Gran Via de les Corts Catalanes, 639. 20 de septiembre de 2017. Una comitiva de la Policía Judicial de Guardia Civil registra la Consejería de Economía y Hacienda. Buscan documentación vinculada a los preparativos del referéndum del 1-O en cuatro despachos del edificio. En las afueras, se concentran civiles a favor del independentismo y varios líderes catalanes; algunos de ellos, se sientan en el banquillo ante el tribunal que juzga la causa del 'procés'. Los acusados insisten en que fue una manifestación "cívica", "pacífica" y "familiar". Desde dentro, el relato es otro. La letrada del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona a cargo del registro describe 16 horas de encierro.
7.40 - 8.00 horas
Ciudad de la Justicia de Barcelona y Hospitalet de Llobregat. Los funcionarios de la comitiva de la Policía Judicial salen de sus oficinas y se dirigen a la Consejería de Economía. Tres coches, un trayecto de seis kilómetros, una docena de funcionarios no uniformados de la Policía Judicial y "unos ocho" uniformados. Según ha explicado la letrada, el día anterior el magistrado a cargo acordó un operativo de unas 40 entradas y registros todas relacionadas con los hechos denunciados. "Concretamente, el mío eran cuatro entradas en el mismo edificio", ha dicho.
Los agentes llegan a la Consejería y los tres coches antes mencionados fueron aparcando cerca de la puerta del edificio para que, según la letrada, el trayecto fuese "lo más corto posible" para los funcionarios de la comitiva. "Cuando llegamos había dos mossos de seguridad ciudadana a los que comunicamos a qué veníamos y allí nos identificamos nuevamente", ha señalado la letrada quien ha recordado que entraron franquearon la puerta de la Consejería "a las ocho en punto, que es cuando se abre de cara al público".
8.30 - 8.45 horas
A esta hora, la letrada se retiró de la entrada y procedió a recorrer el edificio. "Dejé que tanto el teniente de la Guardia Civil y que el conserje localizase. Era una diligencia secreta, solo disponía de la parte dispositiva de ese auto y que no podía notificar a un funcionario de la Generalitat ese auto", ha indicado.
"Como era un edificio muy grande, le pedí a la Guardia Civil que identificase los despachos porque nadie nos decía las cosas". Entonces, inició el registro a los despachos de José María Jové, Natalia Garriga, Mercedes Martínez Matos y la oficina de procesos electorales sin la presencia de los tres involucrados. Una vez identificados los despachos, se apostó a un "guardia de los GRS para que nadie pudiera entrar en los despachos". Se había acordado que a esa misma hora se registraran también varios domicilios.
9.00 - 9.30 horas
La letrada ha hecho referencia durante su declaración a un "incidente muy desagradable" que tuvo lugar al otro lado de la entrada una vez iniciado el registro. "Una persona joven se acercó muy cerca del guardia civil que estaba custodiando, supongo que sería una bandera, le pone una bandera cerca de la cara, le grita algo y me da la sensación de que le escupe", ha indicado para luego añadir que tras ese "incidente" intuyó que se iba a "desbordar" la situación.
Tras una conversación con la intendente Teresa Laplana, a las 9.15 horas el teniente de la Guardia Civil le comunica a la letrada que, aunque se había pedido que se adoptaran medidas de seguridad para que los efectivos hicieran un cerco, "la señora Laplana dijo que era innecesario".
Sobre las 9.30 horas, la letrada y otros agentes de la Policía Judicial suben a la segunda planta, donde se ubican los despachos electorales. En ese momento, la comitiva tiene un "incidente" con un funcionario que les hace una foto. "Le piden que la borre y lo hace". Se inicia el registro en la oficina de procesos electorales con la presencia de Vidal Roca. La testigo llama desde el despacho al magistrado para comunicarle la "situación" que habían vivido. "Me dice que inicie sin perjuicio de que si aparecía alguno de los dueños del despacho que constase en el acta", ha añadido.
10.00 - 11.30 horas
Según el relato de la letrada, a las 10.00 horas se empieza a oír "muchísimo ruido fuera". Ha asegurado que era "continuo" y que desde el interior del edificio se percibía como "un murmullo constante". En aquel momento, se le informa que ya había "miles de personas" a las puertas de la Conselleria.
La testigo ha declarado que sobre las 11.30 horas escucha megafonía a las afueras del edificio. "El murmullo era imposible", ha añadido. Según ha narrado, se distinguían lemas en catalán como "votarem", "no saldrán", "no surtirán", "no pasarán".
13.30 horas
El teniente de la Guardia Civil, que había conversado con el líder de la ANC Jordi Sànchez, les comunica que no era posible ingresar a los detenidos porque las condiciones que había expuesto el hoy acusado "no eran aceptables". Sànchez había ofrecido un "pasillo humano" formado por civiles para que los investigados accedieran al edificio. "Los detenidos nunca llegaron, ni pudieron estar presentes en los registros", ha puntualizado la letrada.
Poco después, se plantea la posibilidad de pedir comida para la comitiva. El teniente les informa que no era posible. "No podían poner en peligro a nadie".
16.30 horas
Se escucha un "ruido muy grande" que la testigo ha atribuido a un "tumulto en el exterior". En aquel momento, se encontraba registrando el despacho de Jové. "Me dijeron que acababa de entrar el señor Junqueras para ir a su despacho. Pregunté si había preguntado por mí, me dijeron que no. No le di más importancia porque su despacho no era objeto de registro", ha señalado.
20.40 horas
Finalizado el acto de registro, y la letrada hace constar la fecha en la que ya no se buscaba nada más.
21.15 horas
La letrada sube por primera vez a la azotea, aún cuando le habían advertido que no merecía la pena. "La azotea era difícilmente transitable", ha detallado, por lo que en ese momento desestima su petición inicial de enviar un helicóptero a por la comitiva. "No era viable, había muchas antenas", ha añadido.
Una vez en la azotea, la testigo ve un "mar de gente". "Es lo que nos esperaba a la salida por la puerta principal", ha dicho. Allí, la letrada toma fotografías de la concentración que, según detalla, llegaba hasta la Plaza Cataluña, con la intención de añadirlas al informe.
"Sobre las 21.30, bajé al atrio, donde estaba el teniente de la Guardia Civil entrevistándose con el señor Sànchez y el señor Cuixart. Es la primera vez en ese día que escucho su nombre", ha relatado. La letrada no entra al despacho, pero mantiene la mirada fija en la puerta de entrada al edificio a través de la que "entra y sale gente" con un carnet azul.
21.50 - 22.30 horas
A esta hora la letrada estaba lista para salir, con el acta con todas las firmas y la documentación intervenida por orden judicial. Sin embargo, el teniente de la Guardia Civil le informa de que Sànchez "no podía hacer nada para retirar a la gente" que se mantenía a las puertas de la Conselleria de Economía. En ese momento, la funcionaria escucha "un ruido, como una avalancha de gente que se queda atrapada contra el cristal".
Posteriormente, le presentan a la letrada tres opciones para salir del edificio. La primera era que saliera por la puerta custodiada por dos agentes de los Mossos hasta el final de la multitud y que a partir de ahí se fuera "a la primera boca de Metro". "La rechacé porque era inadmisible. Tenía que salir con los otros miembros de la comitiva judicial. No era una opción segura. No lo acepté", ha declarado.
La segunda oferta era un pasillo de civiles. "Lo rechacé por las mismas razones", ha indicado al tiempo que ha recordado que llevaba encima la documentación incautada en los registros. La tercera oferta era que el pasillo los formasen los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, pero también lo descartó.
23.00 - 00:30 horas
Agotadas las opciones, la testigo llama al juez titular del Juzgado José Antonio Ramírez-Sunyer, ya fallecido. "Me tienes que sacar de aquí", ha dicho. Tras esa petición de socorro, le advierten al major de los Mossos d'Esquadra José Luis Trapero que tenía "media hora" para sacar a la letrada.
Sobre las 23.30 horas se presentan en la Conselleria de Economía dos hombre no uniformados que me dicen ser mandos de los Mossos "por orden de Trapero para buscar una salida alternativa". "Me ofrecen la salida por el teatro contiguo. Me dicen que en el edificio de Conselleria hay un acceso a una azotea que permite el acceso al edificio contiguo, que es un teatro. Que por ahí podríamos salir cruzando el teatro. Aprovechando el final de una función, saldríamos entre el público", ha explicado ante el tribunal.
Finalmente, la letrada accede a salir por la azotea. Los agentes de la policía autonómica le repiten en todo momento que se oculte, para que no la vean desde las ventanas de los edificios aledaños. "Vamos hasta un murete, que separa la Conselleria del teatro. Era de un metro, pero yo no lo pude saltar", ha explicado.
Tras ser ayudada por los dos mossos, la letrada llega a un pasillo que conduce hasta los camerinos del teatro. Una vez allí, no consiguen salir de inmediato porque el responsable del recinto se arrepiente. Los dos agentes interceden y consiguen salir con un grupo de actores. "La función había acabado, el público ya había salido. Salimos y nos fuimos en el primer coche logotipado pasada la medianoche", ha dicho.