Cesar Rendueles cita en su excelente libro, Contra la Igualdad de Oportunidades, al novelista Kurt Vonnegut, amigo que era del también novelista Joseph Heller –autor de la novela Trampa 22-. Cuando murió Heller, su amigo Vonnegut publicó en el New Yorker un poema necrológico que decía así:
Una historia real, palabra de honor:
Joseph Heller, un importante y divertido escritor
Ya muerto,
Y yo estábamos en una fiesta que daba un billonario
En Shelter Island.
Yo dije: “Joe, ¿cómo te hace sentir
Saber que, solo ayer, nuestro anfitrión
Puede haber ganado más dinero
De lo que tu novela Trampa 22
ha obtenido desde que se publicó?”.
Y Joe dijo: “Yo tengo algo que él nunca podrá tener”.
Y yo dije: “¿Qué demonios es eso, Joe?”
Y Joe dijo: “Suficiente”.
Si cambiamos los nombres y las circunstancias, podríamos reproducir esa conversación a propósito del mejor jugador de futbol de la historia, Lionel Messi. Son muchos los aficionados que todavía no han entendido las razones que han llevado a un jugador de su categoría, de su riqueza y de su lealtad al club que lo hizo grande en estatura, en futbolista y en dinero, a cambiar de equipo cuando muchos culés hubieran deseado que Messi, en la rueda de prensa del llanto, hubiera dicho: “Estoy dispuesto a quedarme en el Barça rebajando mi ficha al cien por cien”. Algunos futbolistas, con menos recursos que Messi y con menos fútbol en sus botas, ya lo hicieron y se manifestaron como los buenos jugadores que eran y como las mejores personas que ya parecían en sus años de defender las camisetas de sus respectivos clubes.
Títulos y triunfos
¿Por qué Messi no lo hizo? Porque no tienen suficiente. Es riquísimo; es un jugador estratosférico; no hay nadie que le puede disputar la primogenitura en cualquier equipo en el que recale. Es todo eso y, seguramente, muchas cosas más, pero no tiene suficiente. No recuerdo bien cuántos títulos le acompañan porque los ha ganado a lo largo de su vida deportiva. Son una treintena aproximadamente, pero no son suficientes. Ya dijo en la rueda de prensa del llanto que quería superar a su colega brasileño Dani Alves que, por lo visto, es el que más títulos atesora. Felicitó a Dani Alves, que ganó la medalla olímpica, y le avisó que va a pelear para alcanzarle y superarle. “Esa es mi mentalidad". Como dijo Joseph Heeler, Messi no podrá tener lo que mucho de nosotros tenemos: “Suficiente”. Esa es su desgracia y yo no voy a pagar un euro para que consiga lo que consiga, nunca tenga suficiente.
El Barça actual es un equipo vulgar y los jugadores de su plantilla andaban cohibidos ante la superioridad futbolística de Messi. Así ni ganaría la liga española ni la europea ni nada de nada
Messi era consciente de que con el Barça actual su carrera futbolística no le daría para conseguir los títulos que le hacen falta para superar a uno de sus colegas. El Barça actual es un equipo vulgar y los jugadores de su plantilla andaban cohibidos ante la superioridad futbolística de Messi. Así ni ganaría la liga española ni la europea ni nada de nada. La ambición se impuso a la lealtad y marchó al PSG porque en ese club se vive, se trabaja y se pone dinero para comprar a los mejores jugadores del mercado que lleven al equipo a conquistar la Champions League. Como Messi no tiene suficiente con los títulos conquistados, como cualquier mercenario, cogió su bagaje y su impedimenta y se fue a donde le pueden garantizar un título más porque él no tiene suficiente.
Y, además, le garantizan una prima de fichaje superior a la que le podía proporcionar el club que le compró talla y le dio la gloria. Messi quiere más dinero porque, al parecer, no se conforma con haber atesorado euros para que vivan muy bien él, su mujer, sus hijos, sus padres, sus hermanos y sus nietos. Pero no tienen suficiente. Quiere más porque aspira a que también entre en la nómina sus bisnietos.
Lo que ha hecho Messi, en el último minuto, sin avisar a cuantos compraron abonos, derechos de televisión, camisetas, botas de fútbol, zapatos de deportes pensando en él y en el Barça lo convierte en un tipo desgraciado. Nadie de nosotros podrá ganar en su vida lo que gana Messi en un año. Necesitaríamos 2.000 años ganando 24.000 euros al año para ganar la ficha de Messi en una temporada. Tiene más de lo que se necesita para vivir más que bien, pero no tiene lo que tenemos muchos de nosotros: suficiente.