En las próximas elecciones autonómicas se presenta Aliança Catalana, el partido separatista promovido por Sílvia Orriols. La alcaldesa de Ripoll es bastante conocida por sus posicionamientos sobre inmigración, pero los medios de comunicación no suelen resaltar el detalle de que en la categoría de ‘extranjeros’ mete también a los españoles, es decir, a los conciudadanos que —según ella—, no forman parte del pueblo catalán, sino de la ocupación española en Cataluña.
El 9 de abril, Orriols respondió así a las preguntas de Gemma Nierga en La 2 de TVE:
—”¿Qué es el pueblo catalán?
—Es una identidad, una nacionalidad; somos un grupo étnico.
—¿Es una raza? ¿Existe la raza catalana?
—Raza como concepto étnico, de ‘lingüístico’ y de ‘cultural’, pues evidentemente. Somos una etnia, compartimos una singularidad, compartimos una misma historia y unos mismos valores, una misma ética. Por tanto, somos un pueblo diferenciado del resto”.
No fueron pocos quienes se llevaron las manos a la cabeza al oír el uso desvergonzado de los términos ‘raza’ o ‘étnico’ para referirse a los catalanes, como si de repente hubieran cobrado vida unas ideas que permanecían dormidas. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que habitualmente son disfrazadas con todo tipo de adornos, pero Silvia Orriols no sostuvo en esas declaraciones algo sustancialmente distinto a lo defendido en mayor o menor medida por parte de Junts, ERC, la CUP, el PSC o los ‘Comunes’. A saber: que una lengua implica una cultura diferenciada, que cada cultura equivale a una nación —la nación cultural, en este caso la catalana—, y que a cada nación le corresponde un Estado propio —o en su versión eufemística, para los más acomplejados: el derecho de autodeterminación o derecho a decidir—. Una herencia del romanticismo alemán funcionando a pleno rendimiento.
Regodearse en su marginalidad
Por todo el país ocurre algo similar con Izquierda Unida, Podemos y Sumar, pues además de su descafeinada trayectoria ideológica, no han aprendido nada de la historia y siguen asumiendo para España uno de los peores legados de la Unión Soviética: “la autodeterminación de Lenin y la nación de Stalin, mutuamente dependientes en el corpus doctrinal de la izquierda soviética”, en palabras de Santiago Armesilla (Lenin. El gran error que hizo caer la URSS). Es común en estos partidos el hecho de regodearse de su propia marginalidad política, pues a falta de revoluciones en 100 años y de mejores virtudes, encuentran el éxtasis formando parte de la eterna resistencia. Así las cosas, no es de extrañar que los separatistas les acaben comiendo la tostada elección tras elección, como se ha visto recientemente en Galicia y País Vasco. Pero, ¿y lo bien que sienta alzar el puño sin enterarse de nada?
El PP de Galicia tiene más elementos en común con el PSOE de Galicia y con el Bloque Nacionalista Galego que con el PP de Murcia
En lo relativo al PSOE y al PP, como máquinas electorales bien engrasadas que son, se adaptan a lo que haga falta con tal de colocar en un sillón a cuantos puedan de los suyos. No tienen el menor problema en coquetear —de momento sin llegar hasta las últimas consecuencias— con la idea de la nación cultural, sobre todo en las comunidades autónomas con lenguas regionales. Tal es el absurdo, que dentro de cada partido las diferencias en este tema suelen ser mayores entre sus propios dirigentes autonómicos que con el rival. Así, el PP de Galicia tiene más elementos en común con el PSOE de Galicia y con el Bloque Nacionalista Galego que con el PP de Murcia; y lo mismo ocurre con el PSC respecto del PSOE de Castilla-La Mancha. En el caso del todavía presidente del Gobierno, directamente se parece más a quien necesita en cada momento para gobernar que al Pedro Sánchez previo a su llegada a Moncloa.
El nacionalismo étnico-cultural de Sílvia Orriols es escandaloso, pero no es nuevo, ni en Cataluña ni en el resto de España. Tampoco es minoritario: no tanto por la superioridad numérica de quienes lo sostienen —con más o con menos descaro—, sino más bien por la inferioridad de quienes lo rechazan. La defensa de la nación política de ciudadanos iguales entre sí, antaño enarbolada por las mejores tradiciones españolas del liberalismo y del socialismo, no pasa por su mejor momento.
TELO186@MSN.COM
!! sr adrian , lo confieso !! , antaño estuve ha punto de ser " nazi " , ya sabe ? alto , guapo , rubio , atletico , ojos azules , inteligente , o sea " raza aria " , pero....... cuando me entere que aqui tenia la " raza catalana " me dije !! ya lo tengo !! y....... o sea , junqueras , ponsati , aragones , puigdemont , .....no hay color !!
EDDDO
Me pregunto con quien pactará las votaciones en el parlamento europeo Guillermo, en el parlamento del congreso y senado, con quien. Como legalizaría su líder la ilegalización de la LOAPA.
EDDDO
diga una cosa ya que su líder ni afirma ni desmiente, ¿esta usted a favor o en contra de ilegalizar a ese partido, a ERC, PNV, BILDU, todos los partidos que han manifestado desde 1978 que hay étnias, ADN distintos en las nacionalidades de Cataluña, VASCONGADAS, o cualquier otra comunidad autónoma como partido político. Porque Guillermito nunca ha sido presionado a responder a ese tema. Siempre entre algodones en 13TV y demás medios donde le protegen periodistas buscavidas.
EDDDO
Dejando de lado lo que ha descrito y que se ha olvidado de lo que cree la buena persona de Junqueras acerca de su ADN, del resto de los iberoamericanos, de lo que opinaba H Barrera. Me ha sorprendido que usted esta con Fraga y Falcón en esa cosa que se ha inventado Guillermito del Valle. Izquierda hembrista que no reconoce que se ha legalizado la no presunción de inocencia constitucional a los hombres, por tener una mujer la presunción de veracidad, no cree usted que haya hombres a los que se les condena mediáticamente y judicial por ser hombres, que a las mujeres se las da derechos legalizados por denunciar a hombres, que personajes como usted y los que están con esas dos permiten y asumen en su forma legal y política, en un partido donde esta usted.
Crazy_Ivan
Me congratula ver una nueva firma en este medio que se une a las de Dª Irene González y D. Juan Abreu, en poner el dedito en la llaga de las veleidades nacionalistas del PP, orientadas a la captación y mantenimiento del voto cautivo vía el empleo público desbocado y a la vez fuertemente ligado a la aceptación de la preeminencia del dialecto local sobre la lengua nacional (véase Galicia). Nada diferente de lo que ocurre en Cataluña, al menos conceptualmente. Le ha faltado a D. Adrián hincar un poco más el dedito y poner de manifiesto la inmensa contradicción que supone que, quien ha sido aclamado como el líder salvador de España (en realidad del PP, que es para lo que lo trajeron), se dedique a socavar esa misma españolidad en el territorio del que procede. Circunstancia permanentemente obviada por los FJL, Bieitos, Rosells, Nietos, etc. y que justifican - supongo - por la prioritaria necesidad de echar al siniestro "Vozhd" Piotr Sancheztalin de su dacha. Y después - pregunto - ¿quién se encargará de parar la demolición de la Nación Española, si uno de los que más fervorosamente le han dado a la manivela es precisamente su presunto "salvador"? ¿Los pragmáticos PNVistas, "la antigua Convergencia" (Alejandro Fernández dixit) o sus herederos de JuntsxCat (noble partido "de centro derecha", según el propio Feijoo)?
vallecas
Lo que digan estos "tarados" no tiene importancia. Siempre los ha habido. No tiene importancia si el PP y el PSOE se mantienen del lado de una "mínima decencia". Lo aterrador es que el PSOE se ha aliado con estos descerebrados y con comunistas, terroristas, ..... El problema no es lo que diga la Orriols, el problema para la subsistencia de España es el PSOE.
Norne Gaest
Los dos elementos de interés del artículo son: la anécdota de la entrevista a la Orriols y (aunque no es nada nuevo, porque todos lo sabemos) que el PP practica nacionalismo a baja escala. Hoy mismo, salvo a Billdu, sigue avalando la normalidad de los nazionalismos. Orriols es un horriols, pero es una representante natural del nazionalismo, que yo siempre escribo con z cuando me acuerdo. Lo singular sería, si acaso mayor sinceridad de la usual. Y su estricta fidelidad a los fundamentos. Lee a Sabino Arana o algunos clásicos del nazionalismo catalán.