El catedrático me llamó a su despacho de la Facultad tres días después del examen y eso siempre era mala señal.–Siéntese, Perezalgorri.Eso era una señal todavía peor. Desde niño, cuando la gente me llamaba Luis o Algorri es

Puede parecer que hay cosas absurdas e inexplicables que sólo pasan en Bruselas, pero Europa es desde hace tiempo un lugar absurdo, incomprensible y oscuro como para atribuir únicamente a la asombrosa inutilidad de la policía belga que u