrar que además de modelos convencionales era capaz de producir verdaderos ejercicios de estilo y deportividad que contribuyen sobre todo a reforzar la imagen de marca. Un producto que llegó con las miras puestas sobre todo en el Audi TT, un coupé de gran éxito de ventas y que sirvió de espejo a la marca francesa a la hora de desarrollar su RCZ.
En estos casi tres años, el deportivo francés ha proporcionado grandes éxitos a la marca a nivel mundial, aunque en muchos casos se quedaba algo justo en cuanto a potencia respecto a las versiones más potentes de sus rivales. Por ello, Peugeot ha decidido aprovechar la puesta al día de su coupé para desarrollar una variante bautizada como RCZ-R que, cuando llegue a ponerse a la venta, será el más potente Peugeot de calle jamás fabricado.
Llegará al mercado a finales de 2013, pero la marca francesa ya nos adelanta los principales rasgos que definen a este espectacular coupe, sin duda un deportivo en toda regla que no dejará indiferente a nadie. En su desarrollo se ha confiado directamente en los equipos de Peugeot Sport que han trabajado conjuntamente con los ingenieros responsables de Desarrollo del Grupo PSA para adaptar la tecnología utilizadas en competición al modelo de serie.
Con 260 CV bajo el capó y una estética mucho más sugerente, el RCZ-R cautivará sin duda por su fuerte personalidad deportiva
Así, el motor 1.6 THP de cuatro cilindros ha sido profundamente revisado para elevar su rendimiento hasta los 260 CV de potencia, una cifra que supone una potencia específica de más de 160 CV/litro, una de las más elevadas entre los deportivos de calle. Sin embargo, sus niveles de emisionesde CO2 de quedan en 155 g/km, lo que significa un consumo medio de combustible en torno a los seis litros cada cien kilómetros. Toda una demostración de eficiencia.
Lógicamente, semejante incremento de potencial ha obligado a Peugeot a montar en el RCZ-R unas suspensiones específicas junto a un diferencial Torsen de deslizamiento limitado, que prometen una eficacia y unas sensaciones dinámicas de muy alto nivel. Más firmeza de suspensión necesaria para mantener un elevado aplomo en curva y un diferencial para gestionar los 260 CV que llegan directamente al eje delantero, algo no precisamente sencillo.
Exteriormente, presenta pequeñas modificaciones con respecto a cualquier otro modelo de la gama, reforzando su personalidad con una estética mucho más agresiva. Y por dentro, asientos específicos y materiales de mayor calidad se encargan también de que que el RCZ-R luzca una imagen a sus mandos más sugerente.