Elecciones Andalucía 2022

Sánchez ordena a los ministros del PSOE "priorizar" la agenda andaluza para salvar a Espadas

Los andaluces Montero y Luis Planas, sobre todo, complementarán la presencia de Sánchez en apoyo de Espadas junto con Bolaños, la portavoz Isabel Rodríguez o la titular de Educación, Pilar Alegría

  • De izda a dicha, María Jesús Montero, Juan Espadas, Pedro Sánchez, Ángeles Férriz y el ministro Luis Planas en camapaña electoral

Los ministros socialistas del Gobierno, en particular los andaluces de Hacienda, María Jesús Montero, y Agricultura, Luis Planas, pero no solo, han recibido orden de “priorizar” en su agenda de las próximas tres semanas la campaña al candidato socialista a la Presidencia de la Junta, Juan Espadas, por encima de otros compromisos institucionales, según ha sabido Vozpópuli de fuentes socialistas.

La orden, que también afecta a los ministros más ”orgánicos” del PSOE, como el madrileño titular de Presidencia, Félix Bolaños, la ministra portavoz, la castellano-manchega Isabel Rodríguez, o la titular de Educación, la aragonesa Pilar Alegría, tiene por objetivo “complementar” la presencia de Pedro Sánchez y la vicesecretaria general, Adriana Lastra, en la campaña andaluza; ésta se ha puesto “muy cuesta arriba” para que Espadas, sucesor de Susana Díaz, arrebate el gobierno al popular Juan Manuel Moreno Bonilla.

Quienes no van a estar, según las fuentes consultadas, son las dos vicepresidentas, la económica Nadia Calviño, escasamente imbricada en asuntos de partido, y la de Transición Ecológica Teresa Ribera, muy cuestionada en el PSOE-A por su ”nulo” papel a la hora de frenar la Ley de Bienestar Animal que está preparando la Dirección General de derechos de los animales, adscrita al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 liderado por la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. Esa ley cuenta con una oposición frontal de los cazadores en su inmensa mayoría y de amplios sectores del PSOE, que creen que está redactada por urbanitas de Unidas Podemos jaleados por ministras de su partido como Ribera.

El PSOE andaluz no quiere saber nada de la vicepresidenta Ribera porque tiene muy en contra a todo el sector de la caza, que pidió en bloque su cese el 22 de abril; Espadas teme que acabe por destrozarles definitivamente la campaña.

Por eso, en el PSOE-A y en el equipo de Espadas no quieren saber nada de la vicepresidenta Ribera, porque tiene muy en contra a todo el sector de la caza en España, que pidió en bloque su cese el pasado 22 de abril en la calle, y porque temen que acabe por destrozarles definitivamente la campaña electoral. ”El presidente, que venga cuando quiera, pero algunos ministros, mejor que se queden en Madrid”, señala de forma gráfica el entorno del candidato socialista

Cuentan que fueron el titular de Agricultura, el cordobés Planas, el propio Espadas y los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Extremadura, Guillermo Fernández Vara, alarmados, quienes hicieron ver a Pedro Sánchez el ”enorme daño” que le está haciendo al PSOE en toda España la deriva animalista del gabinete de coalición de izquierdas; Y, concretamente, en esa Andalucía interior donde la caza representa un porcentaje importante de la economía de los pueblos, la inmensa mayoría gobernados por un alcalde socialista desde hace cuarenta años y ahora amenazados de desalojo en 2023 por la pinza PP/Vox.

Juan Espadas se reunió el pasado 20 de mayo con cazadores en Valverde del Camino (Huelva), y antes en otros pueblos, y allí intentó desmentir los ”bulos” de Vox -que el Gobierno quiere prohibir la caza-, un partido con el cual el PSOE-A empieza a competir entre los sectores más jóvenes; y por eso empezó en redes una campaña de respuesta a los de Santiago Abascal que incluyó hasta un vídeo que no llegó a difundir en abierto, solo entre los colectivos de cazadores.

”En este momento la mejor encuesta nos da 33 escaños, los mismos que sacó Susana en 2018”, señalan fuentes socialistas, ”y con eso no solo no gobernaremos la Junta de Andalucía sino que corremos el riesgo de bajar el resultado logrado por Susana Díaz”

”En este momento la mejor encuesta nos da 33 escaños, los mismos que sacó Susana en 2018”, señala una de las fuentes consultadas, ”y con eso no solo no gobernaremos sino que corremos el riesgo de bajar“. Esto último, bajar de los 33 diputados, se admite tanto en La Moncloa como en la sede de Ferraz, son palabras mayores porque abriría de nuevo una crisis sucesoria en el socialismo andaluz y, muy probablemente, también afectaría a la propia imagen del Gobierno.

Desde La Moncloa se insiste a Vozpópuli en que, “pase lo que pase” en Andalucía con Espadas el 19 de junio, Sánchez va a agotar la legislatura nacional. Así lo ha reiterado en multitud de ocasiones y en ello está trabaja en múltiples ámbitos: desde la preparación del llamado proyecto de ley de techo de gasto para 2023, preceptivo antes de enviar a las Cortes la Ley de Presupuestos Generales del Estado correspondiente, hasta el semestre de Presidencia española de la Unión Europea, de junio a diciembre del año próximo; a este respecto ya hay una Comisión interministerial trabajando en asuntos “logísticos” con Bruselas.

El presidente del Gobierno, de momento, ha paralizado la Ley de Bienestar Animal y cruza los dedos para que no se cumplan los peores pronósticos, como el último tracking que maneja el PP y que daría a Moreno Bonilla 49 diputados en el próximo Parlamento Andaluz, resucita a Ciudadanos con cuatro escaños y, lo que es peor, Espadas baja a la peligrosa frontera de los 30 escaños; es decir, no sumaría con Por Andalucía (8) y Adelante Andalucía (1) para obligar al PP a pactar con los de Abascal la investidura de Moreno Bonilla. Vox sube de los actuales 12 a 17.

46.577 militantes desmovilizados

Este sábado Sánchez y Juan Espadas protagonizan en Dos Hermanas (Sevilla) uno de los actos centrales de la precampaña socialista para intentar remontar las malas expectativas de una federación como el PSOE-A, que tiene la friolera de 46.577 militantes. Y lo hacen en una caseta improvisada en el recinto ferial, nada que ver con el mítico velódromo, tradicional escenario de la exhibición de poderío socialista ante decenas de miles de personas en tiempos de Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Rodríguez Zapatero, y Alfredo Pérez Rubalcaba, todavía con Susana Díaz todavía en el poder andaluz.

“Uno de cada 250 andaluces es militante socialista, y si las encuestas dan lo que dan es porque el partido no está suficientemente movilizado”, diagnostica una fuente del Gobierno y corroboran otras del partido, muy preocupadas porque en la recta final cunda el desánimo y el todopoderoso PSOE-A se ”desfonde”, como se desfondó el PSM de Ángel Gabilondo ante Isabel Díaz Ayuso en las elecciones madrileñas de hace un año.

Alguna señal de ese desfondamiento, dice una fuente, comienza a verse: La obsesión por medirse con Vox para ningunear al PP “no casa” con la estrategia expresada por Juan Espadas, hace solo unas semanas, de que la "base" de su campaña electoral iba a ser movilizar al medio millón que votaba “tradicionalmente" al PSOE y no lo hizo a Susana Díaz en diciembre de 2018, quedándose en casa u optando por Ciudadanos.

Los sondeos demuestran que buena parte de ese voto ya se ha ido al PP y el equipo de Moreno Bonilla se frota las manos viendo el ”error de bulto” que está cometiendo el PSOE engordando a Vox entre los electores más jóvenes con tuit como éste que colgó el viernes el diputado del PSC José Zaragoza:

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