El Parlamento de Cataluña debatirá y votará este viernes la reforma de la ley de Presidencia, a fin de habilitar una investidura presidencial vía telemática o por correo electrónico. Esta iniciativa choca frontalmente con las disposiciones tanto del TC como del Supremo, así como del Tribunal de Garantías Estatutarias. Roger Torrent, presidente de la Cámara, ha dado luz verde a la propuesta de JxCat, en lo que puede considerarse un homenaje a Carles Puigdemont, empeñado en defender la posibilidad de ser investido en el exterior.
El Gobierno ya ha anunciado que los servicios jurídicos del Estado tienen ya preparado el recurso ante el TC de esta reforma, que quedará inmediatamente paralizada y sin efecto político alguno en cuanto se admita a trámite. Esta cabriola legislativa no es más que un gesto del bloque independentista hacia el exmandatario prófugo, empeñado en defender el derecho a ser proclamado 'president' sin necesidad de estar presente en el Hemiciclo.
La mayoría secesionista de la Mesa ha dado curso a este paso, en contra del criterio de los partidos constitucionalistas. Ciudadanos, además, también ha anunciado que recurrirá la decisión de la Mesa de permitir que tanto Puigdemont con el exconsejero Toni Comín puedan delegar su voto desde Berlín y Bruselas, donde ahora se encuentran a la espera de que se solventen las respectivas euroórdenes cursadas por el magistrado Llarena.
Una vez fallido este último intento de retorcer las leyes para investir a Puigdemont en la distancia, se procederá a convocar un nuevo pleno, en este caso para elegir a un presidente efectivo y sin problemas judiciales. El nombre quedará despejado este fin de semana, ya que el expresident ha convocado a su tropa parlamentaria en Berlín, para anunciarles sus planes.
Será, si todo concluye como ahora se anuncia, el fin de la era Puigdemont, el último capítulo formal de las andanzas del prófugo en su condición de 'president'. Casi cinco meses después de las elecciones autonómicas, y seis meses después de la aplicación del 155, finalmente parece que se desbloqueará la situación de parálisis institucional. Nada puede preverse en la dislocada Cataluña de Puigdemont pero esta vez es muy posible que se imponga una mínima sensatez. ERC, el PDeCAT, empresarios y entidades de la agitación callejera, como la ANC, empujan en la vía de evitar el camino de nuevas elecciones.
El silencio del tribunal
El hermetismo en torno a los proyectos del prófugo es total. Elsa Artadi tiene la mayoría de las posibilidades de ser la elegida para dirigir la nueva etapa, teleridigida, eso sí, desde Berlín o Bruselas, donde sea que se encuentre Puigdemont. Será la primera presidenta de la historia de la Generalitat. Y será una presidenta interina, provisional, al frente de un 'Govern' transitorio.
Puigdemont mantiene estos días un extraño e inhabitual silencio, a la espera de novedades en su frente judicial. El tribunal de Schleswig prosigue con sus trabajos para determinar finalmente si entrega al encausado a la Justicia española u opta por dejarlo en libertad. No hay indicios sobre el calendario de este tribunal, envuelto en el misterio, de cuyas labores apenas trasciende noticia alguna. Apenas se conoce algún detalle sobre sus componentes, salvo un escueto curriculum que circuló en su momento. "Tardará semanas en que se produzca alguna novedad", dicen en fuentes independentistas. "Todo allí va muy lento, y este tribunal apenas tiene experiencia en asuntos tan complicados", añaden.