Sostiene Puigdemont, convertido por el PSOE en el eje de la política española, que el catalán no es “tratado con normalidad” . ¿Normalidad? Las políticas lingüísticas del independentismo en las escuelas contra el español están provocando daños graves a los alumnos. Lo demuestran, con evidencias científicas, los catedráticos y expertos en sociología de la educación Julio Carabaña y Mariano Fernández Enguita (“Enseñanza en lenguas regionales y sentimiento de pertenencia a la escuela”, 2019). El estudio de decenas de miles de casos, extraídos de los informes PISA de la OCDE, les ha permitido detectar una diglosia sociedad-escuela de consecuencias desastrosas para niños y adolescentes.
No es un tipo de mal causado por la utilización de una lengua distinta a la familiar, sino otro mucho más grave. “No es lo mismo enviar a un menor a un curso de verano en Irlanda que institucionalizarlo entre diez y quince años en una segunda lengua como única vehicular”, destacan. Lo que hacen los profesores, convertidos en policía lingüística, es vigilar en aulas, patios y actividades extraescolares, con el fin de imponer un idioma contra la libre elección de los estudiantes, de todos, independientemente de su lengua familiar. Nada que ver con proteger una lengua en peligro, algo que nadie discutiría.
Abundantes estudios científicos demuestran que las consecuencias de la escasa identificación de los alumnos con su centro escolar son demoledoras
Enguita y Carabaña han detectado que el indicador del “sentido de pertenencia de los alumnos a sus escuelas” (SdPE) cae radicalmente en aquellas comunidades autónomas en las que se practican políticas orientadas a modificar por la fuerza los usos lingüísticos. El índice que mide el grado de insatisfacción con su centro es el doble que la media para el conjunto de España. Son las consecuencias de los “me hablan en catalán” (o en euskera) dirigidos a niños que juegan en el patio. Abundantes estudios científicos demuestran que las consecuencias de la escasa identificación de los alumnos con su centro escolar son demoledoras, en caída del rendimiento escolar y grado de satisfacción personal de los niños.
Los derechos de padres y alumnos se sacrifican en aras de un proyecto político para convertir las lenguas locales en “lenguas hegemónicas”. La agresión se está produciendo sin reacción en favor de las victimas ante una práctica fascista tan primaria y evidente. Circula una explicación para ingenuos, según la cual, se trataría de una inmersión destinada a sustituir la lengua de uso social dominante por la segunda como lengua vehicular única, aceptada, dicen, por toda la población sin problema.
El propio Enguita documenta el enorme rechazo (Entre 70% y 90%, según qué estudio) a la expulsión del español de la escuela, cuando se pregunta a la población -pocas veces-. La “voluntad mayoritaria” de los padres, expresada en los planes de centro, se logra merced a los métodos de presión habituales. Para empezar, la selección de profesores favorables a la causa es una constante en todos los casos. Si la población euskaldún es inferior al 20% en País Vasco, los profesores lo son en casi el 80%; si en Cataluña, la población independentistas es inferior al 40%, los maestros partidarios de la secesión superan el 60%; etcétera.
Los talibanes ideólogos de la expulsión del español se alarman ante los datos en los que se comprueba que los alumnos, fuera de la vigilancia del aula y a medida que tienen más edad, rechazan las lenguas regionales por imposición
Se trata de un imperativo político -legal, evidentemente, no, según sentencias-, en el que, para fabricarse un Estado propio, castigan el uso del español en beneficio de una lengua propia. La ingeniería social practicada está provocando un gran daño, pero no van a detenerse. Lo demuestran sus propios informes, como el Proyecto Arrue sobre uso del vascuence en los centros escolares o el “Informe 2019” de la Dirección General de Política Lingüística de Cataluña. Los talibanes ideólogos de la expulsión del español se alarman ante los datos en los que se comprueba que los alumnos, fuera de la vigilancia del aula y a medida que tienen más edad, rechazan las lenguas regionales por imposición y burlan las medidas represivas.
No logran dar la vuelta a los usos libres de niños y adolescentes. “¿No será la sociedad la que se está relajando en el uso del euskera?”, se preguntan indignados los del informe vasco. Sus colegas catalanes se irritan al detectar que, si en 2003 las conversaciones se iniciaban en catalán solo en un 24%, en 2018, aún bajaron al 23%. Quince años de represión y montañas de dinero público, para nada. La prueba, en los patios escolares: los alumnos, sin importar su lengua doméstica, cuando no hay talibanes a la vista, usan la lengua en la que mejor se entienden todos, el español. No importa; las prácticas fascistas continuarán porque son el alimento político y personal de sus actores.
Fascismo real del siglo XXI
El consejero vasco Jokin Bildarratz ha expresado los fines sectarios de estas políticas con claridad meridiana. En una comparecencia del pasado 26 de junio, demostró tener más preocupación por lograr expulsar el español del sistema escolar, vía generalización del modelo D, que por los rendimientos académicos de los alumnos. Para él, los malos datos del informe PISA –“los resultados medios se resienten”, reconoció- importan menos que imponer el euskera. ¿La eficiencia? “En los centros públicos, el gasto por alumno y curso es de 10.214 euros, frente a la media española, de 6.540 euros”, confesó el político independentista.
Para el proyecto de imposición ideológica y política, sobra dinero. ¿El daño irreversible a niños y adolescentes? Efectos colaterales de la guerra contra España y el español. Fascismo real del siglo XXI, no el del museo. La respuesta, otra política de Estado que no contará con el PSOE.
almazor.despachoabogados@gmail.com
Estimado autor, es algo más que la mera palabra “fascismo” Es ingeniería social, la ensoñación del völkisch étnico, racial, cultura y lingüístico pergeñado en la cabeza germanófila de Jordi Pujol sobre el sustrato de siniestras teorías raciales de muchos anteriores, desde Sabino Arana en el plano vasco pasando por Almirall (sXIX): “España se ha ido empequeñeciendo desde que las circunstancias hicieron que la raza menos pensadora y menos ilustrada de la Península fuera la que dominara. [...] iremos de mal en peor hasta tanto que por un medio o por otro logremos —los catalanes hablan— que el grupo pirenaico de España, tenga en la cosa pública tanta influencia, por lo menos, como el grupo central o del Mediodía. [...] creo firmemente que, el elemento de población que hoy representa Cataluña, es el único que puede cambiar la marcha desastrosa de la política española” Pompeyo Gener “Así, conviene á los centrales el socialismo nivelador, la democracia unitaria, que prepara la raza de proletarios habladores y pobres de voluntad, hábiles, pero que tienen la necesidad de quien les dirija y les mande, de jefes, de amo, de una ú otra forma; en una palabra, una raza de esclavos en el sentido más profundo de la frase. Y, en cambio en Cataluña y sintetizada ésta por los Supernacionales, la tendencia es diametralmente opuesta. El ciudadano tiende á robustecer su yo. El obrero es ácrata. En nuestra raza abundan los individuos diferenciados; los de excepción, y el hombre es cada día más fuerte, más vital y más rico de dinero, y de inteligencia que es más, cual nunca lo haya sido hasta el presente, gracias á la falta de prejuicios nacionales, gracias á su comunicación con todo lo notable de las demás naciones, gracias á la enorme multiplicidad de pensamiento y de práctica, de arte e industria” O el famoso Dr. Robert, el de las teorías craneales… Nada que ustedes no puedan consultar tan siquiera en wikipedia Pasando por lo más contemporáneo desde Barrera a Torra o el mismo Pujol Para qué seguir Esto es algo más que decir “simple fascismo”, es algo peor, es algo que está sucediendo aquí y ahora…Y ahora apunten palabras nuevas que escucharán, muy a poco: exilio, diáspora…y cosas peores. Es lo que viene. Habrá amnistía y de ello, independencia, en no más de tres años desde la primera. Buf, lo que se aviene…
Variopinto
Hace unos días oía a una analista politica americana preveyendo que más pronto que tarde Estados Unidos de Norteamérica se reconocerá como un país bilingüe. De facto, decía, prácticamente ya lo es en algunos estados. Mientras tanto, las actuales generaciones de españoles estamos apoyando, con nuestros votos, un sistema que genera actuales paletos sin futuro. Muy bonito todo, oyes. Nuestros nacionalismos periféricos están jugando a diferenciarse con el yo no soy como tú. Como no pueden hacerlo por la raza, los errehaches, ni el color de la piel, le están dando duro a la lengua, a los dialectos y hasta a la pronunciación (véase lo del andaluh). Si los votantes de esas formaciones (y los de los coaligados que se eligen como socios) empezaran a pensar en otros posibles fines para todo el dineral que se están gastando sus representantes autonómicos en llevarlos al rebuzno en fa (y ahí tienen los resultados, año tras año a peor), seguro que empezarían a darse cuenta de que claro que es posible que puedan tener mejores carreteras, mejores centros sanitarios y mejores servicios públicos sin necesidad de ningún impuesto nuevo, y sin necesidad de alguno de los 15 que ya les han creado...
Bren
España no es Filipinas en donde el inglés pudo desplazar al español en 50 años tras haberlo impuesto en las escuelas. El inglés es una lengua mayor más útil que el español, que pudo desplazar a otra lengua mayor como también es el español. Lo que no se va a dar es que una lengua regional desplace a una lengua mayor. Eso no se dio en parte alguna ni se va a dar porque nadie prefiere un Fiesta pudiendo tener un Mercedes. PS: el fascismo como insulto y vacío de contenido se llama fascismo demonológico y no es necesario emplearlo cuando los argumentos son de peso, como en este caso.
Talleyrand
No va siendo hora de dar un golpe en la mesa y denunciar ante organismos internacionales ese fascismo llamado en cataluña "rosa" que lo absorbe todo y no distingue ya ni siquiera de niños? Pero claro como Psoe y PP mercadean con los del nuevomfascio no quieren quedarse sin su cola orador necesario aun a cambio de sacrificar a compatriotas al exilio interior y a ser ciudadanos de segunda o tercera en su tierra. Vamos pensando en dar ese golpe en la mesa y como hacerlo de una vez o seguimos lloriqueando?
Norne Gaest
Los nazionalistas tienen la sartén por el mango de sus continuos chantajes y ninguno de los dos grandes partidos nacionales hacen nada para cambiar la Ley Electoral, ya que no ilegalizar a partidos separatistas y anticonstitucionales, que sería lo suyo, empleando algunos años es desmontar un tinglado contrario al bien común, así como devolver al Estado competencias claves que, a la vista de los resultados, no se debieran haberse dado, como la educación. Hoy tendrían una oportunidad, si se van a ver Feijoo y Sánchez, para tratar los problemas de España con sentido de Estado, pero es seguro que ninguno lo hará, sino e mirará su interés partidario.
vallecas
Dice usted que hay un 40% de independentistas y yo añado que hay un 80% de anti-españoles con el "travestido" PSC a la cabeza. Hay que cambiar el discurso, Se acabó. Basta ya. No es que obtengáis la independencia, es que os vamos a echar. Estamos hartos de vosotros. Ni vosotros queréis ser Españoles ni nosotros queremos que lo sigáis siendo. Cataluña fuera de España ¡¡YA¡¡
RafaR
Sí, ya, mucha estadística sobre las preferencias de los alumnos y mucha gaita, pero, al final, ¿qué votan los padres de los alumnos? Porque los resultados, elecciones tras elecciones, no indican que a los electores les importe lo más mínimo la imposición fascista de esos dialectos tribales. La única explicación es que esas sociedades (vasquitos, catalanitos) son sociedades enfermas. Y lo malo es que esa enfermedad nos afecta a todos. Por cierto, dado que todo esto es conocido en la UE, ¿qué hacen las autoridades europeas para defender a una parte tan importante de la población de estas imposiciones fascistas? ¿O es que acaso están tan ocupados con Orban que no les queda tiempo para más?