Desde que el inglés Robert Hooke la observara por primera vez en el siglo XVII, la Gran Mancha Roja en el hemisferio sur de Júpiter se ha convertido en un misterio. Se trata de una enorme formación anticiclónica, tan grande que podría albergar dos planetas como el nuestro en su interior, que rota sin cesar desde hace siglos.
La tormenta es tan grande que podría albergar dos planetas Tierra en su interior
Una de las características que más intriga a los científicos es el espectacular aumento de temperatura que se registra en la alta atmósfera del planeta justo encima de la tormenta. ¿De dónde proviene la energía que alimenta esta anomalía en el planeta gaseoso? Lo que dicen los datos es que ese calor es mucho mayor del que se generaría simplemente con la energía recibida del Sol, de modo que quedan pocas alternativas: seguramente procede del interior de Júpiter. ¿Pero cuál es la fuente concreta de este calor?
El equipo de James O’Donoghue presenta esta semana en la revista Nature una posible explicación basada en el meticuloso análisis de los datos sobre la mancha roja. Su hipótesis principal es que la propia tormenta, y los gases que circulan en rotación de manera masiva, generan ondas acústicas de energía que calienta la atmósfera superior- un efecto que se ha visto, a escala muy inferior, en las montañas de los Andes.
En concreto, los autores creen que los flujos sobre la tormenta producen ondas acústicas y ondas de gravedad. Estas últimas son como cuerdas de guitarra que vibran al ser pulsadas, mientras que las primeras son resultado de la compresión del aire (ondas de sonido). El aumento de la temperatura a unos 800 km de altitud podría producirse como consecuencia del choque de estos dos tipos de ondas, "como si fueran olas que llegan a una playa".
Esta posible explicación había sido propuesta con anterioridad, pero es la primera vez que se localiza de forma muy precisa la fuente de calor y se obtienen pruebas muy precisas que permitirían el acoplamiento entre las zonas altas y bajas de la atmósfera del planeta.
Referencia: Heating of Jupiter's upper-atmosphere above the Great Red Spot (Nature) DOI 10.1038/nature18940