Opinión

Carta a mi padre

Ahora ser padre es algo que hay que esconder. ¿Un día para homenajear a tu padre? Hay que borrarlo

  • La autora del artículo, Rosa Martínez, con su padre de pequeña

Querido papá,

Espero que estés tranquilo y descansando y no pendiente de mí, como has estado toda tu vida. Aunque me dice la gente que seguro que no me quitas el ojo de encima, que sigues cuidando de mí estés donde estés.

Hoy he querido escribirte esta carta porque, a pesar de que ya va para seis años que no estás, aunque pasaran 50, no me olvidaría de quien me lo enseñó todo, mucho menos en un día tan señalado como hoy.

Ya ves las vueltas que da la vida, papi. Tú siempre me decías: "Escribe, escribe. Tú tienes que escribir, no solo porque te gusta, sino también porque tienes un don para eso. Dáselo al mundo". Y yo escribía, sí, pero para mi mundo y para encerrarme en él… Y ahora resulta que por fin se lo doy al mundo, como ninguno de los dos imaginamos jamás.

Últimamente pienso mucho en ti, te recuerdo sentado a la mesa del comedor, abriendo tu periódico de ABC recién comprado en el quiosco de la esquina y, con una taza de café, leyendo esas columnas de opinión que tantos y tantos años te acompañaron cada mañana: Alfonso Ussía, Antonio Burgos… y muchos otros grandes articulistas… Pienso en ti y te imagino leyéndome a mí ahora, henchido de orgullo, y me destroza mi propia imaginación. Cómo duele.

Pero menos mal que el nudo que me aprieta con fuerza la garganta ahora mismo no impide que salgan las palabras a través de mi pluma o mi teclado, porque hoy tengo algo importante que decir, papá, y cuando hablo de ti, la voz aún se me quiebra.

Un audio que envió al grupo de padres de sus alumnos: "No vamos a celebrar el día del padre, ahora se celebra el día de la persona especial"

¿Sabes que desde que te fuiste este mundo se ha vuelto loco? Tú que conoces lo difícil que me resulta aceptar la incoherencia, imagina los problemas que estoy teniendo para vivir en un mundo que no entiendo, para no estar constantemente enfadada con la vida, cuando encima se me ha arrebatado a la única persona que me ayudaba a encontrarle cordura a las cosas.

Dicen ahora que, como hay muchos tipos de familias, el día del padre ya no tiene sentido. Así lo ha comunicado una docente del sistema público de educación de Jaén, en un audio que envió al grupo de padres de sus alumnos: "no vamos a celebrar el día del padre, ahora se celebra el día de la persona especial". ¿Qué te parece? La persona especial puede ser tu tío abuelo Venancio, tu prima Margarita o el vecino del quinto.

Si fuera una chaladura de una desequilibrada que, por mala fortuna, trabaja en un colegio, no habría que preocuparse de nada más que de echarla y mantenerla alejada de los niños. Pero, por desgracia, no es un caso aislado. Hay una tendencia ideológica que no consigo comprender, que se esfuerza por rechazar a los hombres, hasta el punto de que parece que ahora ser padre es algo que hay que esconder. ¿Un día para homenajear a tu padre? Hay que borrarlo. Y no, no tienen la misma coherencia a la hora de borrar el día de la madre. Así que imagina la lucha que tengo ahora mismo en la cabeza.

Que yo sé que soy una privilegiada, porque tú has sido el padre que cualquier hijo querría tener y no todo el mundo tiene esa suerte, pero hay que ser muy ruin para tratar de borrar de la vida de los demás lo que tú no tienes o no has tenido.

Esos niños que no tenían padre no se sentían rechazados, hacían su cenicero como los demás y se lo regalaban a su madre, a su abuelo o a quien a ellos les daba la gana

¿Que hay muchos tipos de familias y en algunas de ellas no hay un padre? Siempre hubo niños en el colegio que no tenían papá y eso no nos impidió al resto hacer en clase un cenicero de arcilla, que se iba a romper a los cuatro días, para regalárselo a nuestro papá, con toda la ilusión del mundo, el día del padre. Esos niños que no tenían padre no se sentían rechazados, hacían su cenicero como los demás y se lo regalaban a su madre, a su abuelo o a quien a ellos les daba la gana. Nos quieren hacer creer ahora que antes éramos más desconsiderados, pero yo creo que simplemente éramos más felices y menos acomplejados.

Gracias a haber vivido en aquellos tiempos, yo ahora tengo una colección de recuerdos en mi memoria de días en los que hice algo especial por mi padre. Días en los que padre e hija fuimos cómplices para hacer algo divertido, algo distinto a la rutina, para darnos la importancia que ambos merecíamos.

Ahora quieren negarle eso a los niños. Y a sus padres. No son conscientes de que no es solo borrar un día, no es cambiar una celebración, es eliminar un montón de pequeños homenajes que servirán de consuelo a esos niños, cuando ya no tengan a sus padres y tal vez ya no sean tan niños. Porque por mucho que quieran difuminar la figura y el papel del padre, por mucho que traten de distorsionarlo y retorcerlo para esconderlo, un padre o una madre son lo más grande que uno puede tener en esta vida, lo que más vas a querer hasta el día que te mueras, aunque ya no esté contigo.

No sé si los padres de hoy dejarán que sus niños vayan a esos colegios donde les meten en la cabeza ideas tan disparatadas como que un padre no es alguien especial

Desde que tu corazón dejó de latir, me aferro a cada abrazo, cada beso, cada minuto que compartí contigo. Anhelo tu olor casi tanto como tus consejos, como tu saber escucharme, y me intento agarrar a que tú, ante todo, querrías mi felicidad, tratando así de hacer algo provechoso con mi vida, con lo que sentirme bien y tú orgulloso.

No sé si los padres de ahora permitirán que les arrebaten a sus hijos la importancia de tener un padre, no sé si dejarán que sus niños vayan a esos colegios donde les meten en la cabeza ideas tan disparatadas como que un padre no es alguien especial, digno de tener un día para homenajearle. No sé si el mundo se ha vuelto loco del todo y dentro de poco la figura del padre ya ni si quiera existirá.

Pero ya sabes cómo soy de cabezota, así que mientras tenga aliento y memoria, nadie, jamás, conseguirá que yo no celebre haber tenido el mejor padre del mundo en, el que siempre será para mí, por mucho que esta sociedad de trastornados me lo quiera negar, el día del padre.

Felicidades, papá. Te quiero mucho.

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