La única certeza de estas elecciones catalanas consiste en que sea cual sea el resultado los perdedores seremos nosotros. ¿Y quiénes somos nosotros? Los que llevamos pensando desde hace muchos años que esta sociedad en la que vivimos es inmune al sentido del ridículo porque está protegida por la vacuna de la hipocresía. Se pueden decir las tonterías más sublimes en la convicción de que habrá un consenso basado en el silencio. Discursos paralelos que conforman un metalenguaje consistente en proclamar lo que desearían pero que no van a hacer. La paradoja del hipócrita: os estoy engañando aunque lo haga porque vosotros lo deseáis. Esa es la razón por la que no ha aparecido en campaña el espectro del referéndum y por la que tantos dudan si molestarse en votar.
Todo lo que se juega en Cataluña este fin de semana es más importante para España que para Cataluña misma. No por su intrascendencia local sino porque las necesidades del Gobierno multiusos exigirán concesiones en todos los frentes. Incluso en la hipótesis más benevolente que concediera una mayoría aplastante al candidato Illa, eso concitaría una reacción del independentismo que expondría a Pedro Sánchez ante sus miserias parlamentarias. Hay que coaligar a los adversarios para salvar el poder y para esa misión no creo que encuentren un ejemplar tan moldeado como Salvador Illa. Lo tiene todo; es tan catalanista que no lo parece, reza un padrenuestro todas las mañanas al levantarse (sic) y tiene ese aspecto apagado y gris que tanto agradecen las gentes de orden en el funcionario modélico. Nuestros modelos hispanos siempre salen del TBO -Zipi, Zape, Sacarino, Carpanta, Anacleto…- no de las grandes Escuelas de Negocios. Además es disciplinado y fiel. No cae mal a nadie.
Las necesidades virtuosas de Pedro Sánchez exigieron convertir a Carles Puigdemont en interlocutor decisivo para su supervivencia y el fantasma salió del baúl. Los mismos que en Cataluña le consideraban una página arrancada del Libro Gordo del Procés ahora han de admitir que se les ha convertido en mosca cojonera capaz de embarullar el previsible juego de los hipócritas
Las necesidades virtuosas de Pedro Sánchez exigieron convertir a Carles Puigdemont en interlocutor decisivo para su supervivencia y el fantasma salió del baúl. Los mismos que en Cataluña le consideraban una página arrancada del Libro Gordo del Procés ahora han de admitir que se les ha convertido en mosca cojonera capaz de embarullar el previsible juego de los hipócritas. Les ha ganado a todos en impostura y cinismo hasta convertirse en líder de los despechados de la jubilación. El heredero de Jordi Pujol, ahora que se le estaba rehabilitando. Hasta el candidato socialista rememora su estable reinado, pese al tufo que desprende.
Pocas cosas son más elocuentes sobre el dominio de la hipocresía que barniza la sociedad como la peripecia de Jordi Pujol en estas elecciones. Pendiente de un juicio en el que le piden 9 años de cárcel por blanqueo de capitales y asociación ilícita. “Consiguió un patrimonio, ajeno a sus ingresos legales, que hubo de ocultar a la Hacienda Pública Española y, en particular, a la sociedad catalana…gracias a repartirse los sobresalientes beneficios de concursos públicos cuya resolución dependía de las diferentes Administraciones bajo el control de Coalición Democrática de Cataluña”. El caso lleva en los tribunales desde 2012 y la acusación contra él y otros 15 cómplices está pendiente de juicio en la Audiencia Nacional desde mayo de 2021. Tanto el candidato socialista Illa como Puigdemont -su heredero político- le manifestaron su respeto, tal que el Funerario a Don Corleone. Por esas casualidades del destino esta misma semana falleció Joan Rigol, efímero consejero de Cultura (1985), al que cesó Pujol al enterarse de que convocaba a los intelectuales de Cataluña a un Pacto Cultural sin anteojeras. ¡Qué momento perdido de la inteligencia local para hacer una pausa en el abrevadero del Oasis y dedicarle un homenaje póstumo!
Ni una pregunta respecto a Jordi Pujol en esta campaña electoral de cenizas sin fulgores. Es la medida de la hipocresía en la que se suman políticos, periodistas y medios de comunicación. Respeto al Padrino, porque lo hizo todo por la Familia y allegados; nada personal, sólo negocios. Como su detestado Cid Campeador gana batallas después de muerto con la complicidad manifiesta de una intelectualidad que parece deberle algo, aunque sea su miedo y su devoción. No olvidar que fue Manolo Vázquez Montalbán quien avaló con su pluma la indiscutible probidad del líder. Inimaginable que fuera “capaz de llevarse un duro”, por más que ya tenía antecedentes en Banca Catalana. Nadie en Cataluña, decía Manolo, sería capaz de imaginar tal cosa. ¿Por qué? Vázquez Montalbán murió sin revelarnos el secreto de esa impunidad socialmente asumida.
Los cinco días de psicoanálisis del Presidente quizá limitaron los análisis y acabó en “parte meteorológico”; algo natural, como las lluvias y las altas temperaturas
Acabamos de pasar por la experiencia electoral vasca. Los cinco días de psicoanálisis del Presidente quizá limitaron los análisis y acabó en “parte meteorológico”; algo natural, como las lluvias y las altas temperaturas. Hay un deslizamiento hacia la fragilidad de las decisiones y de los partidos. Redes de intereses con inclinación a los relatos de baja intensidad. Son caladeros de votos, no nos engañemos, que ocultan los objetivos principales. Hay que disfrazar nuestros intereses para formar una parroquia densa que llegue a profesar una fe potente, avasalladora. No es que Bildu lo haya hecho muy bien, es que los demás lo hacen rematadamente mal. Por eso el próximo paso, inminente, será la libertad de los 187 presos por condenas de terrorismo. Un chantaje aceptado: tu mantienes el Gobierno mientras excarceles a los míos. Sin ruido ni alaracas, pero rápido.
En Cataluña se juega sobre otras bases pero el resultado será parecido. Yo te soporto y tú me gratificas. Lo que complica las cosas en el caso catalán es que hay demasiados protagonistas y cada uno quiere ocupar más espacio para alcanzar mayores beneficios. Mientras el catalanismo juega a futuro, es decir, legislatura a legislatura, el Gobierno de Pedro Sánchez está forzado al día a día. Ellos lo llaman resistir, pero en política es como un abrasivo que va erosionando una sociedad que ansía un horizonte más despejado. Si alguien ajeno al territorio -expresión tan nueva como ambigua para designar Cataluña- quisiera acercarse al carácter hipócrita de esta campaña recién terminada, bastaría describir la vergüenza del candidato Illa por “cometer el error” (sic) de llamar Lérida a lo que el discurso hipócrita exige que se denomine siempre Lleida. Se lo han reprochado los adversarios, que mañana serán sus socios, y él se ha disculpado.
¿Y nosotros, qué pintamos? Nada, como el paisaje después de esta escaramuza que nos dejará baldados. La única certeza es que debemos asumir que somos “los malos”, acostumbrados a perder, y a quienes culpan “los buenos” de no facilitarles el haber alcanzado sus últimos objetivos. No basta con arrinconarnos. Tenemos que desaparecer del Territorio. Este no es país para viejos ni para testigos incómodos.
Variopinto
Y otro grado más de hipocresía política a estos tiempos de regeneración democratica y nueva normalidad ... No es muy difícil adivinar de que va, en realidad, lo del lema mediático impuesto tras la jaimitada de enamorado. Hipocresía, electoralismo y populismo tapado bajo el más (y mejor) democracia identitaria. Ninguna novedad para otra campaña electoral que vuelve a ser adelantada en un territorio en el que los mismos llevan jugando a lo mismo desde que en España acabó la transición.
Sor Intrepida
Nada nuevo :tanto Gonzalez como Aznar le dieron lo que quiso a Pujolet (antes CiU y ahora Junts) para meterse en la Moncloa,a cambio de sus votos en la leonera.Hasta JC I puso un restaurante a medias con.Que se sepa y quizás otros "negocietes".Cuestión de empezar.......
juanramon2007
Para reafirmar esa hipocresía en la que se basa casi toda la politica nacionalista vasca y catalana no hay mas que analizar qué piden: no plantean la independencia de España con las leyes y medidas que les hicieran naciones independientes, eso lo semiintentaron Ibarretxe por lo legal y los herederos de Pujol y los Badia por lo ilegal. Ambos con idéntico resultado: el ridiculo nacional e internacional y el ostracismo de los que lo propusieron. Solo les ha salvado las ansias se poder de un hiperelitista que, ha preferido destrozar el respeto a las instituciones con tal de que él y su primera linea familiar (esposa y hermanos) pueda fardar y disfrutar de las ventajas de ser nomenklatura. Si no fuera por.la traicion de Sanchez a los principios nacionales del PSOE estos hipocritas seguirian en el ostracismo. Como decia, perdon por la extension pero es que se me acumulan las ideas, lo que piden es una herramienta para chantajearnos: el eterno Referendum para que penda como una espada de Damocles sobre la politica española y lo mas hipócrita, para que el resto de españoles, al concederles ese chantaje, se lo blanqueemos ante el mundo, sobre todo ante Europa. Es lo que tambien quieren los del SNP y los independentistas de Quebec....pero alli les ha salido mal ese chantaje. Todo es un ordago contra España para ver si les dejamos ganar eternamente sin que se retiren jamas de la partida. ¿Cuantos catalanes y vascos huirían de su tierra si se independizasen "a la brava" ¿creen que Francia iba a admitir en la UE a dos "Putin naciknes" que en los libros de texto incluyen territorios franceses en sus dominios y que queman banderas francesas?
TELO186@MSN.COM
!! sr moran , es deprimente ? , a quien le importa la politica y la verdad ? , a nadie !! , ( encuestas en cataluña )
Talleyrand
Lo divertido del caso es que ante las expectativas en Cataluña, ya nadie cree en nadie ni en nada. Esta claro que esto es un reparto de poder y pasta sin ningún tipo de profiláctico o lubricante. Nos la van a meter doblada sin piedad y lo sabemos. Una farsa en la que nadie cree y muchos disimulando.
mariem
La feria de los hipócritas no se acabó. Ojalá acabara de una frutísima vez. No es una feria temporal como la feria de abril, la feria del automóvil o los carnavales. Es un circo o teatro instalado de forma permanente. Los actores, los personajes en escena, pueden cambiar. El circo/teatro permanece instalado y el espectáculo sigue en sesión continua.
Berenguer
Excelente artículo, como casi siempre.
SonWeb
Tras los resultados, ya predecibles, los partidos comenzarán a trapichear en el mercado de votos subastando las papeletas al mejor postor. La desnutrición política de la zurdosfera postmoderna se alineará con el indigenismo arcaico y la fangopatía nacionalista seguirá desestabilizando el futuro de la nación.
vallecas
Cuando se vive en un vertedero, uno se acostumbra al olor a "m.." (basura). La huele a todas horas, es ya el olor de la vida. Creen que ese es el olor del Mundo. A mi los Catalanes y sus habitantes me importan un bledo. Incluso los moderados, que son como reptiles atrapados en el barro que cuando vas a salvarles, te muerden. Em Madrid no tenemos ese problema. En Madrid las cosas funcionan a pesar de que la Izquierda hace todo lo posible por destruirlo. No soy muy de Ayuso, pero no ha habido en España (ni lo habrá) una Presidente y un Gobierno que esté mas "fiscalizado" mas vigilado, y más espiado este. La izquierda Española, Euskadi y Cataluña son un vertedero y si lo salís de ahí, acostumbraros a oler a m.... el resto de vuestra vida.