Lunes:

<<Querido diario:

Esta mañana ha venido al cole una señora con el pelo azul que ha empezado a sacar dibujos de muñecos en bolas para explicarnos que da igual que tengamos colita o no, porque uno puede elegir jugar a las mamás o a los papás; y que un policía chico se puede enamorar de otro, o de una policía chica, o de los dos a la vez, y se llama Poliamor. Nos hemos saltado la clase de mates.>>

Martes:

<<Hoy ha vuelto la señora del pelo azul, con un señor con falda larga. Nos hemos reído por lo de la falda, y él le ha dicho a la del pelo azul “¿ves cómo lo necesitan?”, poniendo los ojos en blanco. Nos ha explicado que los helados son malísimos y que hay que comer más verdura y menos carne. Mi amigo Abdel ha levantado el dedo y ha dicho que ellos no comen jamón y que tampoco pasa nada. Pues a mí lo no comer helados me fastidia. Nos han traído unas frutas bastante pochas para celebrar San Valentín, que debe ser el día de los policías, y han llenado la clase de globos en forma de corazón.>>

Miércoles:

<<Hoy, la del pelo azul y el de la falda, que son ya un poco pesados, han traído juguetes y nos han dado los de chico a la chicas y al contrario. Felipe le ha arrancado la cabeza a mordiscos a una muñeca, gruñendo y haciendo que era un león, y nos hemos reído tanto que casi se me sale el pis.

Ayer por la noche papá y mamá se fueron pronto a la cama a celebrar lo del San Valentín ese. Papá tenía la misma cara que pongo yo cuando me llevan a comprar chuches. Al rato de entrar en el cuarto mamá gritó: “¡Jesús, que me estás aplastando!”, y luego se reían mucho. >>

Estas confesiones de Carolina se aproximan bastante a la realidad que se avecina como dejemos que este goaverno lleve a cabo sus planes de inseminación ideológica de esos úteros sociales/fábricas de votantes que son las escuelas y colegios. Intentos de hacerlo ya, haylos. Valga de ejemplo la ya retirada guía sexual del Ayuntamiento de Getafe, con su estelar “¡apaga la tele y enciende tu clítoris!”, o el programa CoEduca´t, del Gobierno catalán, que propone “abordar la masturbación en la primera infancia como ejercicio de autoconocimiento y exploración de gozo”.

Jueves:

<<Querido diario:

Hoy ya no han venido los plastas. Hemos tenido prueba de lengua y Jordi, el nuevo, se ha puesto a llorar porque dice que no vale, que en el cole de antes no le han enseñado español bien, y que siempre va a suspender. Le he dicho que no lo cuente en casa, porque a lo mejor su madre viene y monta un pollo y luego te cogen manía, que a mí me pasó cuando conté lo de las fiestas de invierno. Mamá vino a decirle al profe que en casa celebrábamos la Navidad y él le dijo muy serio algo de “respetar diferentes culturas” y ella le contestó “pues que respeten la mía también”.

(-¡¡¡Carolinaaaaaaa!!!... ¡¡¡a cenaaaaaar!!!)

¡Uy!, te dejo.>>

Carolina sale de su cuarto y oye desde el pasillo un señor en la tele, que dice:

- “…entre los animales prohibidos se encuentran el hámster…”

El corazón le da un vuelco.

- ¡Jesús!, baja eso por Dios, que no lo oiga la niña. -dice la madre.

Ya es tarde; Carolina entra y dice a punto de llorar que como venga alguien a casa a llevarse a Peludito, lo mata.

Padres comentan noticiero de las 9 y factura de la luz, mientras hermano mayor chatea y mastica. La tele dice que un tal Torra “camufló 473.000 euros en ayudas a los espías del recreo”. Carolina piensa “el colmo; nos espían en el recreo. ¡Qué asco todo!”.

Hemos de asumir que tenemos un goaverno sexador de pollos, que asigna sexo incluso al nombre de alguno de sus partidos, y cursi como él sólo, con corazones en los atriles

La escena anterior, que aparentemente no tiene nada de especial, sí que lo tiene, y se llama Familia; y es ese lugar natural, y biológicamente coherente, donde los niños se transforman, en general, en adultos de bien. Pero no a todos los de la Banda de Jisperson les convence esto, a juzgar por las declaraciones de ese compendio de dulzura llamado Irene, allá por septiembre del 22:

”independientemente de quiénes sean sus familias (…) todos los niños, las niñas, les niñes de este país (…) tienen derecho a amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana basadas, eso sí, en el consentimiento y esos son derechos que tienen que ser reconocidos".

Adultizan a los niños, hipersexualizándolos y librándolos del supuesto yugo castrador del consentimiento paterno para abortar y hormonarse, e infantilizan a los adultos que se prestan a ello, mandándolos a chachocursillos de nueva masculinidad y hablándoles en tono barriosesámico. Hemos de asumir que tenemos un goaverno sexador de pollos, que asigna sexo incluso al nombre de alguno de sus partidos, y cursi como él sólo, con corazones en los atriles.

Viernes:

<<Querido diario:

Perdona la letruja, pero es que estoy en el coche.

Vamos de viaje a un sitio que se llama Jispersonexit, que dicen en casa que es una especie de paraíso. La carretera es horrorosa y llena de curvas y estoy a punto de potar.

He preguntado ya diez veces que cuánto queda y siempre me dicen “ya llegamos”. Me mienten. Mi hermano se ha quitado los cascos, me ha mirado y ha dicho “¡cállate ya, bicho!”.

Pues voy a ser mayor y no pienso llorar. ¡Hala!>>

Para terminar, unas DECLARACIONES, y una CITA divina.

Las DECLARACIONES:

“Me parece una contradicción que se defienda que el matrimonio con niños es violación porque no tienen edad para esa decisión, o que no se pueda votar hasta los 18 años en muchos países, ni conducir ni beber, pero en cambio aceptemos bajar la edad para brindar abiertamente a los menores la posibilidad legal de imprimir cambios permanentes en sus cuerpos. (…) las personas que quieren transicionar tienen derecho a recibir apoyo profesional, porque tendrán necesidades médicas específicas. Y también porque en algunos casos su situación se solucionará con una transición, pero en otros el deseo de transicionar obedece a razones distintas que tienen confundida a esa persona. Es muy peligroso.”

(Reem Alsalem, relatora especial de la ONU para la violencia contra las mujeres y las niñas. El Mundo, 20230208)

La CITA:

“En cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños.” (Mirko Badiale)

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