Ciencia

¿Qué hace un astronauta en una cueva?

El español Pedro Duque se adentró el viernes junto con otros cinco astronautas en una cueva de Cerdeña donde descenderán hasta 800 metros de profundidad y permanecerán durante seis días. Next estuvo con él antes de comenzar esta misión de entrenamiento.

  • El astronauta español Pedro Duque durante las jornadas de entrenamiento en cuevas

Cuando ustedes lean estas líneas el astronauta español Pedro Duque estará en el interior de las galerías que hay en el subsuelo de la isla de Cerdeña, a varios cientos de metros de profundidad, tratando de desempeñar una misión con otros cinco astronautas de varias agencias espaciales. "Es como explorar un mundo nuevo, ¡el inframundo!", bromeaba Duque el viernes por teléfono, horas antes de iniciar la expedición. Pero, ¿qué hacen estos seis astronautas en el interior de una cueva?

Se trata del programa de espeleología organizado por la Agencia Espacial Europea (ESA), que se ha convertido en una parte esencial de su entrenamiento. El programa CAVES, acrónimo inglés de ‘Aventura Cooperativa para Valorar y Ejercitar el Comportamiento y las Habilidades’, pretende mejorar el trabajo en equipo de los astronautas y refinar los procesos de toma de decisiones. Además de Pedro Duque, este año participan en la aventura los astronautas de la NASA Jessica Meir y Richard Arnold, el astronauta japonés Aki Hoshide, el cosmonauta Sergei Korsakov, y el astronauta chino Ye Guangfu, el primer taikonauta que forma parte de una de estas misiones .

"Es la primera vez que me meto en uno de estos sitios, hasta ahora cuando había entrado en una cueva había sido con el grupo de turistas", confiesa Pedro Duque, que se muestra emocionado con la idea de participar en un aventura de este tipo y aprender nuevas habilidades. "Las cuevas constituyen una de las pocas áreas que no están en el espacio que están sin explorar, así que nos gustan mucho", explica. Los astronautas se adentraron en el sistema de galerías la noche del viernes y permanecerán allí hasta el jueves, inmersos en la oscuridad y el silencio. "Durante seis días no tendremos ninguna referencia del día y la noche, nos tendremos que orientar por nuestro reloj y por las actividades", indica Duque, quien ya ha tenido la oportunidad de experimentar el rápido intervalo entre el día y la noche a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS).

El objetivo de este tipo de experiencias es doble. Por un lado se pretende enseñar habilidades nuevas a los astronautas y por otro consolidar el trabajo el equipo y los métodos de coordinación. Duque y sus compañeros, adelanta la ESA, aprenderán a llevar a cabo experimentos y a atravesar las cavernas subterráneas empleando un sistema de comunicación y compañerismo como el utilizado en los paseos espaciales. "La gruta no se sabe cuántos kilómetros tiene de largo, parte de nuestro trabajo es cartografiar un trozo más que las expediciones anteriores", nos cuenta Duque. "Tiene partes en las que el movimiento es muy complejo y muy técnico, zonas donde estás a 40 metros de altura, tienes que subir un tubo vertical, meterte por sitios estrechísimos... Está elegida también para que no sea un paseo".

Además de cartografiar una parte desconocida de la cueva, los astronautas deberán desarrollar una serie de actividades científicas, como las que tienen que hacer muchas veces en el espacio. En la parte operativa sí se parece a una misión espacial, explica el astronauta español, "en el sentido de que tenemos que hacer un experimento del cual no somos expertos, todo tenemos que hacerlo solos, tenemos unos procedimientos, unos papeles, unos aparatos que tenemos que sacar con cuidado de las cajas y llevarlos a cada sitio...” En ediciones anteriores, los astronautas trajeron de regreso una nueva especie de crustáceo, y este año llevan equipamiento para hacer nuevos hallazgos. “Tenemos experimentos de microbiología, de medida química de las aguas, de biología macroscópica para buscar crustáceos y tenemos que tomar todo tipo de medidas del entorno", enumera Duque.

Entre las novedades de este año, informa la ESA, los astronautas probarán nuevos equipos para elaborar mapas en 3D de las cuevas exploradas utilizando mediciones fotográficas. Establecerán el campo base en un punto mucho más profundo que en anteriores ocasiones y se comunicarán con el control de tierra mediante xFerra, "un nuevo y potente sistema de comunicaciones que puede transmitir datos atravesando 800 metros de rocas". Aunque los astronautas de la ESA contarán con un equipo de apoyo por si ocurre una emergencia, su situación recordará en cierta manera a la que se vive en el espacio, cuando las comunicaciones se producen solo en determinados momentos y lugares. Respecto a la técnica, Duque reconoce que algunos protocolos, como la manera de colocar los enganches, sí recuerdan a los de los paseos espaciales. "Aquí también hay que ser muy preciso en el uso", asegura. "Hay que enganchar primero una cosa antes de soltar la otra, poner al menos dos enganches en los puntos fijos.... El no seguir estas indicaciones puede tener un desenlace fatal, igual que en el espacio".

"Cada uno sabe de lo suyo, y nosotros sabemos de lo nuestro, que es sobrevivir en el espacio"

Pero no todo lo que se aprende aquí tiene que ver con la parte física. El trabajo entre compañeros y la coordinación es una parte esencial de la experiencia. "Una cosa que me gusta mucho", subraya Pedro Duque, "es que tenemos tres astronautas muy experimentados y tres que no han estado nunca en el espacio y podemos hacer una transferencia de conocimiento". Pero, ¿es un astronauta un buen compañero de aventuras en caso de vivir una situación de supervivencia? "Cada uno sabe de lo suyo, y nosotros sabemos de lo nuestro, que es sobrevivir en el espacio", confiesa Duque. "En la cueva dependemos de los expertos y de lo que nos han enseñado en tres días, así que no, no vamos a enseñarles nada a los expertos en cuevas. Lo que sí podemos enseñarles es a ser eficientes en operaciones, sobre cómo se comunica uno, la logística, los planes, qué objetos hay que llevarse, cómo te los llevas… Todo eso son conocimientos que tenemos más refinados".

¿Se sentirá un astronauta igual de seguro en las profundidades de la Tierra que sobrevolando nuestro planeta a más de 400 kilómetros? “Hombre”, confiesa Pedro Duque, “es lógico que no tengas la misma seguridad y que tengas algunos pequeños momentos de duda. En los entrenamientos lo hacemos más despacio que las personas que llevan muchos años, pero eso es algo que también nos pasó al principio cuando salimos al espacio”.

* Es posible seguir su aventura subterránea en Twitter, con la etiqueta #CAVES2016, y en el blog de CAVES: el equipo promete compartir vídeos diariamente con los progresos logrados.

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