La portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Lorena Roldán, insistía el sábado en que los regidores de su formación en Barcelona [tres: Mariluz Guilarte, Paco Sierra y Marilén Barceló] sólo estarían al servicio de un acuerdo con el PSC que resultara en la elección como alcalde de Jaume Collboni. Nadie entre la nube de periodistas ante la que Roldán daba el canutazo repuso que esa vía era imposible, que el PSC y Cs suman 14 concejales, insuficientes para alcanzar el Gobierno municipal. Así, y como quiera que su postureo no se topaba con ninguna aduana, se vino arriba: “Los concejales de Cs servirán para impedir que haya un alcalde independentista o populista”. Semejante postureo no hacía sino conferir más sentido si cabe al ofrecimiento de Valls, y confirmar, de paso, la sospecha de que a un lado hay un político y al otro, influencers. En primer lugar, porque la detracción de los tres ediles de Cs no sólo no impediría que Colau fuera alcaldesa con el apoyo de Collboni y Valls, para lo que bastarían los 3 vallsistas de la candidatura; además, tampoco serviría para que ningún rival se retratase. No en vano, la negativa a un pacto de esa naturaleza no comprometería a nadie; ni a Colau, ni a Maragall, ni mucho menos a Artadi. En la misma locución, la número 2 de Cs en Cataluña decía que, en todo caso, sus concejales harían “una oposición seria, constructiva y firme”. ¿Acaso cree que la de Valls va a ser diferente? ¿Que el hecho de que ceda su representación para evitar que Maragall presida el Ayuntamiento supone desistir de fiscalizar a Colau y Collboni?
El envite en el vacío de Cs cobra cotas de bufonada si, además, tenemos en cuenta la renuncia en 2018 de Inés Arrimadas a intentar la investidura como presidenta de la Generalitat, con lo que ello entrañaba: el desprecio de la oportunidad, inédita hasta entonces, de exponer un programa de gobierno netamente constitucionalista en Cataluña. ¿Recuerdan lo que dijo entonces el secretario general de la formación, José Manuel Villegas? “Nosotros no renunciamos a nada, está claro que hemos podido ganar las elecciones autonómicas, pero también está claro que hay que formar Gobierno con fuerzas constitucionalistas y éstas suman lo que suman.” Groucho, revisitado.