Opinión

'Vértigo': un modelo de manipulación

Tarde o temprano, la farsa se desvela como lo que es, una gran mentira de la cual algunos pocos obtienen muchos beneficios y mucho poder

Ya que estamos en verano, vamos a jugar. Como dicen Hofstadter y Sander en su libro La analogía. El motor del pensamiento (2018) el conocimiento se genera a partir de la imaginación, de recuerdos, de hipótesis, de abstracciones, de categorías. Y todo esto tiene su origen en una actividad primordial, la comparación, es decir la búsqueda de semejanzas.

Hipótesis de partida: la estructura de funciones de los personajes en la película Vertigo sirve de modelo para estudiar la gran manipulación de masas de nuestros días. Este juego de analogías comienza viendo la cinta.

Basada en una novela titulada De entre los muertos, Hitchcock la estrenó en el Festival de San Sebastián de 1985. Ni la crítica ni el público la consideraron de mucho interés en ese momento. Cuarenta años después, el American Film Institute, una de esas entidades norteamericanas presuntamente independientes que tienen muy estrechos lazos con el poder económico y político, comenzó a ascenderla en los listados de las mejores cien películas de la historia. En 2012 ya fue encumbrada como el mejor film superando a la que durante mucho tiempo ocupó ese puesto, Ciudadano Kane (1941). Tal vez sea casualidad, pero el asunto central representado en ambas obras es la manipulación, de masas en la de Wells e individual y personalizada en la de Hitchcock.

Acrofobia y vértigo son las secuelas traumáticas que padece Scottie, el policía que se salva mientras un compañero, por intentar ayudarle, cae desde un tejado y muere. Esa es la frágil condición del personaje principal al comienzo de la película.

Recordarán un instante prodigioso, de esos que trituran la idea que el cine es un lenguaje, un instante que enseña que el cine es un procedimiento complejo de comunicación que crea sus propios códigos para cada ocasión

Scottie pasa a ser un jubilado incapacitado para labores policiales de riesgo. Es la situación idónea para que un desaprensivo, antiguo compañero de estudios, le encomiende una tarea un tanto peculiar: vigilar a su esposa, no porque haya sospechas de infidelidad sino porque ella hace extraños desplazamientos relacionados con una bisabuela que se había suicidado. Y aquí aparece una muy precisa configuración de un fantasma bajo la cegadora luz californiana.

Semejanzas para reflexionar sobre la estructura básica de la manipulación actual en Occidente: cierta incapacidad, provocada traumáticamente, para relacionarse con el entorno, el cual se percibe caótico y peligroso (vértigo y acrofobia) y el despliegue para la mirada de un fantasma deseable, magnetizador, capaz de un control totalitario sobre lo cognitivo y sobre lo emocional.

Quienes hayan visto la película recordarán un instante prodigioso, de esos que trituran la idea que el cine es un lenguaje, un instante que enseña que el cine es un procedimiento complejo de comunicación que crea sus propios códigos para cada ocasión, sin renunciar a la ambigüedad ni a la indeterminación semiótica.

Tarde o temprano, la farsa se desvela como lo que es, una gran mentira de la cual algunos pocos obtienen muchos beneficios y mucho poder desmontando el estado derecho, la democracia, la libertad y la civilización occidental

En el restaurante Ernie´s, el deslumbrante fantasma de Madeleine camina hacia la salida y se detiene justo a la espalda de Scottie que está acodado en la barra. Él sabe que ella está detrás pero no la mira. El espectador ve que el fondo de la pared roja se ilumina durante un segundo. Scottie no está viendo ese resplandor, pero el espectador es invitado a compartir el deslumbramiento que Hitchcock adjudica al bello fantasma. Es la producción más elocuente de un deseable total para el imaginario de Scottie, un imaginario que, en virtud de los recursos cinematográficos de Hitchcock, comparte el espectador. Scottie se enamora de ese fantasma y cree hallar así un sentido nuevo para su vida.

Los promotores del Nuevo Orden Mundial, organizados oficialmente en torno al Foro Económico Mundial, disponen de todos los medios para la producción y difusión de fantasías, amenazas y fantasmas y, a la vez, disponen de todas las herramientas operativas para generar problemas muy serios dentro de la civilización occidental que tratan de destruir.

En Vertigo, el deslumbramiento esconde un crimen, el asesinato de la esposa de quien hace el encargo a Scottie. Si al comienzo ya se sentía culpable por la muerte de un compañero policía, cuando se le hace creer que también es culpable de la muerte del bello fantasma, acaba ingresado en un psiquiátrico.

La totalización deseable que presentan a quienes, a la vez, son declarados culpables, sin juicio, por respirar y por existir -lo cual produce demasiado CO2. Dicen y mienten- es el espejismo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Qué falla frente a esa alucinación buenista, falaz y totalitaria? Lo mismo que falla en la creación del fantasma para Scottie: la realidad. Tarde o temprano, la farsa se desvela como lo que es, una gran mentira de la cual algunos pocos obtienen muchos beneficios y mucho poder desmontando el estado derecho, la democracia, la libertad y la civilización occidental que es la única que lo es de verdad.

Hitchcock construyó el campanario de la torre y la escalera interior en plató para probar su famoso travelling compensado, una mezcla de avance y de retroceso

Lo grave es que se trata de una manipulación de tal envergadura que no tiene antecedentes históricos, más allá del comunismo y del nazismo, los cuales son ahora superados con creces. Para mucha gente, el conocimiento de esta realidad puede ser devastador como lo es para Scottie, el cual es incapaz de salir del agujero negro de las obsesiones inducidas por la manipulación de su antiguo compañero de estudios. Es decir, el acceso a la verdad resulta traumático, sobre todo, si la gente no cuenta con algún tipo de armadura como la que proporciona el catolicismo que es el que mejor conoce y se enfrenta al mal. En Vértigo, la católica misión de San Juan Bautista de construcción española al sur de San Francisco, donde mueren las dos mujeres, está tratada por la puesta en escena como un mero decorado sin ningún valor simbólico. Esa iglesia no protege frente a las pulsiones destructivas desencadenadas por el proyecto de manipulación para asesinar. Hitchcock construyó el campanario de la torre y la escalera interior en plató para probar su famoso travelling compensado, una mezcla de avance y de retroceso empleando simultáneamente el cambio de distancia focal con el movimiento real de la cámara. En el núcleo mismo de un espacio sagrado lo que se representa es la absoluta inestabilidad espacial. Diabólico. Postmoderno.

Mas esto que aquí concluye sólo es un juego de semejanzas en una noche verano.

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