Opinión

Manifiesto conspiracionista

En todo caso, en física, pero también en política, es de máxima relevancia el conocimiento de las condiciones iniciales de cualquier sistema

  • La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto y candidata a la alcaldía de Madrid -

El manifiesto conspiracionista, cuya traducción acaba de editarse, concluye afirmando que los grupos sólo sirven para traicionar aquello en virtud de lo cual se constituyeron. Así vienen a conformarlo las declaraciones de Macarena Olona a Jordi Évole o las de las ministras de Unidas Podemos, obcecadas a propósito de la inmutabilidad de las leyes que promueven. Más aún, las consideraciones formuladas por el profesor Antonio Hernando Grande en su artículo acerca de “Termodinámica y evolución” publicado en la Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, que debería ser de lectura obligatoria para el esforzado equipo de atención primaria que asiste al presidente Pedro Sánchez. Últimos viajeros llegados de la Moncloa cuentan que cunde el ambiente de remodelación del Gobierno con la salida obligada de las dos ministras -Reyes Maroto, de Industria, Comercio y Turismo y Carolina Darias, de Sanidad- una vez que han sido preconizadas candidatas a las alcaldías de Madrid y Las Palmas de Gran Canaria. Entonces, la primera incógnita a despejar por los analistas que intentan resolver la ecuación de los relevos es la de cuándo se producirán y cuántos y cuáles serán los ministros que saldrán del Consejo acompañando a las dos colegas, que ya han sido señaladas para pasar a servicios municipales.

La primera incógnita a despejar por los analistas que intentan resolver la ecuación de los relevos es la de cuándo se producirán y cuántos y cuáles serán los ministros que saldrán del Consejo acompañando a las dos colegas, que ya han sido señaladas para pasar a servicios municipales.

El repaso de la nómina de los relevados en anteriores ocasiones por el actual presidente expande la incertidumbre al observar cómo, de un día para otro, aquellos en los que parecía tener puestas todas sus complacencias, como José Luis Ábalos o Carmen Calvo, por citar dos ejemplos, desaparecían sin dejar rastro de un día para otro. Mudan los afectos de signo, de afinidad o de encono, pero mantienen igual intensidad, mientras es inamovible la fecha del 28 de mayo, domingo, en la que habrán de ponerse las urnas para celebrar los comicios municipales en 8.100 ayuntamientos de los que saldrán elegidos más de 67.000 concejales. Ese mismo domingo último de mayo tendremos elecciones en 12 de las 17 Comunidades Autónomas porque en las de Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía y Castilla y León corresponde celebrarlas en otras fechas decididas por sus presidentes conforme a sus Estatutos.

Sucede que, a tenor del artículo 45 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) Maroto y Darias, habrán de figurar encabezando las candidaturas socialistas a concejales en cada una de esas dos ciudades; que el plazo para que esas listas sean presentadas a las Juntas Electorales que correspondan está comprendido entre los días décimo quinto y vigésimo contados desde el 3 de abril fecha del Real Decreto en el que han de ser convocados los comicios de modo ineludible; y que a más tardar el día 23 de abril, es decir dentro de un máximo de 60 la estética más elemental exige que ambas ministras hayan cesado en el ejercicio de sus responsabilidades al frente de las carteras ministeriales que tienen confiadas. Sería inimaginable que siguieran en el desempeño de sus carteras y de manera simultánea metidas en la harina de la campaña electoral de las municipales que, si bien tendrá su comienzo oficial el viernes 12 de mayo, ya está lanzada de modo imparable.

Sería inimaginable que siguieran en el desempeño de sus carteras y de manera simultánea metidas en la harina de la campaña electoral de las municipales que, si bien tendrá su comienzo oficial el viernes 12 de mayo, ya está lanzada de modo imparable

Volvamos al profesor Antonio Hernando Grande y a sus nociones de Termodinámica y evolución para confirmar que, como indica el segundo principio, el tiempo es irreversible para los estados macroscópicos y confirmar, al mismo tiempo, que la evolución espontánea de los sistemas fluye hacia estados de desorden creciente, como ha sucedido en Moncloa. En todo caso, en física, pero también en política, es de máxima relevancia el conocimiento de las condiciones iniciales de cualquier sistema. Y sabemos que cualquier descubrimiento, más si se trata de un nuevo instrumento de observación, capacita el conocimiento de algo nuevo. Porque nos permite medir una magnitud, encontrar las reglas matemáticas o leyes que gobiernan los resultados de esas medidas y posteriormente encontrar el principio del cual puede derivarse esa ley como una consecuencia. Atentos.

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