Alberto Núñez Feijóo tuvo claro, antes incluso de ser proclamado presidente del PP, que Andalucía sería fundamental para llegar al Gobierno y diseñó una ejecutiva nacional con esa premisa en mente. Apenas dos meses y medio después, el nuevo líder del partido celebra la primera mayoría absoluta de la historia en Andalucía, lograda por un Juanma Moreno que cumplió con la consigna de hacer "intrascendente" a Vox y que, con su arrolladora victoria, acerca el objetivo de Génova de sacar a Sánchez de Moncloa.
Una vez confirmado el triunfo, los dirigentes del PP consultados por Vozpópuli reivindicaron la figura del presidente de la Junta: "Conoce a los andaluces como nadie y, más allá de la gestión de estos cuatro años, ha hecho una campaña impecable". Una campaña en la que también "trabajó como un jabato" Elías Bendodo, número dos de Moreno en Andalucía y número tres de Feijóo en Madrid, "que se ha dejado todo pese a haber perdido a su padre a principios de mes".
Las mismas fuentes, en todo caso, también sitúan esta victoria en clave nacional y destacan el cambio de liderazgo en el PP: "Hemos pasado cuatro años dificilísimos desde la moción de censura de Rajoy que se cierran con esta victoria con la persona que debimos de tener al frente entonces: Alberto Núñez Feijóo".
El propio Juanma Moreno, de hecho, compartió el triunfo con el presidente nacional del partido, al que agradeció "entender y creer siempre en Andalucía". Un entendimiento, el de Feijóo y Moreno, que acerca el regreso del PP a La Moncloa.
Cambio de ciclo
El presidente nacional del PP prefirió no estar en el foco tras confirmarse la mayoría absoluta de Juanma Moreno, al que cedió todo el protagonismo. Sí compareció, sin embargo, Cuca Gamarra, que analizó las elecciones en clave nacional: "Esta victoria del PP en Andalucía significa el fracaso del sanchismo [...]. Se necesitan gobiernos con mayorías suficientes para estar centrados en los problemas de los españoles".
Para Génova, la mayoría absoluta en Andalucía supone un punto de inflexión que pone fin a una etapa más que complicada, con la pérdida del Gobierno en 2018 a través de una moción de censura, las derrotas en las generales de 2019, y la salida de Pablo Casado tras la peor crisis que se recuerda en el partido. Los cargos consultados hablan de "cambio de ciclo", con un PSOE en caída libre y un PP que ya recuerda al de las mayorías absolutas de Aznar y Rajoy.
El paralelismo con 1996 y 2011 es claro, con un bloque de centro-derecha muy fuerte que además recibe electores del centro-izquierda -según GAD3 el PP ha recibido en Andalucía 300.000 votos procedentes del PSOE- y con un gobierno socialista en una situación límite.
La mayoría absoluta del PP, además, sirve a los populares para ver respaldado, y reivindicar, un modelo de "gestión y moderación" que ejemplifican tanto Juanma Moreno como Alberto Núñez Feijóo, y que les sirve para marcar distancias tanto con el PSOE como con Vox e ir hacia el votante de centro que, definitivamente, ha abandonado a Ciudadanos.
El camino a La Moncloa
Tras el triunfo de las andaluzas, Alberto Núñez Feijóo afronta las elecciones autonómicas y municipales con el mejor escenario posible y ve allanado su camino hacia La Moncloa.
Tal y como avanzó Vozpópuli, el principal objetivo del presidente nacional del PP era convertir a Vox en "irrelevante" en Andalucía para dar un baño de realidad tanto a sus dirigentes como a sus votantes: la clave era que el partido no entrara en la Junta para que tanto Abascal, como su electorado asimilaran que "de nada sirve crecer si después no logran influir".
Con ese escenario postelectoral logrado, desde el Partido Popular consideran que Vox tendrá muchas dificultades para demostrar la utilidad de su voto en las municipales y autonómicas de 2023, un desafío electoral que medirá el crecimiento territorial de los de Abascal antes de las generales.
El siguiente paso, tras el éxito electoral en Andalucía, es sumar el mayor número posible de gobiernos -autonómicos y municipales- con la menor influencia de Vox posible. Todo ello, manteniendo un crecimiento electoral que se mantiene imparable tras la elección de Feijóo como nuevo líder del partido y que, tras la mayoría absoluta de Juanma Moreno, sitúa al PP en la mejor posición posible para recuperar el Gobierno central tras su traumática salida en 2018.
Zuce
¡Qué pitorreo el vuestro!
cironte
Y no se pierdan este análisis en La Sexta/Secta: "Juanma Moreno ha ganado desde un estilo moderado, lo contrario que Ayuso". ¡No pueden ser más manipuladores! A ver si os enteráis, panda de 'limitaos'. Uno y otro son dos estilos idénticos en lo fundamental: la buena gestión, frente a la incompetencia del (des) gobierno de Sánchez y su banda, con el que nuestra democracia es menos democracia, con el que somos más pobres y también menos respetados en el exterior. El estilo Ayuso es el estilo que debe adoptar toda la derecha española si quiere liberarse de sus complejos, oponiéndose a los dogmas de esta izquierda retrógrada (¡nunca el progreso ha estado más lejos de los que se autodenominan progresistas!), con unos aires insoportablemente supremacistas pero que, entonces con Zapatero (¡qué dolor!), y ahora con el Doctor Fraudez (¡qué náuseas!) nos arruinan económicamente y deterioran gravemente las instituciones y nuestro régimen de libertades.
Tamaratamaral
Hubiese deseado que vox obtuviera más votos..lo que ha pasado que los andaluces han castigado a Sánchez..urgía que este indigno presidente se diera cuenta que no se puede elegir a erc, Bildu y al comunismo..porque si gobierna para ellos no gobierna para el pueblo..El favoritismo de Sánchez ha sido tan descarado criticando siempre a la derecha y nunca a la izda ..eso le ha pasado factura
Beeblebrox
Los españoles están dando su confianza al PP de Feijoo para que sean el instrumento de su lucha contra el régimen antidemocrático que se está intentando implantar. Es una oportunidad personal para ellos pero también una responsabilidad histórica. Espero que no se les olvide y no vuelvan a malgastarla en hacer negocietes y corruptelas. Tienen que recordar que la derecha está mucho más vigilada en los medios y su votante no es tan bovino como el de izquierda. Es trágico que España pueda caer en la dictadura porque en Madrid cuatro mangantes se repartieran unas perras