¿Le gustaría conocer el color de ojos de su futuro bebé? ¿Y si tendrá capacidades para las matemáticas o los deportes? Por un módico precio, la compañía BabyGlimpse le ofrece un kit con el que comprobar, incluso, si a su hijo le gustarán más las comidas saladas o los caramelos. Es una de las decenas de empresas que comercializan análisis de ADN para conocer aspectos concretos de la salud de las personas y de su futuro. A partir de una muestra de saliva, prometen ofrecerle información sobre qué alimentos le irán mejor o qué cremas le irán bien para la piel. La compañía estadounidense Orig3n, por ejemplo, promete revelar a sus clientes “cuál es su superpoder”, mientras que o la española 24Genetics ofrece conocer si “te afecta más o menos la cafeína que a los demás o por qué eres más goloso”. El mercado, que empezó abriendo la posibilidad de conocer el origen de nuestros ancestros (23andMe), ha multiplicado la oferta y anuncia ahora kits para analizar las bacterias de nuestro intestino o conocer el ADN de nuestras mascotas.
Alberto (nombre ficticio) es uno de los muchos clientes de este tipo de servicios. Tiene una hija de seis años y encargó un estudio completo de su genoma para conocer los riesgos que puede correr en el futuro. “Hay muchas cosas que pueden afectar a su salud pero que no le voy a decir todavía”, explica a a Next. “De momento sé que desarrollará una intolerancia a la lactosa, así que cuando empiece con las molestias no tendré que estar yendo a la consulta del gastrólogo hasta identificar el problema. Es algo que no habría sospechado”. También tiene datos sobre la tolerancia a las vitaminas de su hija y sobre los fármacos que, como los anticonceptivos, aumentarán su riesgo de trombosis cuando sea mayor. “Es algo que ahora no le interesará, pero cuando toque lo consultaré con su médico”, asegura. Él mismo se ha sometido a algunas de estas pruebas y conoce qué alimentos le van mejor a su metabolismo, una información que, a su juicio, le permitirá tomar mejores decisiones respecto su vida.
Alberto tiene una hija de seis años y encargó un estudio completo de su genoma
Los defensores de esta genética “recreativa” creen que puede ser muy útil para que la gente tome decisiones relevantes sobre su salud, pero muchos especialistas en genética advierten de los peligros de este tipo de productos y de la falta de un marco jurídico claro. “En el campo de la genética hay una burbuja tremenda”, asegura Juan Cruz Cigudosa, especialista en diagnóstico clínico genético. “Por un lado se debe a que ahora la tecnología que permite hacer cosas a un coste bastante asequible”, explica, “y por otro a que la gente de la calle tiene necesidades de información que no tenían antes y creen que deben manejarla. Es muy atractivo pensar que vas a saber lo que va a pasar con tu salud el resto de tu vida”. “En la mayoría de estos casos esto es puro negocio, puro marketing, jugar con correlaciones y convertirlas en certezas absolutas para quien esté dispuesto a pagar por ellas”, asegura Lluis Montoliu, investigador del CNB-CSIC y experto en edición genética.
Para estos especialistas es muy importante subrayar la diferencia entre las análisis para detectar enfermedades y los que simplemente dan información sobre aspectos de la salud como el ejercicio físico y la absorción de vitaminas. Cruz Cigudosa es socio Fundador de NIMGenetics, que diseña sistemas de diagnóstico clínico genético que usan en los hospitales para detectar anomalías genéticas en el feto, pero no ofrece sistemas que puedan usar directamente los consumidores. “La parte clínica en España está regulada por una ley que dice claramente que cuando la prueba genética está orientada a una pregunta clínica primero debe estar prescrita por un facultativo y requiere asesoramiento genético antes y después de hacer el test”, apunta. “El problema es que esa línea a veces no se cumple o se difumina y un test te dice si eres capaz de correr una maratón y si tienes riesgo de tener cáncer de mama. Eso es un fraude de ley”.
El diagnóstico de enfermedades genéticas a través de este tipo de pruebas directas al consumidor está prohibido por ley
Carmen Ayuso, responsable del Departamento de Clínica Genética de la Fundación Jiménez Díaz, recuerda que el diagnóstico de enfermedades genéticas a través de este tipo de pruebas directas al consumidor está prohibido por ley en Europa. “En España, a partir de una directiva europea, el Real Decreto 1662/2000 y 1591/2009, que regula los productos sanitarios, establece que queda prohibida la venta al público de los productos de autodiagnóstico”, recuerda. “Y se prohíbe para no inducir a engaño a la población y para impedir que se genere mucha demanda de asistencia sanitaria innecesaria”, recuerda. “O que suceda al revés, que alguien crea que tiene unos genes estupendos y no haga nada. Al final, esto puede generar un problema de salud pública”. En su opinión, todas estas compañías que sacan kits genéticos al mercado proliferan a medida que se van conociendo detalles del genoma, pero el uso de estos conocimientos no siempre es honesto. “Yo misma investigo marcadores de riesgo de TDAH, y el desarrollo de efectos adversos lo podemos predecir con tres o cuatro marcadores”, explica. “Si yo eso lo patento y lo vendo por correo, mi cuenta corriente se va a alegrar, pero no debo hacerlo así porque se debe utilizar en el contexto clínico para un uso responsable, y no tomar esa información aisladamente”.
La genética del día a día
Más allá de cuestiones clínicas, lo que ofrecen las empresas de análisis de ADN que no se meten en la predicción de enfermedades hereditarias es la posibilidad de mejorar pequeños aspectos de nuestra vida cotidiana. Pero, ¿son fiables en su predicción de estos detalles más inocuos de la salud? “Igual que hay pseudociencia, hay pseudogenética y pseudotests”, asegura Cruz Cigudosa. “Hay test dirigidos al consumidor cuya tecnología es la adecuada y también hay otros que son una fraude, y eso sucede porque no hay una legislación que determine qué tecnología se debe aplicar a cada pregunta”. Para Ayuso, el problema es que con los laboratorios serios conviven muchos otros que no lo son y eso da lugar a engaños y errores. “Además, no todos los vendedores de pruebas al consumidor evalúan los marcadores de la misma manera, por eso ha habido algunos escándalos de errores de bulto en ese tipo de pruebas”, añade. “Salvo pequeñísimas excepciones, la capacidad de predicción clínica de estas pruebas es reducidísima”, advierte. “El fundamento científico de estos test puede ser muy limitado y puede que la persona haya tirado el dinero a la basura”.
“El fundamento científico de estos test puede ser muy limitado y puede que la persona haya tirado el dinero a la basura”
David de Lorenzo, investigador y experto en nutrigenómica, es el jefe científico de la empresa GoGood, que comercializa un primer kit de análisis genético para “proporcionar unas recomendaciones de ingesta óptima de vitaminas para cada persona”. Admite que a algunas de estas empresas “a veces el marketing se va de las manos”, pero cree que el futuro de estas pruebas es prometedor y útil para las personas. “Lo importante es que la mayor parte de las empresas dan una información que es correcta con el análisis que han hecho”, insiste “Siempre hay empresas que se inventan cosas, pero de esas cada vez quedan menos. La idea es que se convierta en una información más que la gente tiene igual que cuando se hace una analítica y modifique tu vida según esos valores, no es algo a lo que haya que obedecer ciegamente”. De Lorenzo está convencido de que cada persona tiene una respuesta única a los factores del ambiente y conocer esto puede ser clave para tener una vida más saludable. “Eso sí, no hay que perder de vista que esto es como una partida de cartas: puedes tener una muy buena mano y perder la partida si eres malo jugando; o tener muy mala mano y ganar la partida porque sabes jugar bien”.
“Hay una expectativa acerca de lo que te va a informar el genoma que es completamente falsa”
Para Cruz Cigudosa, esta interpretación errónea del peso que tiene la carga genética en nuestra salud es el principal factor de confusión a la hora de valorar la importancia de estos test de saliva. “Hay una expectativa acerca de lo que te va a informar el genoma que es completamente falsa”, indica. “¿Tú vas por la calle y dices ‘me apetece hacerme una resonancia porque creo que tengo un problema de salud? ¿O irías antes a un médico?”, pregunta. “Pues aquí lo mismo. ¿Por qué la genética tiene que ser diferente de la radiología? A mí no se me ocurre secuenciarme el genoma completo, ya iré descubriendo, si tengo un problema, cuál es”. “Hay solo unas pocas enfermedades comunes para las cuales se conoce un porcentaje importante del sustrato genético”, añade Ayuso. “El riesgo atribuible a factores genéticos en enfermedades es un riesgo muy pequeñito, mientras que el resto de los factores, como el estilo de vida y los antecedentes familiares, es muy grande”. “La genética es la base, pero el resultado de la persona es la genética más el ambiente”, concluye Cruz Cigudosa. “Hablar sobre test de salud personal cuando hay tanto en el ambiente que modifica la expresión de los genes me parece que directamente es un timo”.