La decisión del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de eliminar de raíz el Premio Nacional de Tauromaquia ya desde este mismo año, y para el futuro, es una decisión política basada en el sectarismo, la imposición de una absurda agenda ideológica destructiva de valores históricamente vinculados a nuestro concepto de nación y, sobre todo, un ejercicio de coacción y fractura de la libertad. Urtasun, como dirigente político de Sumar y como un ciudadano más, está en su legítimo derecho de no compartir los valores que emanan de la tauromaquia. Sin embargo, como ministro ha de ser consecuente con el profundo significado de la Fiesta Nacional y del arraigo que representa en nuestras raíces culturales y emocionales. Debe ser, en definitiva, respetuoso con la historia en lugar de tratar de reescribirla desde criterios revanchistas. Es sencillo: un ministro pertenece a un Ejecutivo que gobierna a una nación. No es la expresión de una facción mínima de esa nación ni del sectarismo o el capricho particular de alguien.
La política cultural no puede ser una política de trinchera, y menos contra una expresión que representa desde hace siglos otra rama asimilable a las Bellas Artes y, por supuesto, a la cultura popular más acentuada. Políticamente es un error anular un premio de tanto prestigio en España por ese eterno complejo de la izquierda de reducir todo lo que pueda resultar simbólico de nuestra nación al mero dogmatismo más destructivo y tóxico. Algo similar está haciendo Urtasun desde su llegada al Ministerio de Cultura con el revisionismo histórico más cegato y falaz, e imponiendo unas tesis alarmantes sobre el colonialismo que perjudican al patrimonio histórico y moral de la historia de España.
"Ha tenido que ser un socialista como Emiliano García-Page el primero en mostrar su rechazo a este ejercicio de sectarismo
La Fiesta Nacional es, además de una liturgia cultural anclada en la escenificación de unos ritos identitarios que debemos conservar, un motor económico de indudable factura. De hecho, se calcula que la tauromaquia genera entre 1.600 y 2.000 millones de euros anuales, lo que llega a representar hasta el 0,16% del PIB. No se trata, como se empeña Urtasun, un declarado antitaurino, en sostener la idea de que los toros son un residuo sin valor cultural o artístico, sino un simple ejercicio de maltrato animal o barbarismo al que hay que poner fin. Primero, porque objetivamente no es así; segundo, porque es el modo de vida de miles de personas en España; y tercero, porque la tauromaquia es en sí mismo un valor ecológico que permite perpetuar la raza del toro de lidia.
Desmitificada la falsedad de que la tauromaquia vive exclusivamente de unas subvenciones públicas que debería prohibirse, a Urtasun solo le quedaría admitir que, en el fondo, se trata de una cuestión de respeto a la libertad. Así lo sentenció el Tribunal Constitucional tras otras embestidas anteriores de Gobiernos de la izquierda, que prohibieron en algunas autonomías la celebración de corridas de toros. Urtasun no lo hará. Por eso debe ser inmediatamente desautorizado por el presidente del Gobierno. Y quizás por eso ha tenido que ser un socialista como Emiliano García-Page el primero en mostrar su rechazo a este ejercicio de sectarismo, asumiendo él en Castilla-La Mancha la convocatoria de un premio idéntico. En el caso de Madrid, el consejero de Medio Ambiente, Interior y Agricultura de la región, Carlos Novillo, ha indicado que el Gobierno regional también pondrá en marcha su propio Premio de Tauromaquia de la mano de la Fundación Toro de Lidia. Es la demostración de que esto no va de ideología, progresismo y el resto de mantras abonados a la izquierda más extremista. Va de un sectarismo disparatado empeñado en seguir fracturando a la sociedad española.
jm15xy
Cuando el Estado deje de meter mano en subsidiar el entretenimiento o la "cultura", entonces (y solo entonces) la tauromaquia (y toda industria cultural o de entretenimiento) se convertirá en una cuestión de libertad. Mientras tanto, propongo que se haga un acuerdo que consista en seguir promoviendo los toros, pero solo a cambio de promover el euskara en toda España y en el País,Vasco además de en Navarra y en el País Vasco Francés. El vasco, el esukara es tan antiguo y no menos importante como legado cultural que los toros. «Do ut des, fscio ut facias».
vallecas
Creo que he sido postergado por ser crítico. Mis comentarios son rechazados. Lo intento de nuevo. Hay dos cosas ciertas. Urtasun es un impresentable y las Corridas de toros son una barbarie.
Norne Gaest
Mejor que retiréis (ya lo estáis haciendo) este editorial cuanto antes. Es lamentable. Entre otras cosas, como dice Luki, nadie ha prohibido nada
Arev
Leo en otro medio que el “paleto urbano, metido con calzador a ministro, decide cancelar un premio taurino porque solamente un 1,9 % de la población es aficionada a los toros ¿Pensará cerrar las joyerías, ya que todavía es menor el porcentaje de población aficionada a los Rolex de oro de 30.000 €?¿Y los concesionarios de Lamborghini, Ferrari…? Desconozco la cuantía de ese premio y si se realiza mediante subvención de dinero público. Pero los ofendidos que tienen certeza y si les preocupa, deberían mirar las cuantías de las subvenciones otorgadas por esa que se ha metido, también con calzador, a primera dama. No voy a entrar en las valoraciones culturales, artísticas y casi religiosas de las variantes de la tauromaquia en un país invadido de norte a sur y de este a oeste por la estulticia de consumidores del producto de saldo y fraudulento. He podido comprobar cómo la tauromaquia es de las pocas actividades que mantienen con vida la dehesa.
luki
¿Debo estar perdidísimo...se han prohibido los toros o k?
TheWildSide
Entiendo que tan sectario es estar a favor de la tauromaquia como estar en contra. Por otra parte, no se prohíbe la tauromaquia, simplemente no se premia con dinero público. Cero que la decisión de Urtasun es muy atinada. Y la de García-Page muy desatinada, como es habitual.
Variopinto
" 3/ La cifra de aficionados a los toros que Urtasun alega es una burda manipulación. Dice que sólo el 1,9 % de la población española ha asistido a espectáculos taurinos. En realidad, según la Estadística oficial, esa cifra está tomada de la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales 2021-2022. Los datos en que se basa se recogieron entre marzo de 2021 y febrero de 2022; es decir, en un período en el que, por el covid, se suprimieron todas las grandes Ferias: Madrid, Sevilla, Pamplona, Bilbao, Valencia… De eso se ha olvidado –o se lo ha callado– el ministro Urtasun". Andrés Amorós, hoy. Como demuestra Andrés Amoros en su artículo en otro medio digital (a cuyo director han señalado desde el PSOE) , el ministro Urtasun miente por siete veces. De momento, siete.
Rekaldeberri
Yo soy vegetariano desde 1980 y vegano desde hace unos 20 años. No se me pasa por la cabeza decir a nadie lo que tiene que comer o lo que no. De la misma manera, no aficionado a la tauromaquia, pero tampoco abogo por su desaparición. En cualquier matadero medianamente grande se sacrifican más animales en un día que en las plazas de toros de toda España en un año. Además de que, por lo general, esos animales tienen una vida mucho más miserable que un toro de lidia. En fin, comer carne y ser antitaurino es pura hipocresía.
Norberto
Lo primero que yo haría como ministro de cultura es cargarme los premios goya y las subvenciones a esa industria ruinosa que es el cine español.