Hace ahora dos años el gran gurú tecnológico Elon Musk anunció que había invertido más de 100 millones de dólares en una nueva compañía llamada Neuralink con el objetivo de impedir que las máquinas terminen superándonos en todo tipo de capacidades. Su objetivo genérico, según informó entonces, era mejorar las tecnologías que permiten estimular nuestras neuronas y aumentar las capacidades cognitivas de los humanos, “coevolucionar con la inteligencia artificial y conectar nuestras mentes en red”. El propio Musk ha sido el encargado de presentar esta madrugada en California los primeros resultados de la compañía, algo descafeinados dadas las expectativas, que consisten en un nuevo modelo de electrodo con más capacidad para transmitir información, un robot capaz de implantar estos cables de forma automatizada y algunas pruebas exitosas en ratones.
El primer avance, según los propios especialistas de Neuralink, es el diseño de un nuevo tipo de cables flexibles más finos que un cabello humano (de entre 4 y 6 micras de grosor) que causan menos daños en el tejido y pueden transmitir mas información que los dispositivos actualmente disponibles en otros laboratorios como el BrainGate. Este primer implante para leer señal cerebral y estimular las neuronas tendría 3.072 electrodos en cada una de las conexiones y consistiría en 96 cables o hilos. El problema es que, al ser de un material más flexible, los electrodos son más difíciles de instalar, para lo que han tenido que diseñar un robot que recuerda a una máquina de coser y que es capaz de instalar seis hilos con 192 electrodos por minutos de forma automática. El implante de este sistema requeriría perforar el cráneo, pero los cirujanos que trabajan con Musk aspiran a diseñar un día la manera de introducirlos mediante un sistema de láser.
Durante la presentación, la compañía mostró un experimento con una rata de laboratorio a la que se ha implantado un dispositivo con 1500 electrodos y que, según afirman, es 15 veces mejor que los sistemas que se ponen en humanos en este momento. También aseguran que han conseguido que un mono maneje un ordenador mediante este sistema de electrodos, algo que se ha hecho en otros muchos centros. Como los resultados en animales son poca cosa, los responsables de Neuralink anuncian que esperan poder hacer los primeros experimentos en humano en el segundo trimestre del año 2020, algo que está por ver, dado que para ello deben conseguir una amplia lista de permisos.
El objetivo de Neuralink a largo plazo es conseguir insertar estos electrodos en diferentes localizaciones del cerebro y a distintas profundidades para registrar la actividad y en su caso evitar neuronas de áreas como la visión, el lenguaje, el movimiento o la audición. Esto permitiría ayudar a personas amputadas y con lesiones medulares a recuperar movimiento o a otros pacientes a volver a hablar, oír o ver, según sus creadores. Este es un objetivo en el que trabajan desde hace años cientos de universidades e institutos de todo el mundo y que requiere un esfuerzo que va más allá de la enorme inversión que ha hecho Musk. La propia empresa admite que aún están “muy lejos” de poder ofrecer un servicio que pueda estar listo para usarse y ser comercializado, pero el impulso que le ha dado el dueño de la compañía Tesla, promotor de otras ideas poco realistas como viajes tripulados a Marte y túneles supersónicos que conecten continentes, ha despertado una gran expectación.
La aspiración última de Musk es que este dispositivo permita en el futuro conectar nuestros cerebros con potentes ordenadores y ampliar nuestras capacidades gracias a la Inteligencia Artificial. La empresa ha presentado también un nuevo tipo de procesador que es más fácil de leer y amplifica mejor las señales del cerebro. De momento se conecta mediante cables que tienen que atravesar el cráneo, pero el objetivo es conseguir que el sistema funcione de forma remota. Este sería el propósito del “sensor N1” que transmitiría la información a un dispositivo externo y, según el equipo de Musk, podría ser controlado desde una aplicación del iPhone, por ejemplo.
Es un simple anuncio sin muchos resultados sólidos y compite con proyectos igual de potentes
Aunque de momento todo es un simple anuncio sin muchos resultados sólidos y compite con proyectos igual de potentes por parte del propio Departamento de Defensa de Estados Unidos, Musk y los suyos se atreven a soñar con crear una tecnología que permita la instalación de implantes cerebrales de forma tan cómoda e indolora como se hace ahora con la cirugía ocular que permite corregir los problemas de visión mediante láser.