El escenario “más factible” que maneja a estas horas La Moncloa es el apoyo de Podemos a la investidura de Pedro Sánchez incluso sin pacto programático. Según fuentes del entorno de Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones cree que Pablo Iglesias quiere evitar las elecciones a toda costa, pero que no está dispuesto a otorgar al socialista un apoyo externo al estilo portugués. Descartada la posibilidad de una coalición, solo queda un voto de investidura prestado pero remarcando las distancias programáticas entre ambas formaciones. Esa opción está siendo analizada en Podemos y cada día toma más fuerza.
Fuentes del gabinete de Sánchez y del propio partido socialista confirman que, en su opinión, esa opción es la “más inteligente” para Podemos. El partido morado desea evitar las elecciones, tanto por el temor de bajar en escaños, como por las dificultades económicas en organizar otra campaña electoral sin pedir préstamos a entidades bancarias (tal y como prescribe el ordenamiento interno de Podemos).
De tal manera que la única salida sería para Iglesias votar a favor de Sánchez el próximo 23 de septiembre y plantear su postura en el marco de la “responsabilidad” ante el peligro de un ejecutivo de derechas después de otra ronda electoral. Los aliados de Iglesias, desde IU hasta Equo, quieren evitar los comicios. Después del fracaso de la investidura en julio ya advirtieron a Iglesias de que el proyecto de Unidas Podemos podía verse sacudido por la repetición electoral. Y criticaron la decisión de rechazar la última oferta de Sánchez.
Dura oposición
Ante lo que podría convertirse en una tormenta perfecta, los asesores de Sánchez creen que Iglesias tomará la vía más razonable. Y aseguran que miembros de Podemos también contemplan esa posibilidad. Fuentes de Unidas Podemos, en efecto, confirman a Vozpópuli que la agrupación tiene sobre la mesa esta posibilidad.
De ser así, Sánchez lograría desbloquear la investidura, aunque se encararía a una etapa política convulsa. El primer escollo sería, de hecho, los presupuestos, en los que el grupo de Unidas Podemos dará batalla. Las fuentes de Podemos consultadas aseguran que de cerrarse este apoyo en la Cámara el partido morado hará una “dura oposición” contra Sánchez.
A la vez, Iglesias ganaría tiempo para cerrar todas las heridas internas en su partido. Entre otras, el fortalecimiento de Irene Montero como relevo en un plazo relativamente corto de tiempo.
Dinámica frenética
La situación política se presenta en general en una fase de gran convulsión. Cada actor esconde sus cartas, lo que dificulta el entendimiento. Miembros de Podemos comentaban el lunes en el Congreso que ambos partidos están activando sus maquinarias electorales. Desde hace días personas del círculo de confianza de Iglesias abogaron por esa opción, como adelantó este diario.
A menos de 30 días para llegar a la conclusión de un difícil embrollo, los más pesimistas en ambas formaciones comentan que, si bien ni Iglesias ni Sánchez desean que se vuelva a votar, los dos han entrado en una dinámica frenética de la que es difícil salir. La última esperanza de Moncloa es que, en este sentido, en la cabeza de Iglesias prime el miedo a concluir su ciclo político de cinco años con una gran derrota en noviembre y se decante por un apoyo en el hemiciclo únicamente vinculado a la investidura. Sin coalición ni acuerdo programático.
