Elecciones generales 2023

Sondeos internos del PSOE sitúan al PP con 140 escaños y lo fían todo a que Sumar sea tercera fuerza

Los socialistas predicen una investidura de "infarto" que se resolverá en segunda votación, aunque también ponen encima de la mesa la posibilidad de que haya una repetición electoral

  • El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en Moncloa. -

El PSOE lleva semanas haciendo cuentas. En la sede federal, en Ferraz, hay toda una maquinaria engrasada para intentar predecir qué ocurrirá el 23 de julio. Fuentes socialistas consultadas por este diario explican que manejan datos internos que sitúan al PP con 140 escaños. Pero lejos de inquietarles, el partido fía todo al potencial electoral de Sumar. La clave para el PSOE es que el recién creado partido de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, sea tercera fuerza y 'robe' el cuarto escaño en liza en las provincias medianas a Vox. Esa es la gran batalla.

Los socialistas, que desvelan que suben en intención del voto al igual que el PP, dan casi por imposible ganar en votos y en escaños a Alberto Núñez Feijóo. Por eso, echan el resto a Sumar. Si Vox cae por debajo de los 30 diputados, Pedro Sánchez podrá volver a 'revivir' con un juego de alianzas y pactas del que carece, piensan, el PP por sus alianzas con Vox. No obstante, los socialistas predicen una investidura de "infarto" que se resolverá en segunda votación, aunque también ponen encima de la mesa la posibilidad de que haya una repetición electoral. De manera que el escenario de bloqueo en el que se instaló la política española en el ciclo electoral de 2015 y 2016 y en el de 2019 vuelve a dibujarse en los análisis de Ferraz.

El presidente ha decidido dar un giro de 180 grados a su estrategia respecto a las municipales y autonómicas del 28-M. Sánchez estará menos en la calle y más en los medios de comunicación, incluidos aquellos con una línea editorial más crítica con la acción del Ejecutivo. La idea es romper los mantras del PP que se amplifican, piensan, en estos medios. "El presidente es candidato ahora. Y se tiene que dirigir a los ciudadanos por distintos medios", zanjan fuentes del núcleo duro de Sánchez.

El activismo de Zapatero

Lo cierto es que fue la intervención del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en la Cadena COPE, en la que hizo una emocionada defensa de la contribución de su gobierno para derrotar a ETA, la que activó el olfato de Moncloa. En Ferraz gusta la defensa que hace Zapatero del presidente. Y no deja de ser llamativo, porque cuando el liderazgo del PSOE se dirimía entre Sánchez y Susana Díaz, el expresidente no dudó en arropar a la expresidenta andaluza. Eso sí, fuentes de la cúpula del PSOE explican que el activismo de Zapatero parte de él y que está plenamente coordinado con la estrategia del partido.

Cabe mencionar que el PP y Sumar maniobran para hacer una pinza al presidente Sánchez. Ni Feijóo ni Yolanda Díaz quieren un debate cara a cara entre los dos principales contendientes. Por eso, el PP busca que en ese cara a cara esté la vicepresidenta segunda, quien, por motivos obvios, no quiere quedarse fuera del duelo. Solo a Sánchez le interesa confrontar únicamente con Feijóo.

En previsión de que la ola del 28-M se lo lleve también por delante tras perder seis autonomías y 17 capitales de provincia, el presidente del Gobierno ha virado su mensaje sobre su izquierda. Ya no hay ticket con Sumar y Yolanda Díaz. Sánchez intenta minimizar el desgaste electoral del PSOE de dos formas diferentes. Con el adelanto, el presidente del Gobierno intenta evitar que la derecha tenga tiempo suficiente para planificar su asalto electoral a Palacio de La Moncloa.

La previsión de la derrota

Pero también quiere lograr un trasvase de votos desde el espacio electoral de Unidas Podemos hacia el PSOE con el único fin de que Ferraz no se convierta en un polvorín en caso de una derrota. Y el propio exlíder de Podemos Pablo Iglesias no descarta que, efectivamente, los socialistas engullan a Yolanda Díaz con un discurso más duro. El presidente quiere dejar el partido en condiciones de superar una previsible travesía en el desierto. Pero ese llamamiento a agrupar todo el voto de izquierda en el PSOE es señal “inequívoca”, coinciden varias fuentes socialistas, de que Sánchez confía poco en sus posibilidades.

Mientras, en Sumar la calculadora también echa humo. Los de Yolanda Díaz manejan una previsión de escaños superior a los 35 del actual grupo confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galiza en Común. En concreto, esperan hacerse con entre 38 y 42. Pero todo lo que no sea eso se leerá en clave de fracaso. De manera que será Yolanda Díaz quien se queme. El problema que enfrenta el cuartel general de la vicepresidenta es que Podemos maniobrará para que no se supere su marca en el Congreso de los Diputados. Podemos quiere volver a ser el referente y el actor fundamental.

En el PSOE, por contra, nadie asoma la cabeza para ofrecer un liderazgo alternativo a la espera de que sean las urnas quienes "clarifiquen" el estado de salud de Pedro Sánchez. Si los españoles le declaran muerto, será otra historia. Por eso, él ha decidido 'salvar' a todos los que han estado con él en un momento u otro del camino que empezó a recorrer hace ya más de un lustro en un Peugeot 407. Sánchez ha guardado sitio a quienes ha defenestrado y vuelto a aupar y a 14 de sus 17 de ministros. Todos ellos tendrán hueco en el partido que amanezca con la resaca del 23-J.

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