Tras el fiasco de la Diada de este año – de 1,5 millones en el 2012 a apenas 115.000 – el separatismo ha decidido avivar los odios que conviven en su seno. De aquella lista unitaria que exigía Artur Mas hace años, a sabiendas que precisaba de ERC y las CUP para ofrecer una falsa transversalidad, al momento actual ha pasado mucho. Lo principal: el votante lazi está cabreado con sus lideres a los que tilda de prometer lo que sabían que no iban a ser capaces de llevar a término. Que nadie se engañe. Puigdemont puede tener ahora cierto protagonismo debido a que Sánchez lo precisa para volver a ser presidente, pero el separatismo en Cataluña está de capa caída, peleado y sin moral. El mismo CEO, equivalente al CIS tezaniano, no es capaz de disimular la realidad. Tras años de matraca, propaganda y TV3 a toda mecha, el No a la independencia es la opción del 52% de los catalanes mientras el Si lo es del 42%. Como diría el clásico, tanto sudar ¿pa qué? He aquí un mapa de situación respecto a los partidos que integran esa escudella barrejada que es el separatismo para que el lector se oriente en medio de tantas variaciones de un mismo tema.
Junts. Herederos de Convergencia que tienen a su líder fugado de la justicia española. Carles Puigdemont, héroe de guardarropía que quiere que le paguen a peso de oro lo que no es más que hojalata, ha mantenido desde el primer momento un pulso contra Junqueras. CDC y ERC jamás han podido tragarse. A ERC los tildan de traidores por haber pactado los tripartitos con el PSC y por arrogarse el papel protagonista en las negociaciones con Sánchez. Pero el problema no es de ideologías o estrategias diversas. ERC considera que Junts tuvo su momento y ahora les toca a ellos. Pero como heredar mientras el testador vive es difícil, es imposible una relación normalizada.
Puigdemont puede tener ahora cierto protagonismo debido a que Sánchez lo precisa para volver a ser presidente, pero el separatismo en Cataluña está de capa caída, peleado y sin moral
ERC. Pretenden ser los únicos interlocutores ante Sánchez. Argumentan que consiguieron los indultos y que con Aragonés las cosas funcionan mejor que cuando gobernaban con Junts. A estos no les perdonan que se marcharan del ejecutivo, que defendieran a capa y espada a Laura Borrás y, sobre todo, la radicalización que vive la neoconvergencia inspirada por Waterloo y ciertos sectores del empresariado catalán. Esquerra no quiere la independencia, quiere gobernar una autonomía sin tener que dar explicaciones al gobierno central. Una versión 2.0 del pujolismo. Y mejor con el PSC y los Comuns que con Junts.
CUP. Cachorritos convergentes, aparecen como los más terribles, los anticapitalistas. Pero se mueren por tener escaño en el Congreso, por el uso del catalán en el mismo, por una serie de cosas que no parecen lógicas si lo que quieres es marcharte de España. En teoría se llevan mal con los grandes partidos “procesistas”, Junts y ERC, pero acaban haciendo lo que Puigdemont manda. Donde hay patrón…
Existen también satélites como la ANC, Ómnium o los CDR que siempre han actuado bajo la batuta convergente. Son los encargados de decir lo que los políticos no se atreven y de caldear el ambiente. Puras tropas de choque. El mapa, si tuviésemos que hacer un cuadro sinóptico, se reduciría a dos elementos: herederos del pujolismo y los que quieren sustituirlos. Los que detentaban la patente de corso y los que quieren hacérsela suya. Los amos del tres por ciento y los que creen que ha llegado su turno. Porque la cosa siempre ha ido de eso. Unos que mandaban en el cortijo y otros que querían mandar. Nunca fue la independencia, la regeneración, ni el catalanismo. Ni siquiera España, a pesar del visceral y atávico odio anti español de la burguesía catalana. Todo se reduce a un libro de caja y quien lo controla. Lo que sucede en Cataluña no es difícil de entender si despojamos al tema de análisis políticos y vamos al meollo del asunto: la pela, señores. Siempre la pela. Desde Cuba y la sacarocracia hasta hoy.
Petrarca
Estimado Miquel, no estaría yo muy seguro de que toda esa ralea estén separados. Imagínaate estar en una sabana africana-que hoy está representada en España por Cataluña. Cierto es que en la sabana los depredadores viven separados e incluso se odian. Imagina esa sabana con hienas, leones, licaones y demás bichos. Vayas hacia el que menos miedo te produzca. Serías víctima seguro. Estarán desunidos, son "enemigos", pero para merendarte, cualquiera de ellos lo hará. La víctima, en la sabana, siempre seremos nosotros, las gacelas. La única probabilidad sería que nos convirtiéramos en búfalos, formar un círculo y plantarles cara. O imaginamos esta última opción o las bestias se nos comerán igual.
Beeblebrox
Siempre ha sido lo que ud dice. Pujol encontró el sueño de cualquier político: un rebaño cautivo que te tolera todo tipo de corrupciones e incompetencias porque te evalúa con una métrica de "hacer patria" que puede querer decir cualquier cosa, y unas instituciones en su entorno dispuestas a darle todo el dinero e impunidad que pidiera a cambio de alquilar su rebaño para votaciones. Y el problema es sencillamente quién hereda el momio. El problema es que la existencia de dos aspirantes a esquilar el rebaño les ha hecho subir la puja y ahora los más exaltados se rebotan cuando oyen que se acabó la representación y tocan otros 40 años de pasar la gorra. Esos pirados son un problema para ERC y Jx3 porque les reducen el rebaño, pero el problema para España son el grueso de las ovejas que mantienen la formación porque todavía piensan que es mejor un ladrón "de aquí" porque con lo que robe al resto de España compensa lo que roba en casa.
Messidor
(Que conste que suscribo su comentario, pero tenga cuidado, que últimamente los piropos son punibles)
Urenga
Creo que hay una ausencia clamorosa en el mapa de situación, y es el PSC, aunque deba aparecer sombreado.
vallecas
Estoy de acuerdo D- Miquel Independentistas de verdad, de "pata negra" deben ser un 15 % (siendo muy generoso). Me refiero a los que están dispuestos a jugarse su hacienda. a perder algo, a vivir peor siendo Catalán que Español. Pero insisto, el 80% de los Catalanes son anti-españoles y hay que decirles que NO. Si no quieres ser Español yo tampoco quiero que lo seas. O sea. Cataluña fuera de España ¡¡YA¡¡