Nos lo venían anunciando repetidamente los supervisores. Y, aunque los responsables bancarios negaban en público su inminencia, ya tenemos aquí la primera operación. Que es el principio de un proceso que dejará en un dígito el número de entidades españolas supervisado por el BCE.
Aunque faltan aún muchos datos de la operación, vamos a esbozar algunas ideas de urgencia sobre la misma.
- No hay aún una ecuación de canje. No creemos que haya pago en dinero, sino un mero intercambio de papel. Está por verse si se trata de una compra por parte de Caixabank (una absorción) o una integración más equilibrada. Lo veremos con la ecuación de canje, según haya prima o no. O, más bien, según esta sea más o menos alta.
- A los cambios de cierre de este viernes (2,04 para CBK y 1,376 para Bankia), Caixabank vale 12.202 millones y Bankia 4.224, así que el peso de los antiguos accionistas de cada entidad en la nueva sería 74%/26%. Bankia ha subido un 33% y Caixabank un 12%. En realidad, son más representativos las cotizaciones de ayer y, con ellas, saldría 77%/23%.
El FROB tendría, con el cierre de hoy, el 15,89% de la nueva entidad. Y La Fundación Caixa (propietaria del 100% de Criteria, que tiene el 40% de Caixabank) un 30% aproximadamente.
- La distribución de peso a partir del Patrimonio Contable resultaría más favorable para Bankia. Con los Fondos Propios (en junio, 25.996 y 12.883) le sale un 33%. Y con el Patrimonio Atribuido Tangible un 38%.
- La operación requiere un ajuste de gastos enorme, aunque no sea el mejor momento económico en el país para acometer muchos despidos. A corto, habrá muchos costes de integración, aunque el BCE permita diferirlos contablemente en una operación de maquillaje. Pero es la única opción. Porque solo la mejora de la ratio de eficiencia permitirá aumentar la rentabilidad futura. Entre los dos tienen 6.600 oficinas y 51.000 empleados. Sobran quizás la cuarta o la tercera parte de las oficinas y varios miles de empleados. Las mayores duplicidades de red se dan en la Comunidad Valenciana.
- Desde el punto de vista de Bankia, su horizonte no aparecía demasiado despejado si continuaba en solitario, porque, a pesar de su buena gestión, el negocio y la cuenta de resultados no daban para mucho más, con una estructura de balance no muy favorable (mucho hipotecario poco rentable, muchos bonos sin rendimiento…).
- Desde el punto de vista del Estado, resuelve un problema porque había que dar salida a la participación. Es probable que el FROB acabe vendiendo más pronto que tarde (aunque con fuertes pérdidas). Así, el Estado recuperará poco de lo que puso. Si los dos bancos juntos valen 16600 millones y el Estado tiene el 61,8% del 26%, eso son unos 2.650 millones. Si hay prima, será más, pero queda una diferencia brutal frente a lo que invirtió y lo poco que ha recuperado....
Es lógico que haya prima, porque sería la justificación del FROB para vender. Si a Bankia se le otorga la tercera parte del nuevo banco, el 61,8% del FROB serían 3.400 millones. Quizás el mejor momento para aflorar la pérdida en el déficit público sea ahora… porque casi da igual que éste sea de 100/120.000 millones que de 105/125.000…
Y de alguna forma es un contra-procés. Y la sede estará en Valencia, donde ya la tienen previamente ambos.
- Otra visión desde el Estado es la de si esta fusión restringe la competencia. Pensamos que el Gobierno ya la ha aprobado implícitamente al negociar. Y que la CNMC no se atreverá a oponerse. Pero la restricción es clara, aunque el mercado bancario siga siendo relativamente competitivo por la presencia de otros intervinientes en los segmentos más rentables.
- Desde el punto de vista de Caixabank resulta más complicado ver la operación. Lo que Caixabank necesitaría es diversificar, más que aumentar su riesgo en un entorno poco atractivo como España y la península Ibérica. En cualquier caso, estaría comprando a un precio mucho más bajo del valor contable y esa diferencia negativa de consolidación (badwill) permitiría afrontar contablemente un importante volumen de provisiones. El badwill sería hasta de 8.000 millones. Buen filón para sanear.
- Después de que el BCE había impuesto el modelo de presidente no ejecutivo en Caixabank, no es concebible una vuelta atrás. Goiri será presidente no ejecutivo, aunque podría ser el garante de la operación para el BCE y el gobierno En la sombra, probablemente, tendrá mucha influencia Fainé, que es el responsable del principal accionista. Y Gortázar tendrá que rebajar gastos de manera intensa y rápida... Aunque no les guste a algunos.
En resumidas cuentas, el proceso de concentración tenía que llegar para reforzar la posición de los bancos cara al claro empeoramiento que se espera en el final de 2020 y en 2021. Las dos entidades se refuerzan y aseguran su futuro. Quizás, evitan también peores combinaciones posibles.