Opinión

La inflación ataca de nuevo

La inflación ha dejado de ser noticia, como la guerra de Ucrania, la crisis inmobiliaria china… o la amnistía a los independentistas catalanes por poner más ejemplos. El aluvión de informaciones y lo

  • Michelle Bowman

La inflación ha dejado de ser noticia, como la guerra de Ucrania, la crisis inmobiliaria china… o la amnistía a los independentistas catalanes por poner más ejemplos. El aluvión de informaciones y lo llamativas que resultan las novedades van dejando atrás temas por no ser recientes y dejamos de darles importancia. Es un error, y aún lo es más en el caso de los inversores que, como nos ha pasado a casi todos (lo que es lógico dado que los mercados financieros siguen dominados por gestores humanos), han dejado de preocuparse por la subida de los precios y han considerado que ese problema ya estaba superado. El dato de IPC interanual conocido el pasado miércoles en los Estados Unidos (3,5%) demuestra que no es así, y que el objetivo de la Reserva Federal del 2% aún queda lejos.

Las bolsas y los bonos reaccionaron con sorpresa a esas cifras y se enfriaron las expectativas de un recorte de tipos de la Fed en junio. De repente esa utopía de buenos resultados empresariales, crecimiento del PIB, baja tasa de paro y tipos de interés a la baja fallaba en esa última pata. Clave será conocer estos días, que se harán públicos, los resultados empresariales del primer cuarto del año, lo que ocurre es que a las bolsas les importarán no los del conjunto de la economía, sino específicamente los de los valores que más ponderan en los índices, que ya sabemos que a nivel mundial son Microsoft, Apple, Nvidia, Amazon, Alphabet, Meta… pero lo cierto es que tras un primer trimestre en el que las bolsas parecían descontar el mejor de los mundos posibles (incluida una revolución tecnológica gracias a la IA aún en pañales), este ha tenido otro comienzo. La excusa para la corrección en las bolsas y el repunte de las rentabilidades de la deuda es el aumento del IPC. Lo curioso es que esto no es nuevo, ya llevamos semanas en las que se detecta que las tensiones inflacionarias se mantienen, aunque no se lleguen a los crecimientos interanuales del año pasado. Es más, hace apenas dos viernes la gobernadora de la Reserva Federal, Michelle Bowman, miembro permanente con derecho a voto del Comité Federal de Mercado Abierto que fija las tasas, dijo que es posible que las tasas de interés tengan que subir para controlar la inflación, en lugar de los recortes que otros de sus colegas indican que son probables y que el mercado espera. Ese día hubo volatilidad en Wall Street pero no acabaron de tomárselo en serio, sin embargo el dato de IPC del miércoles parece darle la razón.

Italia, Portugal, España pero también Japón o Canadá han sufrido un aumento del IPC interanual en marzo respecto a febrero, la tendencia bajista pues no está clara

Evidentemente, la Fed no va a subir los tipos, tanto porque provocaría una tormenta en los mercados financieros que no busca, como porque no serviría para controlar la subida de precios (en gran parte culpa de tensiones geopolíticas que afectan al precio del crudo) pero las palabas de Bowman tienen todo el sentido: “Reducir nuestra tasa de política demasiado pronto o demasiado rápido podría resultar en un repunte de la inflación, lo que requeriría futuros aumentos adicionales de la tasa de política para devolver la inflación al 2 por ciento en el largo plazo”. Puntualizó que lo más probable sigue siendo que “con el tiempo será apropiado bajar” las tasas, aunque señaló que “todavía no estamos en el punto” de recortarlas. No es la única, el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, dijo que sólo veía una bajada de tipos este año (contra las tres que descuenta el mercado), y el presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, indicó que no se podrían producir recortes si la inflación no se desacelera. Y todo esto, antes de la cifra de marzo que demuestra que, en realidad, la inflación en Estados Unidos se está acelerando.

Italia, Portugal, España pero también Japón o Canadá han sufrido un aumento del IPC interanual en marzo respecto a febrero, la tendencia bajista pues no está clara. Sin embargo, en la Eurozona estamos mucho más cerca del ansiado nivel del 2% ya que el último dato fue del 2,4%. Por otra parte, la economía, lastrada sobre todo por Alemania, tampoco va tan bien como en los Estados Unidos, y por lo tanto la bajada de tipos parece más necesaria. Por eso se sigue descontado que BCE bajará en junio, incluso si la Fed no baja antes, algo que no es nada habitual, ya que la política de nuestro banco central suele ser de seguidismo a la Fed. En cualquier caso los tipos de interés oficiales tanto de la Fed (5,5%) como del BCE (4,5%) están claramente por encima del IPC, por lo que tiene sentido pensar en unos tipos mucho más bajos, el problema que ven los bancos centrales es que la expectativa de posteriores reducciones que generen si empiezan un ciclo de bajada, pueda empeorar más la tendencia de la inflación.

Eurozona no, Alemania, sí

¿Mi opinión? Ambos tienen margen para bajar, pero Estados Unidos por sus cifras económicas no necesita el recorte de tasas, que puede suponer un incentivo para un mayor consumo (especialmente vía créditos) y descontrolar más al IPC. La Eurozona en su conjunto tampoco necesita unos tipos más bajos pero Alemania claramente sí, y una bajada de un cuarto de punto en junio y volverlo a analizar tras el verano, parece la mejor decisión. En cualquier caso, el problema de la economía eurozonera es de productividad, no de que la financiación sea cara, o falte liquidez. Otro tema es que se le está haciendo duro a los endeudadísimos estados afrontar el pago de tantos intereses y la presión política sobre el BCE seguro existe.

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