Opinión

Marta Riesco o cómo los sueños de la televisión producen monstruos

El lío que ahora mismo existe en Mediaset entre esta periodista y Jorge Javier Vázquez es la consecuencia de criar mediáticamente a personajes así. Y solo sirve para banalizar asuntos demasiado serios como el maltrato

  • Jorge Javier Vázquez asegura que Marta Riesco se está pensando en denunciarle por acoso -

- Hola, querida. No me digas que quieres hablar otra vez de Supervivientes, porque si tengo que adentrarme otra vez en ese mundo me da un patatús. Con lo del helicóptero del primer día ya tengo bastante para un tiempo. No creo que vuelva a verlo hasta la gala final.

- Para criticar algo con conocimiento de causa, hay que verlo, querido, así que tarde o temprano volverás. Pero no llamo por eso, sino por otro tema que merece aún más comentario.

- Sorpréndeme.

- La que está liando Marta Riesco en Mediaset. O bueno, contra Mediaset. Menuda discusión tuvo el otro día con Jorge Javier Vázquez, que la llamó de todo y acabó hasta ausentándose un rato de Sálvame. La cosa viene a cuento de una presunta conversación que ella, que es novia o ex novia de Antonio David, habría tenido con Rocío Carrasco. Hay dos versiones sobre ese diálogo…

- Los sueños de la televisión producen monstruos.

- ¿Cómo dices?

- Digo que los sueños de la televisión producen monstruos. O podría decirse lo de cría cuervos y te sacarán los ojos. O, dicho de otra manera, digo que lo que le está pasando a Telecinco o a parte de Telecinco con esta joven es la consecuencia lógica y normal de lo que hace la propia cadena con este tipo de personajes. Gente joven y aparentemente salida de la nada que de repente se convierte en un personaje más del circo. ¿Y por qué? Porque se le da pábulo y cancha. Porque al cabo solo imita el modelo en el que se ha criado mediáticamente hablando. Que es un modelo donde todo vale, ayuno de valores y sobrado de delirios.

Esos cruces de acusaciones solo sirven para banalizar asuntos demasiado serios para seguirlos en determinados programas. Es convertir en espectáculo lo que debiera dirimirse, en todo caso, en un juzgado. ¿De qué nos sorprendemos ahora si llevamos más de un año así?

- Vaya discursito. No me dejas ni hablar. Te tendré que explicar las distintas versiones sobre lo que ha pasado…

- No hace falta, querida. No te molestes. No sé si tiene razón ella o Jorge Javier o ninguno de los dos, pero es que me da lo mismo. He leído que ella habla de que está siendo acosada y cosas similares. Y que pide ayuda al Gobierno por ello. También he visto que el otro la acusa de ser casi de todo, sobre todo una manipuladora… Esos cruces de acusaciones solo sirven para banalizar asuntos demasiado serios para seguirlos en determinados programas. Es convertir en espectáculo lo que debiera dirimirse, en todo caso, en un juzgado. ¿De qué nos sorprendemos ahora si llevamos más de un año así?

- No se puede hablar contigo.

- Es que me indigno. Es que montar el show durante meses con cosas tan serias como el maltrato machista acaba teniendo sus consecuencias. Y, repito, si echas tanta gasolina a la hoguera, luego no te quejes de que arda demasiado. Además, es que es un patrón que se repite y se repite desde hace ya demasiado tiempo. Casi te digo que prefiero hablar de Supervivientes, que dentro de lo malo al menos tiene un punto más divertido.

- Ves, al final vuelves a la senda del reality. Es solo cuestión de tiempo.

- Lo que es cuestión de tiempo, querida mía, es que estas cosas salgan de nuestras vidas, como venimos contando aquí. El cambio en la forma de hacer y consumir tele es imparable. Vendrán más concursos y menos telebasura.

- Eso está por ver. Aún somos legión los que queremos eso que tú llamas basura.

- Todo tiene que reciclarse. Tiempo al tiempo.

- Adiós, borde.

- Adiós.

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