El catedrático me llamó a su despacho de la Facultad tres días después del examen y eso siempre era mala señal.
–Siéntese, Perezalgorri.
Eso era una señal todavía peor. Desde niño, cuando la gente me llamaba Luis o Algorri es que no pasaba nada. Pero la invocación de los dos apellidos juntos, Perezalgorri, eran el anuncio inequívoco de una bronca. Eso no había fallado jamás.
–He tardado dos horas en traducir su examen sobre La Regenta. Si yo tuviese que calificar su letra, no solo le suspendería sino que le devolvería a usted al parvulario. Lamentablemente, no puedo hacer eso.
No me miraba. Revolvía o fingía revolver papeles de su mesa, abarrotada. Pero mi examen estaba allí, bien a la vista. Al fin, por encima de las gafas, clavó en los míos sus ojos de hielo.
–Pero su tesis sobre la novela de Clarín me ha sorprendido. Veo que se la ha leído entera, cosa también extraña porque es de los pocos alumnos que lo han hecho. ¿Puede resumirme lo esencial de lo que ha escrito?
–¿No está bien?
–Contésteme, aquí las preguntas las hago yo.
–Pues… Que es la primera novela española en la que no hay buenos. El autor no toma partido por ninguno de los personajes ni deja que el lector lo haga. Todos tienen un lado vergonzoso o lamentab…
–No la cague, Perezalgorri. Sí hay un personaje que se salva.
–Sí, pero es un secundario. Es Tomás Frígilis, el cazador, el amigo de don Víctor. Algo así como el buen salvaje. Pero es una excepción y no se puede argumentar con excepciones. Todos los demás son personajes moralmente mediocres y esa es la grandeza de la novela. Perdone por la presunción, pero es lo que pienso.
Ahí el tipo sonrió y volvió a revolver papeles.
–Está bien, puede marcharse.
–¿No me va a decir la nota?
–Ya la verá en el tablón, como todos los demás.
–Entonces… ¿Para qué me ha hecho venir?
Volvió a mirarme, impaciente:
–Como desdichadamente no me dejan calificar la caligrafía, tiene usted un sobresaliente, Perezalgorri. Venga, lárguese.
Catástrofe sobre Tierra Santa
Con los años nos hicimos amigos. Recuerdo hoy aquella anécdota no con afán de presumir, que cuatro décadas después sería ridículo, sino porque han sido muchas veces las que he visto el mismo fenómeno en la vida real: no hay buenos. No hay forma de ponerse, leal y completamente, de parte de nadie en según qué enfrentamientos. Pero rara vez esa imposibilidad había sido, para mí, tan clara como ahora, en la catástrofe que se abate sobre Tierra Santa.
Lo más horrible, al menos hasta ahora mismo, es el misil o la bomba que ha estallado en un hospital de Gaza –el de Al Ahli– y que ha segado la vida de 471 personas, entre médicos, enfermos, familiares y gente que se había refugiado allí confiando en que, al menos, los combatientes respetarían los hospitales. Se equivocaron.
La matanza ha sido tan indescriptible que ambos bandos han hecho responsable al otro. Los terroristas de Hamás aseguran que fue un cohete israelí y eso ha levantado aullidos de indignación en todos los países musulmanes, que se lo han creído inmediatamente. Los israelíes repiten que ellos no tiene nada que ver, que fue una bomba fallida (o no, sugieren otros) de Yihad Islámica Palestina, y aportan vídeos e imágenes que parecen demostrarlo.
Ya hemos visto eso antes. En algunas ocasiones, cuando ETA provocaba en España una masacre aún mayor de la que buscaba, no reconocía su autoría y le echaba la culpa a otros, por ejemplo a la extrema derecha: pasó con la matanza de la cafetería Rolando, en Madrid, en 1974. Eso demostraba su cobardía, como demuestra ahora la de quienes han desatado el infierno sobre un hospital de Gaza repleto de gente.
Pero lo más grave, con serlo tanto, no es quién puso o lanzó la bomba. Lo terrible es que podría haberlo hecho cualquiera de los dos. No tendría nada de extraordinario. Es perfectamente verosímil que los israelíes bombardeasen el hospital como inaudito escarmiento hacia los enemigos, porque saben que Hamás utiliza los hospitales y las escuelas como centros de organización o lugares de lanzamiento de cohetes. Pero tampoco podría extrañarse nadie si los autores hubiesen sido los yihadistas, bien por error o bien a propio intento, porque su desprecio por las vidas humanas –incluidas las de los suyos– está más que demostrado. Los gazatíes son, para Hamás, carne de cañón. Nada más. No les importaría matar a cientos de los suyos si con eso lograsen sus objetivos políticos o, sobre todo, propagandísticos. Lo han hecho más veces. Y esos objetivos han sido logrados, a la vista está.
Ni dimite (que sería lo lógico) ni la echan (que sería más lógico todavía), ya que está frontalmente en contra de la posición del presidente y del ministro de Exteriores
Eso es lo más espantoso de esta guerra que se desató mucho antes de que ninguno de nosotros naciera: que ambos bandos han acumulado tal cantidad de atrocidades que no hay forma –por lo menos para mí– de ponerse de parte de nadie. No hay buenos y malos aquí. Todos son culpables de demasiadas cosas.
Pero sí es impresentable lo que, mientras tanto, está pasando aquí. Esto es una jaula de grillos. El gobierno está, según su costumbre, partido en dos. La ministra Belarra se pone de parte de los palestinos y exige que España rompa relaciones diplomáticas con Israel, pero ni dimite (que sería lo lógico) ni la echan (que sería más lógico todavía), ya que está frontalmente en contra de la posición del presidente y del ministro de Exteriores. ¿Por qué hace eso la cada vez más lúgubre Belarra? ¿Porque le importan los palestinos? Pues seguramente, pero lo que de verdad persigue es reforzar su posición dentro de su propio conglomerado político, que ahora se llama Sumar aunque ninguno entendamos ya la razón de tal nombre.
Pedro Sánchez mantiene que este conflicto no se solucionará mientras Israel y Palestina no sean dos Estados plenamente reconocidos por todos, pero no explica a qué Estado palestino se refiere (Hamás y los palestinos de Cisjordania son enemigos entre sí) ni cómo ese reconocimiento lograría que unos y otros dejen de matarse, como si la creación de una nueva nación fuese la purga de Benito para todos los males. Es más un brindis al sol que otra cosa.
El nivel, como puede verse, es bochornoso. En todos. Como en La Regenta, tampoco ahí hay forma de encontrar a “los buenos”.
El PP, por boca de González Pons, tampoco parece interesarse demasiado por las víctimas de este desastre sino por hacer más ancha y más profunda la grieta que hay en el Gobierno. Y la ultraderecha, según su costumbre de usar la política para hacer espectáculo para bobos y nada más, acusa al Gobierno de antisemita y propone medidas de corte racista y xenófobo, claramente contrarias a la Constitución y a los derechos humanos.
El nivel, como puede verse, es bochornoso. En todos. Como en La Regenta, tampoco ahí hay forma de encontrar a “los buenos”.
Lo atroz es que en la inmensa novela de Clarín solo muere uno, el pobre don Víctor Quintanar, que tiene que desafiar a duelo al amante de su mujer. Y aquí se está produciendo una matanza horripilante que nadie sabe cómo parar. Y quienes saben o pueden pararla, no quieren. Como para buscar a Frígilis en medio de este infierno…
Arev
Aquí, de morir alguien, también morirá solo uno. La cuestión es: ¿Será Occidente? Cada vez más estúpido, ocupado en la tarea de tirar por la borda los siglos de su bagaje, con sus muchos errores, pero también con sus Renacimientos, que le dieron remanente de belleza y brillo de cultura ¿O será Oriente? Ese que lleva 1400 años deshaciéndose de lo poco lustroso que ha tenido, regando todos sus territorios de proselitismo religioso, ignorancia, analfabetismo, odio a la excelencia, premiado con un oro, repartido entre unos pocos, por el que no ha trabajado y también por una miseria, repartida entre muchos, buscada con denuedo porque ahí tiene otra buena fuente de ingresos sin ningún trabajo. No intento la búsqueda del bueno o del malo. Esa disyuntiva no me interesa, llevo muchos años oyendo sandeces sobre este ¿¡conflicto!? emitidas por pensadores de posaderas. Y todos y cada uno de ellos tienen una chistera llena de conejos para encandilar e idiotizar al respetable. Solamente miro el transcurso de la historia de 500 años y reconozco un único defensor del Occidente que deseo: los judíos. A pesar incluso de la chupi guay “ONG Ursulina Europa” No falta como de costumbre su clásica alocución zurrando a la extrema derecha y a la derecha extrema, aunque hoy se ha venido arriba y le da también una “cachetadita” al tarugo Belarra de la extrema ignorancia o suprema maldad. Y siempre hace un hueco en favor de las grandes ideas de su pope de cabecera Pedro Sánchez. Embaucador de bobos, prestidigitador con una sola pelota, con ideas que normalmente son refritos o sacadas de viejos estantes llenos de polvo. Como aclaración a esa gran idea presidencial anunciada a bombo y platillo por los cortesanos, veremos lo que produce entre los países de la cumbre: Palestina e Israel fueron dos estados en 1947 ¿Reconocidos? No. Los países árabes se negaron a hacerlo ¿Por qué? ¡Historia! Por favor ¡Historia! Golda Meir lo explicó perfectamente: “La guerra acabará cuando ellos amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros” “Llevo conmigo el complejo de los pogromos en mi infancia en Rusia. Mi deseo y determinación es que nunca más un niño judío viva semejante experiencia” “Hay una cosa que espero ver antes de morir. Que mi pueblo no necesite de manifestaciones de compasión nunca más” “Los judíos que huyen o son expulsados de los países árabes, en Israel son tratados como seres humanos. El Estado hace todo lo posible para proporcionarles una vivienda digna y trabajo. En los países árabes, los refugiados árabes son mantenidos en campamentos de refugiados y se les da poca o ninguna ayuda para integrarse a la sociedad” “Israel entró al desierto estableciendo nuevas aldeas, caminos, casas, escuelas y hospitales, cavando pozos, embelleciendo con agua y cultivos largas distancias. Judíos que traen niños enfermos, desnutridos, con la certeza de que dos de cada cinco morirán y se consigue reducir el número a un niño de cada veinticinco. Mientras que Israel alimenta a estos niños y trata sus enfermedades, los fedayines son enviados a matar y destruir” Resumiendo: Golda Meir propone: “Estamos dispuestos a hablar de paz con nuestros vecinos en cualquier momento y sobre todos los aspectos”. Respuesta de Abdel Nasser: “No hay voz que supere los sonidos de la guerra, y no debe haber una voz así, ni tampoco hay un llamamiento más sagrado que el llamamiento a la guerra”. No es problema de terrenos ya que los árabes no saben qué hacer con ellos. Como diría aquel: Es problema de conceptos. De conceptos de vida. Si tengo que elegir un compañero de viaje no será un fanático de la religión. Ni un aniquilador de la secularización. O un asesino de la libertad de todo tipo. Tampoco al abducido por la satrapía, por la tiranía, por el latrocinio. Nunca con el avalista de las miserias ética, estética y cultural. Jamás al que solamente vive de la sangre y sudor de otros. Elegiré para el viaje al que lucha y defiende su libertad e independencia, perseguidas durante siglos por los que odian a los que sienten apego y gusto por la excelencia. A ese que respeta la libertad de los otros, el laicismo, las tradiciones. Al que del desierto hace un oasis, que de una cloaca prestada para acampar es capaz a base de tesón y constancia crear un lugar digno para vivir. Y que además es culto y vive de su trabajo. ¿Mi elección será por elitismo?
esperanzado2023
Sr. Perezalgorri: Antes que nada no se avergüence usted de llevar el noble apellido Pérez, no se lo quite. Es curioso como trata de separar a Belarra de El Felón... si tanto le molesta a El Felón lo que dice Belarra ¿por qué no la echa? Finalmente no puede usted evitar hablar mal del centro-derecha, es inevitable. Otro penoso artículo suyo.... como todos.
DANIROCIO
este caso lo que necesita es un ejercito de psicologos ,matrimonio supuestamente formado con cultura pero esta claro que algo no funciona es muy raro,es una familia que en teoria va bien en economia y no lo pasan mal, algo esta fallando y estos niños no pueden estar con sus padres
rapaport
Estoy en parte de acuerdo. Debe ser averiguado por un "civil" o por una compañía de la guardia "civil"
k. k.
El comentario de Wesly explica muy bien la situación. Los árabes de la región quieren destruir a los judíos, a los de Israel y a todos los demás. Lo del antisemitismo es algo muy curioso. Los judíos son un pueblo trabajador y evolucionado que genera un odio irracional es las personas menos capacitadas. Israel era puro desierto. Ahora es un oasis en todos los sentidos. Los palestinos actuales de Israel, o antiguo reino de Judea, no son propiamente palestinos. Son sólo árabes que vivían en la zona. Los palestinos o filisteos, que eran de origen griego, ya no existen. Por la zona han pasado romanos, griegos, turcos e ingleses, entre otros. Estos últimos decidieron donar SUS tierras colonizadas (porque toda tierra es una colonia, todo el mundo la ocupa en un momento dado) a los judíos, no a los árabes. La resolución de la ONU de 1948 es la clásica absurdidad de la ONU cuya validez es nula, toda vez que Israel ha sufrido dos invasiones posteriores. Los árabes de palestina podría ser perfectamente absorbidos por Jordania o Irán, no son como los kurdos, con una cultura identitaria diferente. ¿Y por qué Jordania o Irán no quieren absorberlos? Porque son analfabetos y pobres, y porque es un caballo de Troya dentro de Israel. Un estado palestino simplemente es la plataforma perfecta para destruir Israel. De hecho, la franja de Gaza ya se había independizado en la práctica de Israel, y el resultado ha sido un ataque terrorista sin precedentes. En Gaza viven cero judíos, fueron todos evacuados. La población de Israel es un 20% de palestinos, o mejor dicho, de árabes, que tienen trabajo y derechos. Posiblemente alguno sea homosexual y no tenga que ocultarlo. Irán, Jordania, Irak, Siria, son desiertos. No hay nada. Las mujeres son maltratadas. No hay derechos. No hay nada. La única esperanza es Israel. Si Israel cae, caeremos todos.
S.Johnson
No sea tan optimista Perezalgorri, NADIE puede parar esto... a menos que se extermine a uno de los bandos, según las apreciaciones de cierto Rey de Arabia, que esos sí que saben de estos temas, aunque ya estén muy lejos de ser aceptables... y el buen rey se refería SOLO A UNO de los bandos, y no es el que imaginan. Demasiado radicales para nuestra sensibilidad, pero no hay forma de acordar nada cuando el objetivo, como dice y demuestra, de una de las partes es exterminar físicamente a la otra.
DANIROCIO
sera la vaciadad pero se ha quitado al koletas de encima y ademas lo tiene cabreado con ganas de volver para su venganza, vamos como una novela de intriga en la que gana ella,no hay que minusvalorarla
José
Últimamente, me toca poner el mismo comentario en todos los artículos cuyos autores de declaran "equidistantes" en este conflicto: quien se declara equidistante entre terroristas y sus víctimas está apoyando a los primeros y denigrando a los segundos, y eso, es lo que Vd hace en este artículo
Wesly
Repasemos la historia. El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea Plenaria de la ONU, por una abrumadora mayoría (33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones), aprobó la partición del Mandato Británico de Palestina, que establecía dos zonas diferenciadas para los judíos y los árabes. Los judíos aceptaron la partición pero los árabes no, porque pretendían echar a los judíos al mar con el apoyo de los estados árabes de la región (Egipto, Transjordania, Siria, Yemen, Arabia Saudí, Líbeano e Irak). Nada más desaparecer el Mandato Británico de Palestina en mayo de 1948, esos países árabes musulmanes iniciaron una guerra para exterminar al recién creado Estado judío. No era la primera vez que intentaban el exterminio de los judíos: en 1941, el gran muftí de Jerusalén, Amin al-Husayni, líder de los árabes de Palestina, se alió con la Alemania nazi para que Hitler le ayudase a exterminar a los judíos de Palestina. Esa guerra de 1948, a pesar de la gran superioridad numérica de los árabes, terminó con una victoria de Israel. No seamos equidistantes, Sr. Algorri. Aquí hay un bando que no quiere reconocer el derecho a existir del otro, que lo quiere destruir y que usa el terrorismo más atroz para conseguir su objetivo. Y hay otro bando que no tiene más remedio que defenderse pero que, si se defiende demasiado, Occidente se enfada. Y también existe Occidente, que proporciona cuantiosas ayudas a los palestinos, ayudas que sirven para que los dirigentes palestinos puedan comprar armas, comprar votos y meterse una parte de la ayuda en el bolsillo. Se. Algorri, en este caso claramente existen los buenos, los malos y también los ton*os, que somos nosotros (nuestros gobiernos).
vallecas
Resulta divertido, D. Luis, verle hacer malabares para esconder sus preferencias. Sabe que Israel es una sociedad libre y avanzada. Sabe que de Palestina los homosexuales se tienen que marchar, incluso a Israel, para poder vivir en paz. Pero a pesar de haber leído La Regenta, no puede evitarlo, es superior a sus fuerzas. De joven fue infectado por el comunismo y la extrema izquierda y no hay medicina que cure esas tremendas enfermedades.