Pedro Sánchez prepara el rescate de algunos de sus fieles caídos el 28-M. Óscar Puente, Francina Armengol o Concha Andreu, entre otros, apuntan a puestos clave del Gobierno o sus delegaciones provinciales, según admiten fuentes socialistas a Vozpópuli. La dirección del PSOE confía en formar gobierno en los próximos meses a pesar de la dependencia de Carles Puigdemont. Y así lo ha deslizado Sánchez ante su ejecutiva en la reunión celebrada este lunes para analizar los resultados del 23-J.
El PSOE todavía digiere la campanada de Sánchez el domingo. Nadie, ni el más optimista, imaginaba un escenario como el que arrojaron las urnas. El presidente del Gobierno ha mejorado su resultado de hace cuatro años. Ha obtenido 122 escaños frente a los 136 de Alberto Núñez Feijóo. La amarga victoria del PP permite a Sánchez formar gobierno si logra recomponer el Frankenstein con el permiso de los siete diputados de Carles Puigdemont.
Una de las cuentas pendientes de Sánchez es recolocar a muchos de sus fieles que perdieron su poder en la debacle de mayo. Las ex presidentes de Baleares y La Rioja, Francina Armengol y Concha Andreu, o el ex alcalde de Valladolid, Óscar Puente, son algunos de ellos, según estas fuentes. Algunos podrían formar parte del Consejo de Ministros, otros podrían ocupar las Delegaciones y subdelegaciones del Ejecutivo en las distintas provincias.
Sánchez, "sin contrapesos orgánicos"
Ferraz ha plegado velas tras "su victoria moral" del 23-J. El objetivo, dicen, es dejar al PP cocerse en su propia salsa y que aflore el ruido de sables contra Feijóo. Sánchez, como dejó claro el domingo y este lunes ante su cúpula, que no contempla el bloqueo ni la repetición electoral. Es decir, que está dispuesto a negociar con Puigdemont, Bildu, ERC, BNG y, por supuesto, Sumar.
Lo que no se sabe es en qué cederá, pero en el PSOE están convencidos de que el separatismo pasará por el aro. Entre otras cosas, dicen, porque los socialistas les están dando el "abrazo del oso". "Hay que reconocer que la estrategia en las comunidades nacionalistas está funcionando", explican. "En Cataluña han barrido al independentismo. En el País Vasco, el PNV debe estar retorciéndose solo de pensar que EH Bildu se puede comer las nueces después de pasarse 40 años agitando el árbol".
Otra de las consecuencias de este resultado inesperado, por mejor de lo previsto, de Sánchez es que su "control orgánico va a ser total". Así lo admiten incluso desde las federaciones más críticas con el presidente del Gobierno, que no daban crédito al resultado del domingo.
"No se le puede decir nada. Ha acertado en las decisiones estratégicas y ha logrado resistir", admiten a este diario desde una de ellas. "Otra cosa es que sea lo mejor para España".
La desmovilización del PP
El PSOE asume que Sánchez "no tendrá contrapesos dentro del partido". Y que a partir del año que viene podrán reconstruirse las federaciones "a su imagen y semejanza". "Quedará (Emiliano García) Page en La Mancha como un islote", señalan otras fuentes.
Las lecturas que hacen en el PSOE sobre lo ocurrido en las elecciones son variadas. El PP ganó las comicios con un margen mucho más estrecho del que auguraban las encuestas.
Sánchez ha dado la vuelta a prácticamente todos los sondeos y a la ola negativa del 28-M. La hecatombe socialista que se anunciaba no se produjo. "Lo que nos dicen los estudios preliminares que ya se han hecho sobre voto real es que hay unos 400.000 votantes del PP que se desmovilizaron en la última semana", señalan estas fuentes. "Es verdad que existe un votante del PP al que todavía le da miedo Vox, y que con una marcha de la economía que se puede considerar buena ha dado la espalda a Feijóo".
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