Creo que todos estaremos de acuerdo en que lo que ocurra en Francia nos interesa, no solo porque desde hace al menos dos siglos siempre han intervenido, para mal, en nuestras crisis seculares, sino porque en esta ocasión ocurre que, incluso antes que Alemania, Francia es nuestro principal cliente y muchas de sus empresas, como las del sector automotriz, tienen fuertes inversiones aquí, de modo que lo que le ocurra a sus bolsas y a la financiación de sus corporaciones es capital para nosotros.
Como en el caso de Alemania, hoy también analizaremos brevemente su relación con Estados Unidos, con quien ya tuvo un conflicto geopolítico con efectos económicos, para luego analizar la evolución de largo plazo de su índice bursátil principal, el CAC40, ese donde cotizan empresones globales como Airbus, Carrefour, L'Oreal, PSA Citroën y Renault o AXA, BMP Paribas, Société General y Total, por citar solo algunas; "casi nada"; vamos, que mejor lo ven Ustedes en este enlace, un índice que sería una maravilla casi indescriptible si no estuviera en ... Francia. Pero empecemos por el conflicto franco-estadounidense tras el cual su economía no ha hecho más que perder posiciones.
De intereses y tontos útiles
Los estadounidenses siempre han tenido debilidad por Francia y, en ese sentimiento mezcla de snob paleto y compañerismo "revolucionario" - aunque la Ilustración Americana, o mejor, su "iluminismo", fue mucho más civilizada que la francesa -, siempre se hace referencia a su aliado más antiguo y siempre, también, se olvidan de nosotros. En pago a quien les regaló la condición de Potencia tras la Segunda Guerra Mundial y cuyas transferencias tecnológicas les permite, por ejemplo, tener portaviones, los franceses, les miran por encima del hombro como solo se hace desde el supremacismo ideológico.
El conflicto referido comienza cuando a principios del 2002, en plena recesión post punto-com y post 11S, cuando el presidente Bush autoriza la acción militar en Iraq para garantizar el flujo de petróleo y empieza a buscar apoyos. Chirac y Schroeder, junto con Rusia y otros, terminan oponiéndose a la coalición multinacional, el conflicto se les lía, o se lo líasn, todavía colea, aquí tuvimos el 11M y el "no a la guerra" y Schroeder termina como empleado de Rosneft (petrolera rusa) vía Nord Stream AG, con sede en Suiza, de Presidente del Consejo de Dirección, y como miembro de la Academia de Ciencias rusa en lo que parece una puerta giratoria al Nirvana de la casta europea, ¿no?¿Explica eso de qué iba aquello? Yo diría que bastante.
El caso es que, entre fans y lacayos a sueldo, Francia tiene una importante capacidad para afectar los asuntos exteriores, que hay, desde antaño, mucho "iluminado" dispuesto a inmolarse por la patrie, que no es la suya, o por el cheque, y aquí, por ejemplo, se decretó que se iniciaran sesiones parlamentarias un 14 de julio de 1931. No sé, a veces pienso que cuando Schroeder se deprime en Helvetia, ve una foto de ZP en el desfile aquél y le da la risa, pero igual me equivoco. Luego parece que ZP espabiló y se fue a Venezuela. Por lo visto de eso va la política actual, de políticos corruptos y tontos útiles, trolls difamadores, etc. y cada país tiene los suyos.
¿Y qué se hace con un "aliado" así? Pues quitarle la influencia exterior que se pueda y, como la "ideológica" es casi imposible, será la económica, que es lo que se ve, por ejemplo, en el saldo comercial exterior francés a partir del 2002 (siguiente gráfica) tras el bache por la recesión; tema que ya analizamos en "La economía de Macron", esa que está en estado pre-zombi. Y es que Estados Unidos, como comprobará Alemania - que no entendió el redoble de la apuesta americana - y sabe muy bien Japón, tiene muchas simpatías entre los agentes económicos globales.
Por otro lado, tal vez sea por esa hegemonía ideológica francesa y su capacidad de liarla, por lo que Trump no hable de corregir el desequilibrio comercial a favor de Francia (sería la puntilla), evite ese conflicto y ande con ese rollito tan raro con Macron, personajillo que pierde el más elemental pudor político ante cierta compañía masculina y de cuyas torpezas pende el futuro del CAC40, entre otras muchas cosas.
El CAC 40
¿Y cómo le ha ido al índice francés desde entonces? Pues a diferencia del alemán, ha tocado la capitulación varias veces de forma puntual, pero aún no la ha hecho; de momento, en términos reales, solo vale el 70% del máximo del año 2000, casi la mitad del DAX30. Digamos que está en un nivel parecido al IBEX35, algo que es todo un indicador de que sus empresas no se pueden financiar con la facilidad de las alemanas a las que también les ocurrirá algo parecido en el futuro, como vimos. Malas noticias para todos.
Situación técnica
Si el índice alemán mostraba una clara formación de Hombreo-Cabeza-Hombro, en el caso del CAC40 no está tan claro. Sé que un experto en análisis técnico nos la podría enseñar y decirnos que se irá a 4.500, pero yo no entraré en eso, pues con decir que está desarrollando la típica formación de techo creo que ya es suficiente. De lo que no tengo ninguna duda es de que en la próxima recesión se irá a la zona de capitulación; todo dicho, como siempre, con la debida reserva legal.
¿Comprar en la capitulación final?
No, si se busca construir una cartera a largo plazo; para eso habría que esperar lo suficiente a ver con resuelve su desastre político, uno en que su Establishment está subordinado a Alemania. Curiosamente, aunque son el único país de Europa continental con un sistema electoral representativo, al no tener división de poderes (no hay juez que le tosa a Macron, que además nombra al Jefe del Ejecutivo) y sus partidos son estatales, el Establishment tiene tal control (Le Pen, con su discurso anti euro, es, claramente, disidencia controlada), que el gobierno en favor del sujeto constituyente solo ocurre por casualidad, hasta que se revele o sea destruido (un ejemplo de muchos), no tienen otra.
A Francia le espera un muy mal cambio de ciclo generacional y, aunque abundan las explicaciones conspiranóicas, normalmente de tontos útiles de otros que tampoco son demócratas, para mí es simplemente un caso claro de la degeneración de un orden y del "espíritu" de un tiempo que les lleva, como a nosotros, a lo que he llamado el caospolitismo socialdemócrata. Prueba del desastre venidero es el bajo índice de popularidad de Macron, que bate records a solo poco más de un año de ser puesto ahí, en un país al que han impuesto la no alternativa política. Malas noticias, primero para Francia y luego para nosotros y el resto de europeos; así que, del CAC40, mejor nos despedimos a la francesa, ¿no creen?