Mucha gente se pregunta desolada cómo puede ser que las tropelías de Sánchez no tengan una respuesta masiva en la calle y en las urnas y por qué ante el cúmulo de atropellos al Estado de Derecho, a la economía nacional, al correcto funcionamiento de las instituciones, a la cohesión territorial y a la moral colectiva al que no pocos españoles asistimos entre incrédulos e indignados todos los días, el principal partido de la oposición y teórica alternativa sigue sin adecuar su discurso a la extrema gravedad de la situación y se limita a soltar algún que otro pellizco de monja al monstruo insaciable que devora nuestros recursos, falsea nuestro pasado y desprecia nuestra inteligencia hasta límites increíbles.
El último abuso que hemos tenido que soportar ha sido el acuerdo para sacar a Cataluña del régimen común de financiación de las Comunidades Autónomas, nada menos que hurtar al control de la hacienda compartida el 20% del PIB por exigencia de los separatistas, con el argumento de que esta medida inconstitucional y disparatada representa un avance hacia la federalización y responde a la solidaridad. Cualquier ciudadano con una mínima capacidad de discernimiento debería saber que no sólo se trata de una operación contraria a una concepción federal, que implica una homogeneidad de trato a todas las entidades subestatales, sino un arriesgadísimo paso hacia la confederalización, antesala segura, como muestra claramente la historia, de la disgregación. En cuanto a la pretensión cínica de que esta agresión al resto de Comunidades, que verán seriamente mermada su capacidad de sostener sus servicios públicos, es una muestra de solidaridad, demuestra hasta qué punto el ocupante de La Moncloa se ríe por igual de sus votantes y de sus oponentes, a los que trata como débiles mentales en la convicción, que la experiencia le confirma sistemáticamente, de que se tragarán sus flagrantes mentiras o las soportarán mansamente, por descaradas que sean.
De acuerdo con las respuestas, las Canarias son bañadas por el Mediterráneo, Vizcaya es una provincia de Asturias, Extremadura tiene frontera con Francia y la capital de La Rioja es Oviedo
Con tal de buscar una explicación a tan singular fenómeno, me referiré a un hecho anecdótico que, aunque aparentemente no guarda relación con el asunto que estoy examinando, creo que, visto de cerca, sí puede darnos alguna clave de la singular situación que vive nuestra Nación desde hace seis años. Un buen amigo mío, historiador muy versado en la cuestión de los nacionalismos de secesión en nuestra época contemporánea, suele enviarme videos curiosos, hilarantes a veces, ilustrativos siempre, de estos tiempos aciagos por los que, más mal que bien, transitamos. Recientemente me ha hecho llegar uno cuya contemplación sume en un estupor melancólico. En los breves minutos de imagen y sonido un periodista, micrófono en ristre, interroga ante la cámara a varios grupos de jóvenes veinteañeros con aspecto de estudiantes o de trabajadores por cuenta ajena bien vestidos, aseados y vivaces, que se exponen al objetivo con desenvoltura y regocijo. El inquirente les pregunta cuestiones elementales sobre geografía patria, cuáles son las provincias del País Vasco, en qué mar se encuentran las islas Canarias, cuál es la capital de La Rioja, con qué país linda Extremadura y también introduce preguntas trampa como el número de provincias de Asturias. El resultado de esta miniencuesta encoge el corazón. De acuerdo con las respuestas, las Canarias son bañadas por el Mediterráneo, Vizcaya es una provincia de Asturias, Extremadura tiene frontera con Francia y la capital de La Rioja es Oviedo, eso cuando proporcionan una contestación y no confiesan su ignorancia entre carcajadas espontáneas y festivas.
Inquietudes prosaicas cotidianas
Debemos ser conscientes, por tanto, de que la sociedad española está mayoritariamente formada por personas que carecen del indispensable criterio para analizar y juzgar el significado y alcance de los acontecimientos de los que son testigos y que, inmersos en sus inquietudes prosaicas cotidianas, hipnotizados por programas de televisión en los que estrellas estrafalarias de la comunicación animan conversaciones delirantes entre concursantes analfabetos funcionales que les deleitan soltando lugares comunes o comentando sus amoríos, celos y reconciliaciones o fervorosamente absorbidos por el próximo encuentro futbolístico de intensa carga emocional, expresiones tales como estructura federal, producto interior bruto, imperio de la ley o separación de poderes les suenan a chino mandarían y, por supuesto, están desprovistos de los conocimientos más elementales como, por ejemplo, que Murcia es una comunidad uniprovincial o que la capital de Galicia es Santiago de Compostela.
La oposición liberal-conservadora se deja avasallar paralizada por complejos de culpa y se muestra más preocupada por amoldarse al marco conceptual y léxico de la progresía, en versiones dulcificadas, que a erigir su propio edificio doctrinal y ético
En este clima decepcionante, el Gobierno socialista-comunista-filoterrorista que nos flagela sin piedad con su sectarismo y su incompetencia ha encontrado la fórmula infalible para movilizar a un electorado moral e intelectualmente indefenso ante sus manipulaciones y patrañas: la división dicotómica -categoría lógica comprensible incluso para el más ignorante- en buenos y malos, izquierda y derecha, progresistas y fachas, explotados y explotadores, utilizando simplificaciones lacerantes y maniqueísmos descarnados para explotar lo peor que todos los seres humanos llevamos dentro, la envidia, la pereza, el instinto tribal, con el fin de despertar adhesiones acríticas frente al enemigo inventado al que hay que aniquilar sin objetividad ni ponderación alguna porque estos enfoques requerirían un bagaje cultural y una predisposición analítica que están ausentes en el suficiente número de electores como para que este método divisivo y de confrontación les funcione de maravilla. Ante esta estrategia tan efectiva como inmisericorde, la oposición liberal-conservadora se deja avasallar paralizada por complejos de culpa y se muestra más preocupada por amoldarse al marco conceptual y léxico de la progresía, aunque, eso sí, en versiones dulcificadas, que a erigir su propio edificio doctrinal y ético con coraje y determinación. Dicho de otra forma, al jugar en campo contrario con reglas impuestas por el rival, es muy difícil ganar salvo que los errores de éste alcancen tal magnitud y sus fechorías tal grado de malignidad que se derrumben bajo su propio peso y el poder le llegue a la derecha por pura caída gravitatoria. Sé que este planteamiento es desagradablemente pesimista y peligrosamente realista y no sirve, como observaba socarronamente un expresidente del gobierno caracterizado por su plácida indolencia, para ganar amigos, pero se supone que la política no es un espacio de acomodación complaciente, sino un campo de batalla en el que convencer limpia y democráticamente a una mayoría de que unas ideas y unos valores son superiores a otros y preferibles a sus contrarios.
Norberto
Churchill lo resumió en una frase: "el mejor argumento contra la democracia es una conversación de 5 min con el votante medio". Estamos pues en manos de los líderes políticos. Si son patriotas y tienen una moral, nos puede ir medio bien. Si son unos psicopatas traidores que solo piensan en sí mismos, nos va como con sánchez.
yomemitutite
El Sr. Vidal se pregunta ingenuamente por qué la oposición (del PP, sin nombrarla) no reacciona ante las tropelías del Gobierno y la respuesta es bien sencilla: porqué Gobierno y oposición del PP apuestan exactamente por lo mismo en casi todos los países de la vieja y democrática Europa y solo pueden reaccionar, si reaccionan, al unísono. El PP no es oposición. Después se pregunta por qué no reaccionan entonces los ciudadanos y la respuesta sigue siendo la misma: porque a pesar de su nivel intelectual o de lo que les bombardean desde los medios saben que votar a unos, PSOE, o votar a otros PP supone votar lo mismo aunque con diferentes porcentajes. De ahí su falta de ilusión por el cambio. ¿Qué nos queda entonces?
JaimeRuiz
Esos ejemplos de personas tan ignorantes no son verdaderamente representativos, y ciertamente no son la explicación de todo, porque en todos los países se podrían encontrar especímenes parecidos. El verdadero problema es el nivel de las élites, tanto económicas como políticas como culturales, baste pensar en la cantidad de jueces, catedráticos, artistas, literatos y hasta empresarios que pertenecen a Podemos o a Sumar. Baste pensar en los discursos de los líderes del PP contra Vox y de Vox contra el PP, o en el hecho de que los periodistas más señalados como enemigos de Sánchez y su banda llaman "progresistas" a los jueces y vocales del bando delincuente. La gente que no localiza una provincia tampoco influye mucho en el voto de los que la rodean, al contrario, votan por lo que le aconsejan sus parientes, amigos, vecinos, compañeros de estudio o de trabajo que parecen tener más idea. Pero ¿qué van a aconsejar éstos entre un PP que quiere ser el PSOE bueno y un Vox que dice que da lo mismo el PP que el PSOE? Esa vulgaridad y mezquindad de la dirigencia política sí que es un problema.
hay_va
Por favor, empieze por el principio: 1) El -rey- ha fallado 2) Los partidos son una p*estafa 3) Los pensionistas estan esclavizando al resto de la población con su cobardia. 4) El egoismo individual campa a sus anchas, y no se da cuenta de que los partidos, los "gobiernos" locales estan perferctamente coordinados... 5) Y si, ahora sí, la juventud está "alerdada". Pero estan viviendo sin esperanza y sin futuro: si yo fuera ellos me cabrearia mucho y os mandaba a tomar p*c* despues de prenderle fuego al pais. Asi me educaron, y visto lo visto creo que mi abuelo era más sensato y honesto que usted. 6) En algun punto perdió su camino, y personalmente se plegó al sistema. Primero pida perdon y después "culpe" a la juventud. Todo tiene un orden. Buenas noches.
k. k.
Si durante 40 años se ha podido explicar lo inexplicable, esto es, que el País Vasco pagará menos impuestos que Extremadura, por qué no habríamos de explicarlo ahora. Y los que lo permitieron no eran precisamente analfabetos, sino gente del PP (partido al que perteneció y le gustaría pertenecer) y del PSOE. Hágase usted una cura de humildad y procure ver la viga que tiene delante de las narices antes que la paja en el ojo ajeno. Hay gente que no sabe dónde está Murcia pero que sabe perfectamente quién le roba y quién le miente. El sentido común y el conocimiento son disciplinas muy diferentes.
dirbal
¡¡¡desaparece Falsario¡¡¡
syloxozi
Mi admirado Alejo: No puede usted tener mas razón ¿Pero que podemos hacer los españoles de a pie? ¿Esperar pacientemente a las elecciones y confiar en la honradez de INDRA y de Correos?. Ha quedado demostrado por activa y por pasiva que SáncHez hace y deshace a su antojo porque el PP a lo único que recurre es al pataleo. Pero además de los españoles de a pie están ustedes, los creadores de opinión, pero os limitais a patalear cad uno en vuestro rincón, como el PP,, casi siempre sin aludir a Feijóo y siempre sin aludir al Gran Ausente, ese al que todo lo que está pasando no le afecta en lo más mínimo y parece que no va con él, como si fuera rey de Suecia. ¿Y para esto queremos monarquía?. Deberíamos hacernoslo mirar. Y si no, al menos echar a Feijoo y poner a alguien que haga algo porque Feijoo, habida cuenta que el rey ni está ni se les espera, es la única esperanza de parar a SáncHez, esperanza hasta el día de hoy frustrada y frustrante.
Tintin
Será que aquello de "haga como yo, no ae meta en política" también quedó atado y bien atado.
vallecas
Los que señalan a la Oposición, al Jefe del Estado, incluso al Pueblo Español. como solución al sanchismo, son como los que dicen que la capital de la Rioja es Oviedo. Vivimos en la dictadura de los 176. Solo estos o algunos de los 176. el juez Peinado, Pegasus, la declaración de la renta de Begoña, la publicación de los acuerdos de Schez con Maduro y Mohamed, destruirán la amenaza. Dígame D. Alejo si hay otra manera que no sea un brindis al sol.
Maltrecho
Hasta Abascal teme decir alguna palabra políticamente incorrecta y que se lo crucifique en todos los medios y se aberre de la oposición. Los progres moldean la opinión. Los populares abogan por defender lo que ya es popular, contentos con ocupar asiento porque son políticos de carrera. Los patriotas de VOX parecen andar en la cuerda floja, con muchos enemigos, se juegan su futuro profesional, dependen de unos pocos líderes, son muchos principios que defender y muchos miembros nuevos que asimilar no todos lo suficientemente virtuosos. El camino del cambio quizá va por la senda de Milei. Un discurso llamativo en el lenguaje de buenos y malos que entiendan hasta los progres. Sin pelos en la lengua. Con el corazón. Falta también un medio en radio y televisión para llegar a todos. Lo ha entendido bien Abascal, Alvise y el líder de frente obrero. VOX ha pensado que ha cambiado de fase y está intentando resistir la embestida del bipartidismo. Pero estamos ya tan en declive que no sé si es mejor ir al todo o nada.
arturo moreno
Sí existen muchos débiles mentales, pero por encima de ellos están personas de muy malas calaña y fe. Me refiero a Rajoy, quien con una mayoría absoluta se negó a derogar el montón de leyes comunistas que dejó Zapatero "por evitarse problemas", y a Feijóo, que sí que da pellizcos, pero está permanentemente dando apoyo al dictador, con la disculpa de "que favorecen al pueblo español". Tienen qué ser muy débiles mentales los que creen a nuestro Maduro cuando afirma "que todos los catalanes están felices", pensando que todos en Cataluña son okupas, atracadores, separatistas, traficantes de drogas o cedeerres.