Sí, lo han leído bien. Una vez que se apague el ruido provocado por el fallo del Tribunal Supremo sobre el procés entraremos de lleno en el debate de los indultos. Porque, no tengan ninguna duda, los condenados acabarán pidiendo al Gobierno esta medida de gracia.
Quizás no lo soliciten ellos directamente por orgullo y para no quedar mal ante la parroquia independentista, pero como la legislación española permite que cualquier persona pueda presentar una solicitud de indulto ante el Ministerio de Justicia, ya aparecerá un primo lejano de los condenados dispuesto a firmar para iniciar el expediente.
Los líderes del denominado procés tienen asumido desde hace meses que no les quedará más remedio que acogerse al clavo ardiendo del indulto, que además no exige ni siquiera arrepentimiento por parte del condenado. Por eso llevan tiempo armándose de argumentos para justificar su solicitud, especialmente en el entorno de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), donde tienen ya elaborada una lista con todos los políticos que han sido indultados en la democracia española y por delitos "mucho peores".
Pésimos precedentes
Precedentes hay muchos. Políticos y no políticos. Si nos retrotraemos al otro intento de golpe de Estado, el del año 1981, conviene recordar que el 23 de diciembre de 1988 el Gobierno de Felipe González indultó al exgeneral Alfonso Armada, que había sido condenado a 26 años de prisión. Y tampoco hay que olvidar que, justo diez años más tarde, el 23 de diciembre de 1998 (siempre en Navidad), el Ejecutivo encabezado por José María Aznar indultó al exministro José Barrionuevo y al ex secretario de Estado Rafael Vera, ambos socialistas, tras haber sido condenados por el Supremo a diez años de cárcel por el secuestro de Segundo Marey por parte de los GAL.
Si un socialista indultó a un militar que quería acabar con la democracia y un líder del PP hizo lo propio con dos políticos del PSOE, todo es posible
¿Se atreverá el Gobierno a indultar a los líderes del procés? Vistos los precedentes, poca duda hay que tener. Si un presidente socialista indultó a un militar que quería llevarnos de nuevo al franquismo y un presidente del Partido Popular hizo lo propio con dos políticos del PSOE que lideraron la banda que desde el Estado combatió ilegalmente el terrorismo de ETA, todo es posible.
En cualquier caso, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, va a usar el posible indulto desde hoy mismo para poner en aprietos al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante todo el tiempo que queda para las elecciones generales del 10 de noviembre. Rivera tiene previsto hacer sangre con este tema y lanzar al líder del PSOE la misma pregunta en cada mitin y en cada debate: ¿promete usted que nunca indultará a los líderes del 'procés'?
Durante la pasada campaña electoral, Sánchez se zafó de esa pregunta con la excusa de que no había sentencia firme. Ahora que el presidente se ha puesto el disfraz de patriota quizás se atreva a rechazar de plano la posibilidad de un indulto para no perder votos, pero ya sabemos sobradamente que él es especialista en decir una cosa y la contraria sin que medie mucho tiempo entre ambas.
Lo cierto es que la petición de indulto llegará y que el entorno de alguno de los procesados ya da por hecho que el Gobierno lo acabará concediendo, aunque sólo sea de modo parcial, aminorando la pena justo lo necesario para que pronto puedan estar en libertad.
Difícil en Navidad
¿Y cuándo podría suceder eso? En principio, una vez que se presente el escrito de solicitud ante el Ministerio de Justicia, el Gobierno tendrá un año como máximo para decidir, aunque normalmente este tipo de expedientes se resuelven en la mitad de tiempo. Por tanto, parece que esta vez no podrá tomarse la decisión en diciembre.
Lo más probable es que sea a comienzos de 2020, cuando ya haya un nuevo Gobierno tras las elecciones del 10-N. No obstante, tampoco es descartable que todo se acelere para repetir la tradicional coincidencia con el final del año, aprovechando el espíritu navideño y que medio país está de vacaciones.
En ese caso, Sánchez podría estar todavía en funciones aunque, como ya sabemos, a él eso no parece importarle mucho. Si pretende subir el salario mínimo y las pensiones aún estando en el puesto de forma interina, nada le impide conceder también el indulto a los líderes del procés. Además, los políticos saben de sobra que este tipo de decisiones impopulares es mejor tomarlas cuanto antes, para que cuando lleguen las siguientes elecciones la gente ya ni se acuerde de ello. Veremos.