Sostiene la viróloga Angela Rasumssen en un reciente artículo que científicos y periodistas hemos dado una visión algo reduccionista de la pandemia, planteando cuestiones de “blanco o negro” que en general merecen muchos más matices. En los últimos meses, esta investigadora de la Universidad de Columbia ha sido una de las divulgadoras más activas sobre el coronavirus en los medios estadounidenses y un referente para quienes siguen su evolución. En la nueva situación pandémica, EEUU y España viven situaciones parecidas y la misma incertidumbre: una escalada de contagios y la posibilidad de que los sistemas sanitarios se vuelvan a desbordar. Charlamos con ella por teleconferencia desde su casa en Nueva York, sobre lo que ya hemos superado y los desafíos que nos aguardan en esta nueva realidad.
En marzo, para explicar lo que sabíamos sobre el coronovarius decíamos que estábamos en una habitación a oscuras con un enemigo desconocido, ¿hemos encendido ya alguna luz?
Creo que hemos encendido algunas luces. Sin duda sabemos más del virus de lo que sabíamos en marzo, sabemos mucho más sobre cómo se propaga, el tipo de situaciones que llevan a más contagios, sabemos cómo tratar a los pacientes de manera más eficiente, pero aún hay cosas que no sabemos. Todavía no tenemos vacuna ni tenemos ningún tratamiento que sea increíblemente efectivo. Todavía no sabemos cuánto te tienes que exponer para ser infectado, si se transmite por gotículas o aerosoles - aunque da un poco igual- , o si puedes ser contagiado a través de los ojos o las heces infectadas. No sabemos mucho sobre las consecuencias a la largo plazo de ser contagiado, pero parece que un montón de pacientes que las sufren, y empezamos a ver que alguna gente podría ser reinfectada, aunque no sabemos con qué frecuencia. Así que la habitación tiene algo más de luz, pero aún estamos en la penumbra.
En esta etapa de la pandemia, ¿no tiene la sensación de que hay una resignación por parte de los políticos y de parte de la población, en el sentido de asumir que nos acabamos contagiando todos? ¿No es eso peligroso?
Sí, creo que es peligroso decir que es inevitable que todo el mundo se infecte y resignarse como si fuera nuestro “destino”. De hecho creo que no es verdad en absoluto. Tenemos alrededor de 160 candidatas a vacunas en marcha, así que no vamos a contagiarnos todos de covid inevitablemente. Aunque eso no quiere decir que debamos dejar de tomar precauciones mientras llegan. Aquí en Estados Unidos, incluido nuestro presidente, se está o bien minimizando la seriedad de la pandemia o bien resignándose a contagiarse, con lo cual hay quien se pregunta qué sentido tiene ponerse mascarilla, quedarse en casa o respetar el resto de medidas. Esto es realmente aterrador, porque no creo que sea inevitable que nos contagiemos todos. Si esperamos un poco, seis meses más, probablemente tendremos un poco más de información sobre cómo están funcionando los candidatos a vacunas y podemos empezar la siguiente fase y salir de esto sin que se contagie todo el mundo.
El gran debate ahora, en EEUU y en España, es qué va a pasar con la vuelta al cole. ¿Cree que es seguro volver en lugares donde hay alta transmisión?
Creo que depende de la zona. En la mayor parte de Estados Unidos no es seguro el regreso, desde luego, y no conozco suficientemente bien España para opinar. Parece que la gente ha asumido que las escuelas son algo separado del resto de la sociedad y si aplicas estas medidas en los colegios, como la distancia física o la ventilación, serán totalmente seguros. Pero la realidad es que los niños no se van a limitar a ir y venir al colegio, todos van a seguir con su vida normal fuera e inevitablemente, si hay transmisión en la comunidad, la gente se contagiara, el virus entrará en los colegios y los niños se contagiarán entre ellos, contagiarían al personal docente, así como la gente más vulnerable en los hogares. Por esta razón creo que los colegios no son seguros para reanudar la educación presencial a menos que tengas un nivel tan bajo de transmisión en la comunidad que haga improbable que alguien vaya a introducir el virus desde fuera.
“Es un error asumir que no pasa nada porque los niños se contagien”
En el mes de abril, con los niños recluidos en casa, los pediatras vieron un pico de casos de un síndrome inflamatorio, ¿no es de esperar que reaparezca si aumenta el número de niños contagiados? Esto a algunos padres nos da miedo.
Absolutamente, esto da realmente bastante miedo. Por suerte, este síndrome multinflamatorio es bastante raro, pero al mismo tiempo no es consuelo si tu hijo es uno de los desafortunados que lo desarrolla, porque realmente es grave. Pero más allá de eso, es verdad que la mayoría de los niños tienen una manifestación leve de la enfermedad, pero no sabemos cuáles son las consecuencias a largo plazo. En algunos jóvenes hay pruebas de que una infección puede conducir a una miocarditis o dejar daños pulmonares. Si el niño se va a contagiar, incluso aunque no desarrolle una enfermedad grave, puede tener daños en los pulmones o los riñones, una enfermedad crónica que le acompañe el resto de sus vidas y que en algunos casos puede acabar produciendo una incapacidad permanente. Así que da mucho miedo, y pienso que es un error que la gente asuma que solo porque la mayoría no suelen pasar la enfermedad de forma grave no pasa nada y está bien que los niños se contagien. A esto tienes que añadir que los niños no viven solos, viven con sus familias, y aquí en Estados Unidos tenemos muchos hogares multigeneracionales y pueden transmitir la enfermedad a personas con comorbilidades. Da mucho miedo y por eso creo personalmente que no se deben reabrir las escuelas de forma presencial en zonas donde hay una alta transmisión comunitaria.
En un reciente artículo usted y otros colegas exponen las falsas dicotomías que se han establecido en la covid. Una de ellas es la discusión sobre cómo se transmite.
Sí, creo que el debate sobre aerosoles o gotículas es una de las discusiones más tediosas sobre este tema. Me parece que buena parte del problema es una cuestión de semántica y tiene que ver con la incapacidad de los científicos de comunicarse entre ellos y también de comunicarse con el público. Personalmente como viróloga, realmente no me importa de qué tamaño son las partículas o si se quedan flotando o si van hacia ti, solo me importa a cuánta cantidad de virus estás expuesto. Y no creo que haya tanta diferencia en términos de lo que tienes que hacer para protegerte de unas y otras. Si estuviéramos en la misma habitación, a menos de dos metros, estaríamos exponiéndonos a nuestros aerosoles respiratorios si no lleváramos mascarilla. ¿A quién le importa si son aerosoles o gotículas? Lo importante es que estás expuesto al virus y tienes maneras de reducir esta exposición y puedes tomar medidas. Básicamente todos estamos de acuerdo sobre lo que pasa, pero no nos estamos comunicando eficientemente entre nosotros y la gente cree que hay un gran debate sobre la transmisión, cuando es un debate sobre la terminología. Es agotador.
"Lo que sabemos cambia constantemente, lo que dijimos en marzo no quedó escrito en piedra"
También se ha extendido la creencia de que hay una gran parte de la población que es inmune de entrada gracias los linfocitos T, ¿cree que los propios científicos y los periodistas hemos contribuido a la confusión?
Una de las cosas que he observado por muchas vías es que el público general no está tan acostumbrado a lidiar con la incertidumbre, ellos quieren respuestas, quieren que los científicos y los periodistas les digamos esto es así y lo sabemos con seguridad. Pero la realidad es que nosotros estamos aprendiendo sobre el virus al mismo tiempo que los demás, y los hechos pueden cambiar, se pueden descubrir nuevas cosas y puedes tener una nueva visión de la situación. Los científicos vivimos con eso todo el tiempo y cambiamos nuestra visión constantemente sobre las cosas, pero la gente no, y ve algo que dijiste en marzo y que ahora ha cambiado y te pregunta si les estabas mintiendo. Es frustrante para todos, pero es como es, lo que dijimos en marzo no quedó escrito en piedra. Y creo que los periodistas están haciendo un gran esfuerzo, sobre todos los que nunca habían escrito de estos temas. Es un gran desafío para todos.
Una pieza reciente en The New York Times, en la que usted aparecía citada, aseguraba que las PCRs no son fiables. ¿No contribuyen estas cosas a la desconfianza?
En este caso era importante distinguir a alguien que se acaba de infectar con alguien que ya está saliendo de la infección. Creo que el titular daba a entender algo equivocado, no hay algo así como pruebas demasiado sensibles, cuando se deben hacer pruebas calibradas de manera distinta que nos den información diferente. Es un debate demasiado técnico. Ahora, después de ver la repercusión que ha tenido, creo que no quedó claro y que debemos explicarlo mejor.
A veces son las autoridades las que nos confunden a todos, ¿cómo se explica que ahora la CDC no recomiende los test a asintomáticos?
Por desgracia, eso no tiene una explicación científica, es una decisión política que tomó la CDC presumiblemente por petición presidencial. Estamos viviendo un tiempo sin precedentes en EE.UU., en el que la FDA y la CDC, dos agencias científicas reguladoras de importancia vital, están actuando por preocupaciones políticas en vez de razones científicas o de seguridad, y es muy problemático. Esto no lo había visto en mi vida, pero hay muchas cosas en la presidencia de Trump que no había visto en mi vida.
"Aprobar una vacuna sin basarse en las pruebas podría ser absolutamente catastrófico"
Algunos países están estudiando lanzar las vacunas sin superar todas las etapas del ensayo, ¿puede acabar siendo catastrófico?
El único país, que yo sepa, que quiere aprobar la vacuna sin ensayos clínico es Rusia. China está haciendo pruebas y solo lo aprobará para algunas personas, pero no está claro. E incluso Rusia parece que hará ensayos de una forma u otra antes de aplicarlo de forma general. Lo que sucede en Estados Unidos es que estos ensayos están siendo acelerados. En este momento existe una posibilidad de que la FDA saque una autorización urgente para el uso de la vacuna justo antes de las elecciones de noviembre, que no estaría basada en pruebas y que, como tú decías, podría ser absolutamente catastrófico. Si la vacuna no fuese efectiva, la gente pensaría erróneamente que está protegida, y si no es segura la gente perdería la confianza en las vacunas. En cualquiera de los dos casos se perdería la confianza, por lo que esto tiene un potencial de ser muy dañino para la salud pública a largo plazo.
“Si tienes mucha gente que enferma, da igual lo bueno que sea tu sistema, puede verse desbordado”
¿Qué opina sobre la nueva situación pandémica? Más que una segunda ola, parece que estos ante una inundación, ¿es optimista o pesimista?
Soy pesimista sobre lo que vaya a pasar cuando llegue el periodo de la gripe. Creo que va a haber más presión en los hospitales por coronavirus y gripe. Me preocupa menos Europa, porque la mayoría de los países europeos tienen mejores sistemas de salud que Estados Unidos. Pero si tienes mucha gente que enferma y va al hospital, da igual lo bueno que sea tu sistema, con el tiempo puede verse desbordado. Y estoy muy preocupada con lo que pasa en Suecia, que ha sido tomada como ejemplo: es verano allí y todo el mundo está en la calle. Cuando llegue el invierno, creo que veremos los casos escalar otra vez.
Acaba de publicarse las primeras pruebas d transmisión de la enfermedad de visones a humanos, ¿cómo cree nos ayuda a entender su origen?
No creo que este estudio nos ofrezca más pistas sobre cuál fue su origen. Sabemos que vino del murciélago, pero desconocemos si pasó por otra especie en su camino hacia los humanos. Este virus puede infectar a otros animales, como los visones, los gatos y los perros. Y que alguno de ellos lo transmitan tiene grandes implicaciones a largo plazo; si estos animales se pasan la enfermedad entre ellos y tienen contacto ocasional con las personas, hay muchas oportunidades, si no tenemos a la gente vacunada, de que este virus emerja de nuevo de este tipo de reservorios en el futuro.
"Esta enfermedad es realmente polifacética, adopta formas diferente en cada persona"
Claramente estamos descubriendo que no sabíamos tanto como creíamos, ¿cambiará esta pandemia la forma en que entendemos los virus y la propia enfermedad?
Sí, los buenos científicos admiten que hay muchas más cosas que no saben de las que saben. No sabemos mucho de cosas como la propia gripe, por ejemplo, no sabemos cómo de grave van a ser cada año las nuevas cepas, debemos ser humildes sobre lo que sabemos de verdad. En cuanto a la enfermedad, lo que hemos visto ahora que la covid ha infectado a millones de personas es que se puede presentar en multitud de formas. Algunas personas tienen problemas clásicos respiratorios, otros problemas gastrointestinales, de riñón, de hígado… Esta enfermedad es realmente polifacética, adopta formas diferente en cada persona; unos son asintomáticos y otros pueden morir, además de todos los grados intermedios. Empezamos a darnos cuenta de que en algunas personas implica consecuencias a largo plazo y no sabemos mucho sobre eso, otros tienen daños pulmonares y muchos quedan con problemas neurológicos, así que creo que esta enfermedad será estudiada durante años. Sabemos que muta menos que la gripe, pero aun así cambiará y tenemos que estar atentos. En general los virus se adaptan a su hospedador, pero también es posible que cambie la proteína “Spike” y tengamos que hacer nuevas vacunas. La clave es que podamos vigilarlo de cerca y estar atentos de cómo cambia. Lo bueno es que muchas de estas candidatas a vacunas se pueden cambiar fácilmente para que sean más efectivas.
Por último, ¿cree que esta pandemia va a marcar nuestro futuro durante las próximas décadas?
Sin duda. Va a ser como la pandemia de 1918, que marcó a una generación, y creo que es algo con lo que vamos a tener que vivir para siempre. Espero sinceramente que seamos capaces de aprender algunas lecciones globalmente, como que la mayoría de países desarrollados no estábamos preparados para algo así y que necesitamos preparar medidas de respuesta no solo para incrementar la vigilancia de cara a predecir la siguiente amenaza, sino crear una respuesta internacional coordinada para actuar de una manera unificada antes de que se desate una pandemia.