Opinión

La lista de Podemos

La judeofobia se extiende por todo el territorio nacional impulsada por los partidos de extrema izquierda

  • Ada Colau con Pablo Iglesias en un acto de campaña de 2019

El hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv, vigente desde 1998 en el que se instituyó siendo alcalde Joan Clos, puede que tenga sus días contados. Desde el pasado verano, organizaciones pro-palestinas han promovido una campaña bajo el lema  “Barcelona, con el Apartheid, no” que ha culminado en una iniciativa ciudadana registrada en el Ayuntamient, respaldada por más de 4.000 firmas, y en las que se insta además a suspender las relaciones con el estado de Israel. La iniciativa cuenta con el apoyo de En comú-podem y de la Cup, que se han dedicado a promover la recogida de firmas en favor de la iniciativa en sus redes sociales, e incluso el Síndic de Greuges de la ciudad, Joan Bondía, se ha manifestado a favor de romper el hermanamiento con la vibrante y liberal ciudad israelí, la única con una escena LGTBI en el medio oriente y un faro de libertad y de protección de los derechos civiles en una zona del mundo dominada por lteocracias en las que las mujeres y las minorías sexuales ven sus derechos cercenados y sometidos a la moral religiosa imperante.

En un intento de neutralizar esta propuesta, en el próximo pleno municipal del 27 de enero, oportunamente el día en que se celebra el día internacional de conmemoración en memoria  de las víctimas del Holocausto, el grupo de Ciudadanos ha entrado a registro una proposición para que se debata justamente lo contrario: el mantenimiento del actual vínculo con la ciudad israelí. Pero en cualquier caso, y a la espera de lo que resulte de este pleno y del que se celebre en febrero para discutir la medida contraria, el mal ya está hecho. Asociaciones judías como la Federación de Comunidades Judías de España ya han levantado la voz de alarma y el tufo antisemita que desprende esta actuación se suma al resto de catastróficas desdichas en que consiste el gobierno municipal de Colau.

Más de 58 municipios españoles han establecido los llamados ELAI  (Espacios Libres de Apartheid Israelí)  por los que se comprometen a no contratar  con ninguna empresa, entidad u organización de Israel

Nos equivocaríamos si creyéramos que es solo cosa de Barcelona y de su Ayuntamiento. La judeofobia se extiende por todo el territorio nacional impulsada por los partidos de extrema izquierda. Más de 58 municipios españoles han establecido los llamados ELAI  “Espacios Libres de Apartheid Israelí”  por los que se comprometen a no contratar  con ninguna empresa, producto, entidad u organización que sea  israelí o tenga relación con el pueblo judío. Así, a las bravas y sin disimulo ninguno. Estas mociones se fueron aprobando en consistorios con alcaldes de Podemos, IU y PSOE y han sido denunciadas por el colectivo judío ACOM, que pudieron revocarlas judicialmente en muchos casos.

El mismo ACOM recuerda también que Pablo Iglesias declaró en el año 2009 que "el Holocausto fue fundamentalmente una decisión administrativa, un mero problema burocrático”. El 28 de febrero de 2009, en una entrada de su blog  que luego borró al entrar en política, Iglesias escribió lo siguiente: “No hay tantas diferencias entre los policías que detienen migrantes en nuestras metrópolis globales y los guardias de las SS. Ni los unos son comprometidos y honestos servidores de la ley ni los otros era monstruos terribles”. Demos gracias por la inexistencia del olvido digital, para que no olvidemos nunca que a alguien que ha escrito estas cosas se le sigue permitiendo, para nuestra vergüenza, participar en la vida pública.

Opinando así su lider, el goteo de manifestaciones judeófobas o antisemitas camufladas como antisionismo, han sido constantes en su grupo. Baste como otro ejemplo el de la obtusa concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Palma, Sonia Vivas, en las que culpa al pueblo judío, así en general, de impedir a los palestinos el acceso al agua.

Son demasiados casos y demasiadas medidas políticas encaminadas en el mismo sentido. Tanto es así, que Shimon Samuels, director de Relaciones Internacionales del centro Simon Wiesenthal, institución dedicada a documentar la identidad de las víctimas del Holocausto y que lleva el nombre del famoso cazador de nazis ha llegado a decir que “Podemos habría liderado la inquisición y la expulsión de los judíos en 1492”. 

La judeofobia es intolerable. Hay que denunciarla y combatirla allá donde se presente, y no permitir que quienes la practiquen puedan seguir haciéndolo tan a las claras como hasta ahora, sin sentir el rechazo social. El Ayuntamiento de Barcelona, tal y como pretende, podrá deshacer el hermanamiento con Tel Aviv,  pero lo que no podrá deshacer nunca es la vergüenza de haberlo hecho.

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