En la Venezuela de los apagones de luz y la escasez de alimentos, no todo son estrecheces. El Gobierno de Nicolás Maduro ha tenido que desembolsar alrededor de 400.000 euros por el vuelo privado que contrató a un operador turco para que un 'Falcon 900LX' se desplazase primero a Caracas para recoger a la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y llevarla de nuevo al país otomano para una reunión en Ankara con su homólogo turco. Entre medias, se produjo la polémica escala en Madrid con José Luis Ábalos de protagonista.
Vozpópuli ha tenido acceso al plan de vuelo completo de este aparato con matrícula TC-AKE, que tiene su base de operaciones en Estambul y una capacidad interior para 14 personas, muy similar en sus dimensiones a los que dispone el Gobierno español.
La empresa Sky Valet actuó en este caso como 'agente handling' desde España y las compañías de este sector suelen cobrar cada hora a 7.000 euros en base al plan de vuelo. Un dinero que se paga por adelantado salvo escasas excepciones y Venezuela, precisamente, no es un país fiable para esperar que pague a posteriori.
El avión salió del aeropuerto de Ataturk (Estambul) el sábado 18 de enero a las 10:34 de la mañana, hora local. Hubo un primer vuelo de 6 horas y 30 minutos hasta el aeropuerto portugués de Santa María, ubicado en el archipiélago de las Azores, donde se hizo una escala de apenas 33 minutos para repostar y que la tripulación estirase las piernas.
De ahí, hubo un segundo vuelo de 7 horas y media hasta el aeropuerto de Maiquetía-Simón Bolivar de la capital venezolana. La aeronave aterrizó a las 17:57 horas de la tarde del citado sábado, hora venezolana. La tripulación se fue al hotel a descansar y a la mañana siguiente, concretamente a las 10:12 horas del domingo, empezó el viaje de la polémica hacia Madrid.
Amplio séquito
Al avión privado subieron Delcy Rodríguez, su jefe de gabinete y otros cinco personas de su equipo de colaboradores. Entre ellos iba al ministro de Turismo, Félix Plasencia, quien encabezaría la delegación venezolana en Fitur. Con carácter previo, el Gobierno de Maduro informó a la embajada española de este vuelo, pero no dijo que en su interior iba a la todopoderosa vicepresidenta ejecutiva, una de las 25 personas sancionadas por la UE y que tiene prohibido su acceso a la zona Schengen.
Este inesperado hecho se tuvo que conocer luego en la embajada. O bien minutos antes del despegue o seguramente con el aparato ya en pleno vuelo. En cualquiera de los dos casos, se activaron todas las alarmas en el Ministerio de Asuntos Exteriores y, unos minutos después, en el aeropuerto de Barajas.
El vuelo Caracas-Madrid duró nueve horas y la aeronave aterrizó en Barajas a las 00:12 horas del pasado lunes, hora española. Catorce horas después, con la tripulación descansada, se produjo un último vuelo Madrid-Estambul, de una duración de 3 horas y 40 minutos de duración... en el que aún no se sabe con seguridad si Delcy Rodríguez iba en el interior de la aeronave.
Cuenta final
La suma de todos los vuelos, con sus correspondientes horas de repostaje y descanso de la tripulación, da un total de 58 horas, es decir casi dos días y medio, lo que supone una factura final de 406.000 euros si se toma como base la tarifa estándar de 7.000 euros cada hora.
Delcy Rodríguez 'reapareció' el miércoles en Ankara para una reunión con su homólogo turco con el fin de preparar el 70 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. Dos días después, el viernes por la tarde y habiendo saltado ya la polémica en España, una aeronave similar pero propiedad de la petrolera estatal venezolana, PDVSA, voló directamente desde Turquía a Venezuela con la vicepresidenta a bordo, según El Confidencial.