Margin Call es, posiblemente, la mejor película sobre la crisis de 2008. La recordé al leer la entrevista de Jorge Bustos a Emiliano García-Page. En la secuencia central, el director del fondo de inversiones, interpretado por Jeremy Irons, explica a sus empleados que, cuando todo se viene abajo, cuando el mercado financiero está a punto de colapsar, lo que importa es “ser el primero en salir por la puerta”. Vender a tiempo, antes de que la música de la fiesta deje de sonar.
Eso es lo que sabe el presidente manchego, que, ante el inevitable colapso del PSOE y del gobierno de Pedro Sánchez, lo oportuno es vender a tiempo. Es decir, ser el primero en salir por la puerta y distanciarse de una organización en bancarrota. El barón socialista no ignora que sus declaraciones descubren el estado de ruina que amenaza al partido, pero, como a los tiburones de Margin Call, el oficio le ha enseñado que soltar lastreen estas situaciones es la única salida para seguir en pie. Sus resultados electorales en mayo demostrarán si acertó.
Lo que sabe Page es que, “si seguimos con las mismas compañías”, a los socialistas les espera un mayo de dolores. Pero no ignora que su partido ya no puede prescindir de esos socios, que ha perdido la autonomía política. Seguir su exigencia y romper la coalición sanchista tendría consecuencias obvias. Obligaría a poner fin a la participación en gobiernos de País Vasco, Navarra, Baleares, Comunidad Valenciana o a pactos como los de la Diputación de Barcelona, donde el PSOE mantiene alianza con Puigdemont.
Hoy, coaligado con PNV, el PSOE lidera las propuestas que expulsan el castellano de aulas y patios de recreo
Se suele olvidar que sanchismo y socialdemocracia no casan. Un ejemplo, entre decenas. El PSOE en el País Vasco combatió durante décadas las políticas de euskaldunización impuesta. “El 70% de los vascos queda excluido de ser funcionario por el euskera” denunciaban hasta ayer en activa militancia frente al etnolingüismo fascistoide. Hoy, coaligados con PNV, lideran las propuestas que expulsan el castellano de aulas y patios de recreo. El giro promovido por Sánchez se traduce en sumisión a las embestidas independentistas que tienen como objetivo debilitar el Estado-nación constitucional. Este Partido Socialista se examina en mayo, y muchos candidatos no lo ven claro.
La violenta reacción del valenciano Puig y el extremeño Fernández Vara contra su compañero manchego se explica porque les pone en evidencia. De hecho, se les ha adelantado a una táctica desesperada en la que están trabajando desde el gabinete de Moncloa. Cuando filtran a la periodista Lucía Méndez que el 5 de julio “pasó por la cabeza del presidente” expulsar del gobierno a Unidas Podemos, anticipan qué relato están cocinando para las elecciones de mayo. Venderían que un Sánchez 'harto' quiso expulsarlos del ejecutivo -como si pudiera gobernar sin ellos-. “La tensión interna provocada por el discurso de Díaz a punto estuvo de romper el Gobierno”, le sueltan a la mensajera. ¿La razón? El presidente descubrió que eran anti-OTAN. ¡Oh!
Madrid tiene una media de días de espera que es menos de la mitad que en Cataluña, cuyo gasto sanitario por habitante casi dobla el de la comunidad madrileña
Narrativas fallidas que en minutos se apagan como una cerilla. Ahora improvisan supuestos planes de impuestos a los ricos para mejorar los servicios públicos, pero los hechos no calzan. Basta echar un vistazo a los datos del ministerio sobre listas de espera por comunidades autónomas, por ejemplo. Se verá que Madrid tiene una media de días de espera que es menos de la mitad que en Cataluña, cuyo gasto sanitario por habitante casi dobla el de la comunidad madrileña. O cómo el País Vasco ofrece los mismos resultados que Ayuso, pero con doble gasto, y la Cantabria del locuaz Revilla, aliado con los socialistas, lidera el ranking de los peores números. Datos matan relatos.
Impresiona ver a Nadia Calviño desmelenarse con mensajes pastoriles sobre ricos y pobres, en las antípodas de Olof Palme. El histórico socialdemócrata sueco, ubicado en la izquierda liberal y por ende anticomunista, como escribió aquí Jesús Cacho, coincidiría hoy con las posiciones de Moreno Bonilla. La vicepresidenta retrata el desconcierto ideológico de Sánchez, que improvisa un debate en el que pone el PSOE al servicio de retóricas comunistas de lucha de clases. La responsable de la política económica española debería rendir cuentas de los datos record de crecimiento de la pobreza en España bajo su mandato, pero compite en demagogia con Yolanda Díaz e Irene Montero.
Su gestión se mide en las cuentas del FMI, Eurostat, OCDE, BdE, AiReF, no en soflamas con marxistadas de parvulario sobre pobreza. Suena patético que la voz socialista en este rifirrafe sea la peor ministra de economía de Europa, que, con 1.000 euros per cápita perdidos durante su mandato y una deuda desbocada, sigue confundiendo a conciencia recuperación pre-covid y crecimiento. El otro ministro 'serio' era José Luis Escrivá, pero ya compite en el concurso sanchista de los disparates narrativos. Pretendió criticar la decisión del gobierno andaluz de suprimir el impuesto de patrimonio -como en toda la UE- y desencadenó un vodevil. Primero, en Ondacero improvisa una iniciativa de recentralización fiscal, estimulado por la fiebre creativa del 'poligobierno'. Seguidamente, el presidente Sánchez, que se entera por la prensa, suelta una de sus habituales naderías, tipo “estaría muy bien, pero no se puede”. Finalmente, la ministra-portavoz abre el baile habitual de los “a título personal”, “lo que quiso decir”. En fin, teatrillos PSOE.
De nuevo se demuestra que donde el centroderecha y el centroizquierda son débiles, y han fracasado en la gestión de gobierno, los electores optan por ofertas populistas
El resultado electoral del domingo en Italia es una advertencia para España. De nuevo se demuestra que donde el centroderecha y el centroizquierda son débiles, y han fracasado en la gestión de gobierno, los electores optan por ofertas populistas que suponen riesgos obvios de inestabilidad. El Partido Democrático, dirigido por el sanchista confeso Enrico Letta, nunca ha dejado de comportarse como heredero del Partido Comunista italiano. La derecha moderada está encabezada por Silvio Berlusconi, el amigo de Putin. Conclusión: será jefa de gobierno Giorgia Meloni, de la derecha más radicalizada.
Aquí, los socialistas españoles van de la mano de Díaz, una candidata del Partido Comunista –pronto con nueva denominación de camuflaje- que reclama poner fin a la autonomía de los bancos centrales, a la manera de la Argentina kirchnerista. Encadenado a socios que, como señala Page, “llevan en su código político la voluntad de desestabilizar el Estado”, el Partido Socialista se ha incapacitado para gestionar la peor crisis. En mayo deciden los españoles.
Pontevedresa
Mal presagio entrar cuando tu partido te ha echado y tu te dedicas a visitar garrulos y forzar unas primarias y sales, y en ese momento te conviertes en un saco de rencor hacia los tuyo y u odiador de todos los que no lo son, y llegas y te vendes a la hez política de España, dejas que gobiernen ellos tú solamente reinas, viajecitos al extranjero, asi 600 millones de Euros acaba de regalar en EEUU, 130 nada menos a supermultimillonario Bill Gates, para su fundacoçpm. eres para Espa a como la peste y el cólera juntos.
gwy
No hace falta ser vidente ni profeta para saber dos cosas: - Que el Psicópata no dudará en destruir lo que sea mientras estime que eso le hará durar un día más en el Poder (y una noche más en el dormitorio de Moncloa), y - Que cuando entienda que su salida del poder es inevitable causará todo el daño que pueda simplemente como venganza.
gwy
Jamás ha habido periodo democrático que el Partido de la Sangre y del Odio en España no haya intentado derribar, ni ha habido dictadura contra la que haya luchado o de la que no haya formado parte activa. Mientras no desaparezca sólo podemos estar seguros de una cosa: quien sustituya al Psicópata será peor.
Variopinto
Buen análisis. Efectivamente, este circo encara lo de mayo abriendo más pistas. Mirando el panorama desde esta perspectiva es fácil entender el volantazo fiscal que ha pegado hoy el varón de Valencia. Que no es sino otro grito de otro pionero en abrir otra puerta. De hecho, ya hay quien está señalando al patrón que están siguiendo todos los porta-voces que tiene ese partido: primero se critica porque va contra el progreso, después se insulta buscando la chanza populista, para acabar anunciando como iniciativa propia lo mismo que inicialmente se ha criticado.
Talleyrand
PSF, PSI; y dentro de nada Psoe.
Antipopulista
A nadie le importa tu vida, ri.dícula acom.plejada.
Sevilla
No puedo eliminar el comentario anterior.
Sevilla
¿Para cuando poder editar o eliminar un comentario?
alvaro
Se escribe embestidas y no envestidas.
alvaro
En general de acuerdo, pero se escribe embestidas y no envestidas.