En un vídeo promocional de campaña editado por la coalición opositora que este domingo podría poner fin a casi 21 años de poder omnímodo de Recep Tayyip Erdogan en Turquía, su líder, Kemal Kılıçdaroğlu, aparecía sentado en la cocina de su casa, el cuello de la camisa desabrochado, las mangas arremangadas y sosteniendo en la mano una cebolla, ingrediente esencial en la cocina turca, cuyo precio se ha multiplicado por cinco en el último año. Kılıçdaroğlu, un ex funcionario de 74 años de hablar pausado, intentaba explicar a los votantes cómo la inflación que padece el país a consecuencia de las desastrosas políticas económicas de Erdogan ha afectado a todos los hogares: “Ustedes saben que cuando yo llegue al poder volverá la democracia, fluirá el dinero, regresarán las inversiones, la moneda se apreciará y tendremos prosperidad”, recitaba el candidato sonriendo a la cámara. “Pero si Erdoğan se queda, esta cebolla que tengo en mi mano y que ahora vale 30 liras en el mercado llegará incluso a superar las 100”.
Es evidente que 85 millones de turcos se juegan este domingo mucho más que el precio de una cebolla. Alguien ha escrito estos días que la Turquía de 2023 se encuentra en una encrucijada histórica parecida a la que enfrentó Alemania en 1933, año en que el partido nazi se hizo con el poder poniendo fin a la República de Weimar. Y tiene razón, porque lo que ocurra en las elecciones presidenciales y legislativas de hoy domingo en primera vuelta (y el 28 de mayo en caso de ser necesaria una segunda), tendrá un indudable impacto en el destino de la nación euroasiática, en el futuro de la OTAN, en el equilibrio estratégico dentro del continente, en el resultado de la guerra de Ucrania y en el futuro de Vladimir Putin, gran aliado de Erdogan y, en definitiva, en la suerte de las democracias parlamentarias, cada día más interpeladas por las autarquías que dominan hoy gran parte del globo. Curioso, o quizá no tanto, que esa potencial segunda vuelta turca coincida con la fecha de las elecciones autonómicas y municipales españolas en las que Pedro Sánchez, un émulo en tantas cosas del reis (jefe) turco, se juega también su futuro.
Con el Parlamento reducido a papel mojado y las libertades públicas muy recortadas, la vida de los turcos quedó sometida al férreo control del EPK, dueño del aparato del Estado, sin más salida para la oposición que el silencio, la cárcel o el exilio forzoso"
Se suele hablar de dos etapas claramente diferenciadas en la vida del fundador del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) como presidente de la república turca. Positiva, en líneas generales, la primera, con la puesta en marcha de un proyecto de desarrollo generalizado del país, con fuertes inversiones en infraestructuras, muchas de ellas con participación de capital extranjero, mejora general de las condiciones de vida y acercamiento a la Unión Europea. Las cosas comenzaron a cambiar justo 10 años después, con motivo de las violentas protestas desatadas en 2013 en Estambul a cuenta de un desarrollo urbanístico en el parque Gezi al que se oponían gran parte de los residentes. Para sorpresa de muchos, Erdoğan respondió con una violencia inusitada a las algaradas. Su deslizamiento hacia el autoritarismo se aceleró en julio de 2016, con ocasión de un supuesto intento de golpe de Estado que para muchos no fue sino un autogolpe destinado a acabar con la disidencia a su Gobierno. Allí Erdogan se quitó definitivamente la careta, desencadenando una feroz represión que incluyó la depuración del Ejército, la policía, los servicios secretos, la administración del Estado, los medios de comunicación, la universidad, etc. Las instituciones democráticas y el Estado de Derecho quedaron seriamente tocadas, proceso que culminó con el referéndum que en 2017 le otorgó poderes extraordinarios. Con el Parlamento reducido a papel mojado y las libertades públicas muy recortadas, la vida de los turcos quedó sometida al férreo control del EPK, dueño del aparato del Estado, sin más salida para la oposición que el silencio, la cárcel o el exilio forzoso.
Como buen dictador vocacional, Erdogan puso toda la carne en el asador del desarrollo (el PIB turco fue de 862.011 millones de euros en 2022, frente a los 1,327 billones de España el mismo año) dispuesto a promover el crecimiento a toda costa financiado con la maquinita de imprimir billetes (se ha cargado a tres gobernadores del banco central en otros tantos años). El resultado de esta política, con repudio a la subida de tipos a pesar de la inflación galopante, ha llevado a las finanzas públicas del país al borde de la suspensión de pagos, cosa que hubiera ocurrido sin los préstamos de emergencia con los que Rusia, Arabia Saudita y Qatar acudieron en su socorro. El déficit de cuenta corriente y la fuga de capitales –lo mismo que la deuda externa- se han disparado, provocando el desplome de la lira que ha perdido más del 70% de su valor en un año. La crisis, de extraordinaria violencia, ha caído como una losa sobre el pueblo llano. Aunque la inflación se ha reducido oficialmente del 85% al 50% anual, el guarismo real supera con mucho ese porcentaje. El paro afecta al 23% de la población activa, y el empobrecimiento de la población se manifiesta en una caída de la renta per cápita de 12.600 a 7.500 dólares en los últimos 10 años.
Crecientemente cuestionado, Erdogan no ha dudado en meter mano en la caja para frenar el descontento social mediante el acrisolado método de la compra de voluntades con dinero público, método al que tan aficionado es también nuestro Sánchez pintón"
Crecientemente cuestionado, Erdogan no ha dudado en meter mano en la caja para frenar el descontento social mediante el acrisolado método de la compra de voluntades con dinero público, método al que tan aficionado es también nuestro Sánchez pintón. Así, ha subido un 30% el salario de los funcionarios, ha disparado el SMI en un 200% desde enero de 2022, y ha ofrecido jubilaciones anticipadas en condiciones ventajosas a casi 2 millones de empleados públicos, entre otras medidas que agravan los desequilibrios macro de la economía turca y retroalimentan la inflación. Las promesas electorales del nuevo sultán han alcanzado niveles de auténtica orgía –gasolina gratis durante un mes, por ejemplo- en las semanas previas a la decisiva votación de este domingo, un fenómeno paralelo al que estamos viviendo en España gracias a la magnanimidad de nuestro particular “reis” con el dinero del contribuyente. Cualquier promesa es poca para un Erdogan contra las cuerdas desde que el terrible terremoto del 6 de febrero arrasara la región más oriental del país causando más de 50.000 muertos, tragedia que puso en evidencia las miserias de un Estado incapaz durante días de prestar los primeros auxilios a las víctimas, e incapaz también de atender las necesidades de los cientos de miles que han quedado a la intemperie tras perderlo todo. Ineficacia y también corrupción, corrupción al por mayor propia de un Estado de partido único en el que, fuera del AKP y de los clérigos islámicos, no hay vida.
Es otra de las características del régimen turco. La islamización acelerada que Erdogan ha sometido al país acabando con la Turquía laica de Mustafa Kemal “Ataturk” (“padre de los turcos”), centrada en la construcción artificial de una identidad imaginaria, la del “nuevo turco sunita” que se proyecta sobre la negación de los armenios, los griegos, los judíos, de los alevíes pero también de los dönme (grupos etnoreligiosos), la persecución de los kurdos pero también de los lazes o los zazas (minorías étnicas), una fantasía alimentada por el combustible xenófobo de un nacionalismo que necesita una política exterior agresiva, reclama una proyección imperialista para sobrevivir, lo que ha convertido a Turquía, paradójico miembro de la OTAN, en una potencia desestabilizadora en toda la región, en el Cáucaso –pobre Armenia, víctima irredenta del genocidio cometido por los “Jóvenes Turcos” entre 1915 y 1923 (“Los Cuarenta Días de Musa Dagh”, de Franz Werfel)-, en Nagorno-Karabaj, en el Egeo –Grecia de nuevo contra las cuerdas-, en Chipre, en los Balcanes, en Bosnia, en Kosovo. Sin olvidar Asia Central –Siria como zona de operaciones- y África Subsahariana. Y ahora, como guinda del pastel, Ucrania y su alianza con Putin. Si el tirano ruso se perfila como un nuevo zar dispuesto a reinventar la Rusia imperial, Erdogan es el nuevo “sultán” que sueña con reeditar el Imperio Otomano que el final de la I Guerra Mundial se llevó por delante.
Pero esta vez hay una salida para Turquía. Una puerta a un futuro mejor que podría abrirse este domingo, porque, por primera vez desde 2014, el autócrata Erdogan, impulsor de un culto a la personalidad capaz de rivalizar con el de Kim Jong-un en Corea del Norte, puede ser derrotado. Su verdugo se apellida Kiliçdaroglu, un nombre casi impronunciable en español, conocido como el "Gandhi turco", miembro de la minoría aleví, reconocido economista y personalidad tan respetada como escasamente carismática, “un burócrata jubilado de voz suave”,que dirige el primer partido de la oposición, el Partido Popular Republicano (CHP) fundado en 1923 por el propio Atatürk. En torno a él se agrupa una oposición variopinta de varios partidos, seis en total, que, tras ímprobos esfuerzos, han logrado acercar posturas con un único objetivo in mente: poner a Erdogan en la calle y devolver Turquía a la esfera de las democracias parlamentarias. La balanza podrían inclinarla los llamados “conservadores inquietos”, gente que ha votado Erdogan en el pasado pero se ha visto muy castigada por el deterioro económico, unos 5,3 millones de nuevos votantes jóvenes, y naturalmente los kurdos, alrededor del 18% de la población. Y si la victoria no parece fácil, más difícil aún resultaría la formación de un Gobierno entre seis partidos que apenas comparten la voluntad de acabar con el déspota.
Pero esta vez hay una salida para Turquía. Una puerta a un futuro mejor que podría abrirse este domingo, porque, por primera vez desde 2014, el autócrata Erdogan, impulsor de un culto a la personalidad capaz de rivalizar con el de Kim Jong-un en Corea del Norte, puede ser derrotado"
No será fácil, repito, y no tanto por lo apretado de las encuestas como porque el “reis”, a quien el periodista francés Nicolás Cheviron, autor del libro “Erdogan, ¿El nuevo padre de Turquía?” define como “un auténtico animal político, dotado de un instinto extraordinario, sin escrúpulos, capaz de todos los arreglos posibles para subir peldaños” (¿les suena, no?), está dispuesto a todo con tal de mantenerse en el poder; un jefe a quien Financial Times definía días atrás como “un autócrata envejecido que acusa a la oposición de ser enemiga de Turquía, de “mendigar” ante Occidente, rendirse al FMI y estar dominada por el lobby LGTBI, además de alinearse con el terrorismo kurdo”. El pack completo. Además de sacar provecho de una escandalosa ley electoral hecha a su medida en abril de 2022, la oposición recela del riesgo de fraude centrado sobre todo en la manipulación del voto de los 3,5 millones de desplazados por el terremoto del 6 de febrero, al punto de que solo una victoria electoral clara de Kılıçdaroğlu aseguraría su derrota.
Lo que hoy, cien años después de la fundación de la República por Atatürk, ocurra en Turquía será muy importante, tal vez decisivo, no ya para el futuro del propio país, que va de suyo, sino del de Europa, naturalmente para la OTAN, desde luego para la solución del conflicto ucraniano y el destino de Putin, y más ampliamente para las democracias parlamentarias, enfrentadas hoy a la amenaza creciente de los populismos autoritarios en las cuatro esquinas del planeta. Por el tamaño de su población, su potencial económico y su ubicación estratégica, el potencial desestabilizador de Turquía para la UE, al margen de otras zonas geográficas, es muy alto. Una Turquía con un Gobierno al frente capaz de restaurar el Estado de Derecho y las libertades fundamentales, con separación de poderes, justicia independiente, medios de comunicación libres, educación laica, y apertura a Occidente, se convertiría en un decisivo factor de estabilidad y progreso para los amantes de la libertad en todo el mundo. Tras lo ocurrido en Chile el pasado fin de semana, la caída del déspota Erdogan, con quien Sánchez comparte tantas “virtudes”, sería la segunda de esa trilogía de grandes noticias con la que sueñan los demócratas españoles: la victoria de la oposición este 28 de mayo y, sobre todo, en las generales de fin de año. La democracia en Turquía se ha reducido hoy a elecciones cada cinco años, un riesgo al que camina aceleradamente España de la mano de Sánchez y sus socios. Sánchez y su banda. "Hay cosas que pueden ser legales, pero no decentes", ha dicho el fatuo en Washington, en referencia a los etarras incluidos en las listas de EH Bildu, y al hacerlo ha pergeñado un perfecto retrato de sí mismo y de este PSOE que camina por la política del brazo de los herederos de ETA: un presidente legal, pero no decente. Un indecente. Un Gobierno legal, pero ilegítimo.
Tamuda
¿Cuánto habrá que seguir aguantando la estupidez revolucionaria de los evangelios democráticos?
Tamuda
Esa visión del mundo que dibuja unas democracias parlamentarias acosadas por “autarquías”, que quizá quiso decir autocracias, cada día parece más la extroversión de una paranoia propia de la debilidad y el pesimismo con que Occidente se enfrenta actualmente a la historia. Un Occidente acobardado, envejecido, agotado, sin esperanza, que en todo ve peligros, amenazas y enemigos. La visión de Washington, la visión de la UE. Una visión paralizante que impide abordar los desafíos de la historia de modo positivo. Una visión que en el fondo, lo que viene a decir es; “el que no es igual a nosotros, es un peligroso enemigo, al que hay que convertir como sea, incluso por fuerza, a la evangeliología democrática”. En síntesis, una especie de fanatismo religioso ateológico. Y luego está la leyenda de que en un tiempo pasado existió una Turquía laica y la religión salió de lo público para encerrarse en lo privado, como hacen los buenos luteranos. Una leyenda que nunca ocurrió pero que parecía real porque unas élites urbanas intentaban mimetizarse con las occidentales. Cuando como consecuencia de la urbanización y de la educación, las poblaciones turcas masivamente empezaron a participar en la vida política, el espejismo de una Turquía kemalista, se desvaneció. El experimento revolucionario kemalista era tan absurdo como el bolchevique de Lenin, o el de R. Palevi en Irán o ese último dirigido por la OTAN en Afganistán. Experimentos utópicos que intentaron fabricar mediante alquimias revolucionarias una persona nueva, un turco nuevo laico, un ruso nuevo comunista o un afgano parlamentarista, a partir de una materia prima a la que se tiene que despojar de su historia, de sus creencias y de sus costumbres. Es decir, que no existe la condición humana concreta, histórica, real, sino que el hombre es una plastilina que se puede moldear aplicando la voluntad política. Todos esos experimentos revolucionarios, más pronto o más tarde, han terminado cayendo para devolver a esas poblaciones a su tradición histórica esencial, a su lugar histórico natural. Pero los sueños políticos de este Occidente postrimero siguen siendo los sueños revolucionarios, ya como nostalgia de una poblaciones envejecidas, sin energía, pero tan fanáticos como los jacobinos. El gobierno de España, el de casi todos los países europeos, el de la UE y el de los EEUU y sus satélites, son gobiernos kemalistas, experimentalistas y revolucionarios. Los herederos de los bolcheviques.
Beltxa
La X de los GAL y el hermano de GUERRA, Juan robando en en despacho de GUERRA ahora te caen bien? Venga vete a cascarla burro@
Vayatoalla
Se queda a solo tres décimas de la mayoría absoluta contra una coalición de 8 partidos con programas e ideologías tan contrarias que además recibían ordenes de EEUU, estuvieron involucrados en un intento de golde de estado y que de haber conseguido ganar las elecciones, Turquía no tendría un gobierno estable hasta que hubieran nuevas elecciones. Señores, los turcos son menos tontos de lo que le gustaría al imperio anglosajón y sus lacayos de la Unión Europea. Pues ajo y agua señores, hay gentes más dignas en Turquía que en todo occidente junto.
Leonidas
Pues verá usted: si lo que van a cambiar es la influencia de Putin por la de los corruptos de la OTAN, apañados vamos. Auguró un negro destino para Europa, ya sea por el sur o por el norte, y por supuesto mientras la industria del armamento americana e inglesa hace caja
Valoriano
De acuer con el artículo del sr.Cacho que es su opinión. Algunos estarán de acuerdo y otros no pero eso es la democracia.
Thermidor
Sátrapas son los que quieren acabar con él para dar más poder a la OTAN. No se debe vender la piel del oso antes de cazarlo.
Gordon
En Turquía Frankestein sí os gusta, ¿eh? A mí también. Pero vamos, que comparar a Sánchez con Erdoğan y a España con Turquía ya me parece mucho
Pelosi
Por cierto, vaya tela, el Felón dando la rueda de prensa después de ver a Biden ¡en el parking!, ¡que desprecio!…todo el ego del menda, su dentadura de tornillo y sus trajecillos de sastre barato, por los suelos… ¡Que te vote Chapote!
Vortington
Siempre espero el articulo del fin de semana de Cacho, me ha sorprendido que se entretenga con el sátrapa turco, teniendo tantos y tantas que diría el "progreso" por aquí, también es cierto que conviene destacar que es, el turco, aliado de referencia de nuestros miserable socialistas, ¿Por qué será?. He visto algunos comentarios acerca de la posición de Turquía sobre la entrada de Suecia en la OTAN, he de decir que me ha dado envidia, si, un paisucho como Turquía dictadura desde no me acuerdo cuando, le canta las cuarenta a la OTAN y a la ¿poderosa? USA en defensa de sus intereses, mientras tanto nuestro fantoche se pavonea por Washington y a nuestras tropas las mandan frente a los rusos y yo me pregunto ¿hemos pedido acaso que la OTAN incluya como territorio español a Ceuta y Melilla?, a que no.
Emilezolacuso
¿Sátrapa? Será por eso que la UE lo considera socio preferente. Será por eso que la UE encantada de la vida con el sátrapa español. Será por eso que son los sátrapas los que gobiernan el mundo mundial. Curiosamente, especie la de los sátrapas, con la que quería acabar DONALD TRUMP.
Beltxa
La X de los GAL y el hermano de GUERRA, Juan robando en en despacho de GUERRA ahora te caen bien? Venga vete a cascarla burro@
ma
Y qué opina Cacho sobre el portaaeronaves que les hemos vendido a Erdogam, y el próximo más grande y más capaz que quieren que les ayudemos a construir?
ma
"la persecución de los kurdos, PERO también la de los..." Pues no, estimado Javier. Se dice Y, no pero. Por otra parte, ya advertía Arnold toymbee sobre las civilizaciones aparentemente desaparecidas que, dadas las condiciones necesarias, volvían a la vida. Todo es cuestión de mentalidad. La mentalidad de un cierto tipo de español, acomplejado por factores personales y peleado con el mundo, como me tocó el otro día en Avis-T1: devuelvo el coche, como he hecho tantas otras veces, después de haber llevado el gato al veterinario en su transportin. Después de estar un rato con el empleado, le advierto que se me rompió un saco de arena y en el maletero quedan algunos granos de la misma. Pues el tío vuelve después de bastante tiempo diciendo que él es alérgico al pelo de gato y que hay pelos por todas partes, lo cual es evidentemente mentira, me mete en consecuencia un pufo de 50 euros por la futura limpieza, que no debe ser mucha porque yo mismo tiré una botella del anterior cliente, y no es la primera vez. Dando cuenta en la valoración online, me responde un tal Fernández, que yo creo que es el mismo, y ya no dice nada de la alergia pues evidentemente conmigo no notó ninguna como refutaba. Empieza a decir simplezas sobre el cuidado con nuestras mascotas y otros argumentos de niño al que pillan mintiendo. Es decir, si tenéis perro o gato, no contestéis con Avis porque os podéis encontrar desagradables sorpresas.
gwy
"La islamización acelerada que Erdogan ha sometido al país" Pseudoperiodistas analfabetos. Será "con la que Erdogan ha sometido al país" o "a la que Erdogan ha sometido el país". Es imposible encontrar ya un digital que no patee el idioma en el que se supone que están escritos sus artículos.
Talleyrand
La primera vez que estuve en Turquia (hace ya demasiados años) habia toque de queda y las calles estaban controladas por militares. Yo era un crio con ganas de comerme el mundo. Descubrí quien fue Atatürk (por cierto para los que buscan analogias...ata---aita una de las formas de padre en turco y euskera), vi la pelicula America America de E. Kazan... La Turquia contemporanea es fruto de un genocidio bien organizado llevado a cabo por los "Jovenes turcos" partido de Atatürk, radical que suprimió la escritura arabe incorporando la occidental imitando la alemana y quiso uniformar la Nación a sangre y fuego sobre las minorías. Mis amigos griegos me hablaron de la tragedia de Esmirna donde sus antepasados fueron masacrados (1922). Dicen que los nazis, ante el silencio cómplice de occidente de lo ocurrido con Armenios y griegos, no tuvieron reparos en hacer realidad su Endlösung. Stalin tampoco titubeo en Katyn. Churchill tampoco en Dresden y Truman en Hiroshima. Turquia es occidental y oriental a la vez. Moderno y antiguo, progresista y ultraconservador. laico y musulmán. Amable con los extranjeros y soñador de un imperio pasado. Todo eso también lo es Erdogan, el nuevo dictador que sobre todo es militarista. Ha favorecido una formidable industria de drones y otro tipo de armamentos a nivel puntero y amenaza ya zonas del Mediterráneo como Libia, y por descontado las islas del Egeo, Chipre y media asia menor. Turquia es miembro de la Otan pero compra armamento a Putin. Es una forma de marcar paquete Turquia esta entre dos aguas (nunca mejor dicho) y sueña con su imperio. Es una oportunidad y un peligro para occidente. Que se lo pregunten a los griegos...o en Armenia.Azerbayan..Un negocio para Navantia porque queda muy lejos de España. La oportunidad de volver al lado occidental y su cultura puede abrirse con un cambio o cerrarse casi definitivamente. Un foco de desestabilización que solo se mantiene por la fuerza o una sociedad mas abierta y mas cercana a nosotros. Si nosotros lo hicimos, porque ellos no?
Kj26
Turquía es una pieza fundamental en la geopolítica mundial Está en oriente medio y tiene fronteras con: Siria, Irak, Irán, Armenia y Georgia, Bulgaria, Grecia y cerca de Chipre. Tiene la mitad de las costas del mar negro, y la otra mitad se la reparten: Bulgaria, Rumania, Ucrania y Rusia. Pertenece a la OTAN, pero compra armas a Rusia y le vende drones. Lo más importante es qué papel jugará si en algún momento explota el polvorín de Oriente Medio. Ha habido momentos en los que se ha acercado a Israel, también los ha habido que ha cortado las relaciones. Irán se acerca peligrosamente a la bomba atómica, a la vez que amenaza la existencia de Israel. Israel dice que cuidado con amenazar su existencia porque le obligaran a atacar. USA parecía realmente interesada en frenar la adquisición de la bomba por Iran, ahora no está claro su posición, probablemente porque ya la han conseguido aunque de cara a calmar a los occidentales digan otra cosa. En este momento se están moviendo las relaciones en oriente medio. Parece que Israel se acerca a emiratos árabes y Arabia Saudita. Parece que China acerca a Arabia Saudita e Irán. Es muy probable que estos movimientos sean previos a una gran escalada. Por el momento, los palestinos lanzan centenares de miseles cada día a Israel. En medio de todo esto y moviendo los hilos está Erdogan/Turquía. Erdogan es presidente desde 2014, antes había sido muchos años primer ministro. En el golpe de 2018, se hace con todo el poder y persigue a la oposición que no le conviene. Parecería que lo lógico sería que si no hay pucherazo perdiera las elecciones. En Alemania hay casi 3M de habitantes de origen turco, 1,5M conservan la nacionalidad y el derecho a voto. No es evidente que los votantes turco-alemanes voten a la oposición. Más bien parece que el resultado va a estar muy igualado. El miedo que existe es que ante un resultado muy igualado, Erdogan anule las elecciones. Ya lo hizo con las elecciones a la alcaldía de Ankara. Esta técnica es la que los asesores de Maduro le aconsejaron en las paadas elecciones al parlamento: "No salgo elegido, anulo las elecciones". Ojo parece que Sanchez le encantaría seguir el camino de Erdogan. Asumir todos los poderes como hizo Erdogan en 2018, alegando situación extraordinaria, o anular las elecciones si el resultado no le gusta. Peligroso, peligroso....
Boswell
Pues apreciado Jesús... Yo creo que eso está por ver, el crespúsculo o caída del sátrapa Erdogan. Si algo distingue a un sátrapa (mira, Sánchez, Maduro, Castro, etc...) es su voluntad de retener el Poder como sea. Jamás juegan limpio. Y además, han tenido tiempo suficiente para adueñarse del Estado, como si fuere un cortijo, y haber eliminado cualquier contrapoder o contrapeso. Además, siempre existe un último recurso: el asesinato político. Que se lo digan a ese fiscal argentino que investigaba a la Kirchner..., y tanto otros casos y misteriosos "accidentes". Que se lo digan a Epstein, también.
vallecas
La "democracia" actual no funciona y hay que reformarla. Como un edificio de viviendas imponente de altísimo valor estructural y arquitectónico construido hace 100 años que necesita actualizaciones
Pelosi
Turquía, que se permite el lujo de vetar la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, cuando es ella la que debería ser expulsada de inmediato del Pacto. Gran colega del eje Chino-Ruso y de los sátrapas iberoamericanos a quienes ayuda a blanquear sus robos (recordemos las maletas de Delsy), y hermano del Régimen que en España comienza su andadura con las bombas de Rubalcaba el 11-M y que llega a su zenit con el Felón y su Banda. Pues este sujeto tiene a Indra muy activa en su territorio…Y ya sabemos qué pasa si Indra se encarga del recuento…Erdogan: in office forever. Y en España, el CIS de Tezanos nos lo avisa en cada encuesta: volverá a ganar nuestro sátrapa y su Banda, y España se acabará… Cuando medios como La Sexta llevan meses aclarando que Indra no recuenta los votos en las elecciones (no los recuenta pero los totaliza y los gestiona, peor) es que algo se cuece…ya pasó en Andalucía con el voto a VOX… Ya hay etarras en la Junta Electoral de Navarra, en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco y comunistas aliados (financiados por) de Putin en la Comisión de Secretos Oficiales de las Cortes y sentados en el CNI, y comisarios políticos en Indra, Correos, Interior, Fiscalía, CIS, INE, Tribunal de Cuentas, CNMC…Dentro de poco un asesino etarra será lendakari y dentro de menos una pléyade de asesinos ocuparán las instituciones locales de Vascongadas donde el miedo sigue mediatizando el voto…Y en Cataluña los camisas verdes financiados por Putin ocupan igualmente todos los foros de toma de decisiones, fundamentalmente por la traición del PSC que se ha vuelto independentista… Mientras el anestesiado votante (telebasura, fútbol y paguita) del resto de España compra las piruetas de los sociatas para desentenderse de los problemas que están creando y la PZOE, corrupción pura, sigue recibiendo votos cuando debería desaparecer. Entretanto llenan el país de moros que son bombas de relojería en cuanto a orden público y negocian con Marruecos acuerdos inconfesables, ¿con el apoyo de Bruselas?…Winter is coming…
Norne Gaest
Breves notas a partir de este buen artículo: 1. Esto de que el gobierno de Sánchez sea legal, pero no legítimo, lo viene diciendo Vox (en solitario, como casi siempre). 2. Erdogan era el gran amigo de Zapatero en su Alianza de Civilizaciones, invento chorra donde los haya (creo que con financiación española en sus actos), mientras el Erdogan lo acompañaba con ironía burlona, a ver si con eso hacía méritos para el ingreso en la UE que por entonces pretendía. 3. Un país que se aleja de Occidente en todo (democracia, laicidad) sigue en la OTAN y se le permite que boicotee el ingreso de Suecia, que es Occidente puro. 4. ¿Cuando dinero se le paga a su régimen (sobre todo Alemania) para que no estimule o facilite la emigración a Europa?. Un chantaje a Occidente 5. Erdogán no se corta de manifestar que Occidente es una sociedad o cultura decadente que será suplantada por la fecundidad de las madres musulmanas En fin, que me parece difícil encontrar personajes en la política internacional más desagradables y detestables que este, por un ciudadano occidental que crea en los valores civilizados y democráticos. Y mira que hay candidatos...
Kubrik
Veo que aún no conoce al paisano Pedro. Si dijo: "Hay cosas que pueden ser legales, pero no decentes", no lo expresó como crítica a la maniobra de los batasunos. Más bien hay que colegir que todavía no ha completado su propio programa de gobierno.
Arendt
"A ver de qué escribo hoy, para poder rematarlo con ETA". No se, tenemos Eurovisión, Israel y Gaza, la condena de Trump, algo de Ucrania,..... ¡ Ya lo tengo, Erdogan!. Es que una cosa, lleva a la otra.